Cincuenta años de la guerra del Yom Kippur. La guerra en el mar

 


En octubre de 1973 estallaba la Guerra del Yom Kippur. Las fuerzas israelíes se vieron sorprendidas por el ataque simultáneo desde Siria y Egipto. Fueron momentos muy críticos para el Estado de Israel. Sobre la guerra se ha escrito mucho, pero pocos han reparado en la brillante actuación de la pequeña Fuerza Naval israelí, que logró poner contra las cuerdas a las marinas de Siria y Egipto, siendo esta último muy superior en términos de medios y efectivos frente a su homóloga israelí.

Por el Dr. Jorge Alejandro Suárez Saponaro

Director de Diario El Minuto para Argentina 

 



La Armada israelí (eil HaYam HaYisraeli), en lo referente a su papel en las guerras libradas por Israel, no ha generado el interés como otros componentes de las Fuerzas de Defensa de dicho país, pero tiene un rico historial operativo. Sus orígenes los podemos encontrar en la Academia Naval Betar, ubicada en Italia, creada en 1934, que formó los primeros mandos navales e incluso contó con un buque escuela, el Sarah I, que visitó Tel Aviv, durante el mandato británico de Palestina. En 1938 fue creada una escuela marítima en dicho territorio, donde fueron formados los primeros cuadros de la Palyam, la rama naval del Palmach, la fuerza de choque permanente de la milicia Haganá. Su primer comandante fue Abraham Zakai. La Segunda Guerra Mundial permitió que muchos judíos sirvieran como voluntarios en la Royal Navy. Finalizada la contienda, gran parte de aquellos, se integraron a las filas de la Haganá para luchar contra la presencia británica y las agresiones árabes. La Palyam, tenía la responsabilidad de evitar las deportaciones de millares de migrantes judíos que venían de Europa, incluso fueron tomados barcos para poder traer a dichos migrantes, evitando las patrullas británicas, además de llevar a cabo acciones de sabotaje contra las fuerzas británicas.  En esos momentos hablamos de una fuerza reducida, de unos 400 infantes de marina, forjados en las luchas durante el Mandato británico.

 


En 1948, con la creación del Estado de Israel, el 17 de marzo, fue creada, la joven marina israelí, que tenía un puñado de barcos de dudoso valor militar, y personal heterogéneo, que combinaba cuadros de la Palyam, designados al frente de la fuerza naval, por razones de confianza política, ex marinos mercantes, veteranos de la Royal Navy y voluntarios de la US Navy.

 

fragatas israelíes. 1954

En la guerra de Independencia, buques israelíes atacaron objetivos árabes y fueron llevadas a cabo acciones tipo comando, destacándose el hundimiento del buque insignia egipcio Emir Faruk. Finalizada la guerra, la marina israelí inició el proceso de profesionalización, en academias del Reino Unido y Francia, además de adquirir medios más modernos, como destructores, fragatas y submarinos, de segunda mano al Reino Unido y Estados Unidos.  A pesar del esfuerzo, la fuerza naval, siguió con recursos modestos, especialmente ante la potente flota egipcia, que desde fines de los 50, se beneficiaba de la ayuda soviética. Los limitados recursos del gobierno israelí, la mayor parte de las inversiones en defensa se centraron en la Fuerza Aérea y el Ejército, siendo un riesgo calculado por los estrategas israelíes. Por ello, la marina hebrea contaba como fuerza de submarinos, los vetustos clase S y T de origen británico, cargado de años y no aptos para el teatro de operaciones del Mediterráneo Oriental, pero suficiente para adiestrar tripulaciones y desarrollar doctrina. Los limitados recursos impidieron adquirir buques nuevos, por lo tanto, los destructores y fragatas adquiridos era material superviviente de la Segunda Guerra Mundial.

 

1967. Tripulación israelí toma posesión del submarino INS Leviathan. 

La flota era incapaz de disputar el control del mar a la poderosa marina egipcia, impulsó a centrar su esfuerzo en desarrollar una fuerza naval, especializada en la seguridad de las comunicaciones marítimas propias y negación del mar. Así se contrataron la construcción de patrulleras en Francia, en el marco del inicio de la transformación doctrinaria y operativa de la Armada de Israel.

 


La guerra de 1967, las fuerzas navales israelíes actuaron a través de sus célebres Comandos navales – considerados uno de los mejores del mundo – y patrulleros rápidos. Las fuerzas especiales de la Fuerza Naval israelí, atacaron Port Said y hundieron un dragaminas egipcio. En Sharm el Sheik, fuerzas sutiles (denominación de las fuerzas navales formadas por patrulleros pequeños) en cooperación con la Fuerza Aérea atacaron posiciones egipcias.  Posteriormente a la guerra de los Seis Días, se libró la llamada Guerra de Desgaste, consistente en duelos de artillería, incursiones aéreas, acciones tipo comando de ambos lados del Canal de Suez entre 1969-70. Los Comandos Navales participaron en acciones notables contra estaciones radar de las fuerzas egipcias, destacándose los combates de Green Island y Raas el-Adabi’a.  La Marina israelí sufrió un duro golpe con la pérdida del destructor INS Eilat, en 1967 de la mano de un misil soviético Styx, lanzado por una patrullera egipcia (costó la vida a 57 tripulantes, 90 heridos de 199 marinos), y del submarino INS Dakar, cerca de las aguas de Creta, perdido con toda su tripulación. Esto generó la necesidad de cambios y de prepararse para una nueva guerra, con tácticas y medios innovadores, especialmente en materia de medidas electrónicas para contrarrestar la eficacia de los misiles soviéticos. El competente almirante Benjamín Telem, explotaría estos cambios en la guerra del Yom Kippur, desarrollados durante por su antecesor el almirante Abraham Botzer.

 

El competente almirante Benjamín Telem, comandante de la Fuerza Naval israelí. 1973

Los desafíos de la defensa naval israelí y su impacto en la guerra de 1973

La defensa naval israelí, tiene que operar en dos teatros de operaciones. Por un lado. el mar Mediterráneo, y por otro, el Mar Rojo. Estamos ante espacios donde la geografía se impone, y requiere de medios y tácticas perfectamente adaptadas. Las características facilitan que sean empleados medios navales tipo patrullero rápido. El golfo de Aqaba, hay una única base naval, en Eilat, estamos ante un espacio de cien millas de largo y un promedio de diez de ancho. El cuello de botella es el Estrecho de Tirán. Desde la perspectiva israelí, mantener abierto esta línea de comunicación marítima, es de suma importancia, dado que conecta la economía con mercados en el Sudeste de Asia, Pacífico, la Indica y África Oriental. Asimismo, era vía de acceso del petróleo importado, que en esos tiempos venía de Irán, gobernado por el sha.  Desde el punto de vista militar exigía neutralizar rápidamente a Egipto, que, por alianzas, le permitía llegado el caso cerrar el estrecho de Bab el Mandeb. En lo referente al Mediterráneo Oriental, los egipcios tienen 500 millas de costa, frente 120 de Israel y 90 de Siria.  En todos los casos, los actores intervinientes tenían centros urbanos costeros importantes, terminales portuarias, refinerías de petróleo, centros industriales, y por ende constituían objetivos estratégicos. En los casos de Egipto y Siria, además contaban con las bases de sus fuerzas navales.

 

El despliegue de medios navales, requería superioridad aérea, para neutralizar la salida al mar de unidades mayores de las flotas enemigas. El factor sorpresa es vital y gracias al control del espacio aéreo, facilita el redespliegue de las flotillas navales con seguridad hacia sus bases.  Las características del teatro de operaciones dificultan el ocultamiento de las fuerzas propias, además de facilitar la exploración. La posición central de Israel en el teatro de operaciones, lo hacía vulnerable a un ataque egipcio desde el mar. Las profundidades relativas, favorecen el empleo de submarinos, destacándose que Egipto operaba una importante fuerza moderna de fabricación soviética. El importante tráfico neutral es otro condicionante a la hora de llevar a cabo operaciones militares en el mar. Por último, la dependencia del mar por parte de Israel es absoluta. Rodeado de estados hostiles, la única vía de comunicación con el resto del mundo, para el funcionamiento de su economía es el mar. También es vital mantener libres las comunicaciones marítimas, dado que las fuerzas armadas, a pesar de las capacidades industriales locales, dependen en muchos aspectos de proveedores externos. Cortar esas líneas de comunicaciones, la destrucción de instalaciones costeras, tendían un hondo impacto en el esfuerzo de guerra israelí.

 

patrullero lanzamisiles Osa I. Operado por Egipto y Siria. 

Los estrategas de la marina israelí, tenían otros obstáculos con que lidiar, como la superioridad teórica en materia de poder de fuego y número de medios navales por parte de Egipto. Siria, también tenía un poder naval, más modesto, pero que también tenía un mayor número de patrulleros lanzamisiles, respecto a Israel.  En 1969, llegaron a puertos israelíes una docena de patrulleras lanzamisiles francesas, que fueron equipadas con misiles de fabricación israelí. Esto dio origen al desarrollo de una doctrina propia y la preparación para la próxima guerra, sin estar influida por la experiencia de la guerra de los Seis Días, como ocurría en las fuerzas terrestres y aéreas. El misil Gabriel, de 20 kilómetro de alcance, una respuesta ante los cañones de 5 pulgadas de los destructores Clase Skory egipcios.  Los misiles Styx, estándar en las flotillas egipcia y siria, eran de mayor alcance, lo que exigió cambios en las maniobras, tácticas y sistemas de guerra electrónica de la flotilla de patrulleros. Estos cambios, dado que los buques adquiridos en Francia no cumplían con todos los requisitos, llevó a Israel a construir sus propios patrulleros lanzamisiles, dando origen a la Clase Reshef, de mayor autonomía, poder de fuego y velocidad. También, dado la actividad terrorista palestina y los ataques a objetivos costeros, impulsó a construir patrulleros costeros, los Dabur, también aptos para operar en el Golfo de Suez.  Estos cambios fueron acompañados con un entrenamiento especializados para las tripulaciones de los patrulleros, siendo una verdadera elite por su preparación y motivación. El resultado fue convertir a la Armada israelí, en una moderna y compacta fuerza naval, con una nueva doctrina y tácticas ofensiva, además de ser una formación equilibrada.

 

Destructor INS Eilat, hundido por misiles egipcios en 1968.

En mayo de 1970, patrulleros lanzamisiles egipcios atacaron un barco pesquero israelí en la costa del canal de Suez. Los misiles Styx, no dieron en el blanco, a pesar de haber lanzado cuatro misiles, ninguno dio en el blanco. Esto impulsó a incorporar coheteras en los patrulleros egipcios. La inteligencia naval israelí tomó nota de estos hechos. El 1 de octubre el almirante Telem puso en alerta a la marina, siendo considerada, dicha medida, una exageración por el Cuartel General de las Fuerzas de Defensa. El 6 de octubre, las flotillas de patrulleros estaban alistadas y listas para el combate. Años de duro entrenamiento, el desarrollo de nuevas tácticas, doctrina y las innovaciones tecnológicas propias, pronto serían puestas a prueba.

 

Patrullero lanzamisiles Komar II, lanzando un misil Styx. De origen soviético y en servicio en Egipto y Siria. 

La guerra del Yom Kippur en el plano naval

La Marina egipcia contaba con diez submarinos, doce patrulleras lanzamisiles Osa, una veintena de patrulleros torpederos, tres destructores, dos fragatas, más de lanchas de desembarco LCM, dragaminas y patrulleros costeros.  Los sirios contaban con nueve lanchas lanzamisiles – clase Komar y Osa – once torpederas y dos dragaminas. La fuerza naval de superficie israelí solo era de 14 patrulleros lanzamisiles.  El almirante israelí Telem, observo el nivel de vulnerabilidad de los sirios, dado que la costa tenía importantes objetivos estratégicos y dado los medios disponibles de la marina siria, agregándose un informe de inteligencia consideraba probable un ataque naval sirio al puerto de Haifa.  consideró adecuado lanzar un ataque. Este se materializó de la mano del capitán Michael Barkai, al mando de un grupo de tareas, de seis patrulleros Sa´ar, armados con misiles Gabriel, junto a dos patrulleros zarparon rumbo a la costa siria a 300 km de su base.  Dichos buques de diseño israelí, tenían 450 toneladas de desplazamiento, contaban con un cañón de 76 mm, seis misiles Gabriel y un sistema de defensa de punto o CIWS de 20 mm.  Los misiles israelíes, nunca fueron probados contra blancos reales, por ende, su eficacia sería demostrada en la guerra.  Sin ninguna duda el mando naval israelí, asumió importantes riesgos.

tripulación israelí en una patrullera lanzamisiles. 1973


En la noche del 6/7 de octubre, una torpedera siria, a la altura de la costa libanesa, se acercó a la formación israelí, una vez hecho contacto, el buque sirio, salió a toda velocidad, pero fue hundida por el fuego israelí.  Finalmente, los israelíes, arribaron a Latakia, donde descubrieron luego de hundir un dragaminas, por fuego de la patrullera INS Reshef, que la flota siria estaba en formación de combate.  El capitán Barkai, ordenó a la INS Hanit abrir fuego con la pieza de 76 mm, del lado sirio, contestaron el fuego con una pieza de 40 mm., pero los proyectiles no impactaron en el buque israelí. El grupo de tareas de Barkai, había hecho contacto con el grueso de la fuerza enemiga.  La INS Hanit, hundió a la torpedera siria manteniéndose en el límite del alcance de su pieza de 76 mm, pero sin entrar en el del cañón de 40 mm sirio, siendo un ejemplo de la excelente capacidad de maniobra y adiestramiento de las tripulaciones israelíes.  Ignorando el comandante israelí, que el buque sirio hundido, hubía informado la posición de las fuerzas atacantes, ordenó cerrar distancias sobre Latakia.  La táctica israelí fue buscar que las fuerzas de la marina siria quedaran cercadas entre los buques propios y la costa. Las fuerzas israelíes navegaron en formación paralela, maniobrando para que los sirios no tuvieran libertad de movimiento, por estar cerca de la costa, dando comienzo al combate a las 23.35 horas.

 

Misil naval israelí, Gabriel. 

Los radares israelíes identificaron un patrullero Komar y dos Osa II, armados con misiles Styx y cañones de 40 y 20 mm.  A 17 millas, los buques sirios lanzaron sus misiles antibuque, estos fueron neutralizados por los sistemas de contramedidas electrónicas y cohetes chaff.  Mientras se aceraban furtivamente los israelíes, los sirios lanzaron tres misiles sin éxito a 14 millas de distancia.  Al acercarse los israelíes a las 11 millas, solo un buque sirio tenía misiles disponibles. Los buques de Barkai, cerraron distancias a velocidad máxima y lanzaron sus salvas de misiles Gabriel, hundiendo los buques sirios en su totalidad. En 25 minutos, las fuerzas navales israelíes, se alzaban con una victoria contundente. A partir de ese momento, lo que quedaba de marina siria, quedó amarrada en puerto.  Ahora el turno le tocaba a la poderosa marina egipcia.  

 

El grupo naval del capitán Barkai. regresa triunfante luego de la batalla naval de Latakia. 1973

En la misma noche que los israelíes derrotaban a los sirios, un segundo grupo de tareas naval, fue enviado a Port Said. Allí los egipcios alistaban patrulleros lanzamisiles adaptados, con lanzacohetes con el objetivo de bombardear objetivos terrestres israelíes.  Las fuerzas egipcias al divisar a los israelíes huyeron, siendo perseguidos por los israelíes, pero sería la aviación de combate hebrea, los que enviaría a pique a varios buques egipcios.

La Batalla de Baltim Damietta, ocurrió en la noche del 8-9 de octubre de 1973. El 8 de octubre, el ejército israelí, llevó a cabo un importante contraataque, para evitar que los egipcios consolidaran el cruce del Canal de Suez.  El grupo de tareas del capitán Barkai, acaba de arribar al puerto de Haifa, y pronto tuvo que volver alistar sus medios, para desplegarse en Port Said. El objetivo del mando naval israelí, era obligar a la flota egipcia a refugiarse en Alejandría, a 180 km del Canal de Suez. El general Herzog, en su obra sobre la guerra del Yom Kippur, nos dice que seis patrulleros israelíes, comenzaron atacar objetivos en el Delta del Nilo, con la intención de atraer la atención de las fuerzas egipcias. Otros buques israelíes, tuvieron que volver a base dado que estaban escasos de combustible.

 

Puente de mando en un patrullero israelí. 1973

En la medianoche del 8 de octubre, cuatro barcos lanzamisiles egipcios atacaron a los israelíes, que habían adoptado una posición de media luna.  A las 0015, los israelíes detectaron el lanzamiento de misiles a una distancia de 48 km.  Estos no hicieron blanco y las lanchas egipcias, siguieron avanzando, disparando nuevas salvas. Las contramedidas israelíes tanto electrónicas como nubes de “chaff” entraron en acción, dispersando a los misiles Styx. El comandante egipcio, al ver que los barcos israelíes se acercaban a su posición, a pesar de los ataques con misiles, decidió replegarse hacia Alejandría. El hábil comandante israelí, Barkai ordenó que los comandantes de los buques bajo sus órdenes no abrieran fuego a una distancia mayor de 17 km. Luego de 25 minutos de persecución el INS Keshet daño un patrullero Osa egipcio, siendo hundido con fuego de artillería del INS Misgav.  El INS Reshef, hundió un segundo patrullero egipcio de la Clase Osa.  Un par de patrulleros egipcios en su huida quedaron encallados y dañados por el fuego israelí. El INS Reshef solicitó autorización para perseguir al buque superviviente egipcio, que estaba en camino hacia Alejandría, pero el capitán Barkai, rechazó la idea ante la amenaza aérea enemiga.

 

Batalla naval de Latakia. Octubre de 1973

Estos, fuera aún del alcance de los misiles egipcios, se movieron con toda velocidad y se acercaron a los buques enemigos. Estos al ver que los israelíes se acercaban, sin que los detuvieran los ataques de misiles Styx, se replegaron. Tres patrulleros de la Fuerza Naval de Israel, en cuarenta minutos, con sus misiles Gabriel, hundieron tres barcos egipcios, salvándose solo un buque que logró ocultarse a tiempo.  A las 1330 del 9 de octubre, regresaba victoria a Haifa.

 

Los generales Dayan y Sharon. 1973

Las batallas de Latakia y Baltim, elevaron la moral de las tripulaciones israelíes. Esto permitió que el 11 de octubre, la flotilla de patrulleros lanzamisiles protagonizara una nueva salida, esta vez hacia las costas sirias. En la llamada Segunda Batalla de Latakia, las fuerzas israelíes, debieron hacer frente al fuego de los buques sirios y la artillería de costa, formada por cañones de 100 mm guiados por radar. Fueron hundidos dos patrulleros lanzamisiles sirios, y fueron destruidos algunos depósitos de petróleo en el puerto de Banias.  La audacia de las fueras israelíes, limitaron las acciones de los árabes en el mar, con ataques aislados al tráfico mercante y posiciones en la costa del Sinaí. Luego de la batalla de Baltim, las salidas al mar eran relámpago con el lanzamiento de misiles y cohetes, para luego buscar rápidamente refugio en puerto entre barcos neutrales. Finalmente, ante la presión israelí, las flotas árabes quedaron amarradas en puerto, desde donde se defendían de los ataques israelíes, ya sea con sus propias armas como el amparo de las fuerzas de artillería, blindados y medios aéreos.

 

patullero Dabur. Protagonista del combate de Marsa Talamat

Las fuerzas israelíes siguieron golpeando objetivos costeros egipcios en la noche del 13/14 de octubre en la zona del Delta del Nilo. Nuevos ataques se llevaron a cabo ataques el 19/20 de octubre, atacaron la zona cercana a Damieta. Entre los días 21 al 22 de octubre, las fuerzas navales israelíes atacaron Abukir, destruyendo una lancha radar y capturando prisioneros. Una vez más los misiles Styx carecieron de eficacia.  Los comandos navales israelíes también actuaron con distinción, sus operaciones generaron contratiempos a las fuerzas egipcias, destruyendo en Port Said, un buque de desembarco, una patrullera lanzamisiles, y una lancha torpedera. Las actividades de los comandos navales israelíes, obligaron a los egipcios a evacuar la base naval de Gardaka.

 

Batalla de Baltim Damieta. octubre de 1973

En el Sinaí, también hubo actividad naval, en manos de pequeños patrulleros costeros. El combate de Marsa Talamat, fue protagonizado por dos patrulleros Dabur en la zona de Suez, que con fuego de sus cañones de 20 mm provocaron importantes daños en las embarcaciones que transportaban comandos egipcios que participaban en el cruce del Canal de Suez. El golfo de Suez fue escenario de fuertes combates entre patrulleros egipcios e israelíes. El combate de Ras Sadaat, fue hundido un buque patrullero egipcio, a pesar que tenían apoyo de artillería de costa con potentes cañones de 130 mm guiados por radar. El 14 de octubre, cinco patrulleros israelíes atacaron el fondeadero de Ras Ghareb, donde 19 embarcaciones destinadas apoyar a las fuerzas egipcias fueron hundidas con el armamento destinados a estas.  Los egipcios con su arma submarina buscaron atacar el tráfico mercante israelí en el Mar Rojo, sin gran éxito.  Los lanzamientos de torpedos fallaron contra un petrolero fletado por Israel rumbo al puerto de Eilat. En el puerto de Adén, los egipcios desplazaron dos destructores clase Skory, además de tener dos submarinos en Port Sudán, pero la eficacia de este bloqueo, no tuvo el impacto esperado sobre la economía israelí.

 

El almirante Michael Barkai. Fue comandante de las flotillas de patrulleros en la guerra del Yom Kippur. Medalla a los Servicios Distinguidos. 

El Sinaí generaba ocho millones de toneladas de petróleo, de los diez que Egipto producía en los 70. La ocupación israelí, privó a El Cairo de los pozos que estaban al otro lado del golfo de Suez. El impacto a la economía egipcia fue mayúsculo, que dependía de la ayuda de Libia y Arabia Saudita. Esto motivó una intensa actividad de incursiones de comandos, tanto por mar como por helicópteros hacia las posiciones israelíes en el Sinaí. Los egipcios lograron destruir la producción en Abu Rhodes. Por otro lado, los israelíes lograron entre el 6 al 21 de octubre destruir las embarcaciones destinadas apoyar el despliegue egipcio en el Sinaí, controlando efectivamente el golfo de Suez.

La joven marina israelí, con medios inferiores respecto a los sirios y egipcios, logró sobradamente cumplir con las misiones asignadas, garantizando la seguridad de las comunicaciones marítimas de Israel, negar el uso del mar al enemigo y obligarlo a replegarse a sus bases.

La innovación, clave del éxito.

El mando naval israelí, estudio a fondo el problema de la defensa marítima de Israel, teniendo un factor condicionante no menor, el presupuesto asignado a la Armada y los objetivos impuestos a ésta. Esto impactó en los requerimientos de los medios. Los ingenieros y técnicos, buscaron concentrar la máxima cantidad de armas y poder de fuego, en una embarcación pequeña, de bajo costo de construcción. Así nació el proyecto de patrulleros lanzamisiles, siendo el primer de la serie la INS Reshef, un buque de 450 toneladas, una tripulación de 40 marinos, veloz y gran volumen de fuego.  La Fuerza Naval de Israel, se transformó en un elemento veloz, compacto y de gran poder de fuego.  Los buques hebreos introdujeron innovaciones tecnológicas propias, para compensar debilidades en materia de alcance de sus armas – especialmente el misil Gabriel – destacándose las contramedidas electrónicas, sistemas de defensa de punto como el CIWS de 20 mm, y los lanzadores de chaff. Recursos que fueron sumamente eficientes contra los misiles Styx soviéticos utilizados por egipcios y sirios.

La pequeña marina israelí, adoptó una táctica netamente ofensiva, con tripulaciones altamente preparadas, motivadas y un liderazgo de calidad. La calidad de la inteligencia y de la exploración marítima, permitió al almirante Telem, tener un cuadro de situación de las fuerzas navales enemigas. No olvidemos el alto grado de alistamiento y disponibilidad de los medios, como quedó demostrado, luego de la batalla de Latakia. El grupo naval comandado por el capitán Barkai, en pocas horas estuvo listo para librar la batalla de Baltim Damieta.  Los israelíes en el mar, explotaron a fondo las debilidades de sus enemigos, carentes de iniciativa y de liderazgo, además de las deficiencias de los sistemas de armas empleados.

Los estrategas navales israelíes, explotaron con suma habilidad el factor tiempo, esto impactó en la ubicación de las bases navales, la maniobrabilidad de los buques, tácticas de empleo del misil Gabriel, fueron diseñados en base al tiempo.  Prueba de la innovación israelí, fue el desarrollo de la patrullera lanzamisiles, concepto desarrollado antes que las potencias navales de Occidente. La experiencia obtenida en los buques construidos en Francia, le permitió a la industria israelí, dar las respuestas que precisaba la Armada. En la década del 60, los técnicos israelíes trabajaban en un misil naval. En 1970, fue desarrollado un simular de los patrulleros clase Sa´ar para poder adiestrar a las tripulaciones y evaluar tácticas.  Estos buques, con una gran densidad de armas, dado su tamaño, transformó a la Armada israelí, dotándola de un importante poder ofensivo.  En lo referente a las tripulaciones y al comando de estos buques, no solo impactó en el duro entrenamiento, sino un especial espíritu de cuerpo, la necesidad de un nuevo perfil para ser capitán de estos buques. Los tripulantes se trataban con el nombre de pila, se valoraba la iniciativa individual y las habilidades, a tal punto que cualquiera podía suplir llegado el caso el trabajo de su compañero. Los tripulantes debían dominar todas las habilidades necesarias para explotar a fondo las posibilidades que brindaban los buques clase Sa´ar

 

En Latakia, el mando naval israelí uso un brillante uso del tiempo, para obtener resultados rápidos y decisivos.  Identificada la amenaza de los sirios sobre los puertos israelíes, el almirante Telem alistó un grupo naval y lo envió a las costas sirias a toda velocidad. Los israelíes se adelantaron a los sirios, gracias a que lograron identificar las intenciones sirias y dieron una rápida y contundente respuesta. Los israelíes mostraron una especial habilidad para el uso eficaz de secuencia, pausas, y el equilibrio entre los factores espacio y fuerza. La Fuerza Naval israelí, explotó la ausencia de coordinación entre los árabes, unido a la capacidad de reaccionar rápidamente ante circunstancias cambiantes. El general David Elazar, jefe de Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa, señaló ante esta renacida marina israelí: ¡déjame decirte que esta Armada está contribuyendo a la decisión!

 


En el plano operacional, la Armada israelí, tenía las ideas claras.  Los buques lanzamisiles fueron empleados a fondo en el teatro de operaciones del Mediterráneo, mientras que los Comandos Navales y patrulleros rápidos fueron empleados especialmente en el Mar Rojo y Canal de Suez. Audacia, flexibilidad y velocidad le permitió proteger las líneas de comunicación marítima, defender las costas, eliminar las amenazas de Siria y Egipto en el mar. Incluso las fuerzas navales israelíes, estuvieron en aptitud de apoyar las operaciones terrestres con incursiones de comandos y fuego de apoyo. El almirante Telem desde su cuartel general en Tel Aviv, proporcionó a las fuerzas bajo su comando, un concepto claro de las operaciones. En otras palabras, había una simetría entre objetivos, medios y recursos. El sistema de “comando tipo misión” permitió a los comandantes navales israelíes, contar con el grado de flexibilidad y autonomía, que supieron explotarlo magistralmente.  Israel no dividió sus fuerzas, sino que, al estallar la guerra, la totalidad de la fuerza de lanzamisiles estaba concentrada en el Mediterráneo, en posiciones favorables para ser desplegados a donde lo exigiera el alto mando.

 

Los israelíes tuvieron el talento de presentar a sus enemigos múltiples amenazas que no podían afrontar con éxito.  La Armada israelí, comprendió el concepto de arte operacional, con objetivos claros, equilibrio de factores operativos, y funcionamiento sencilla y flexible.

El legado de aquella la Fuerza Naval israelí de la guerra del Yom Kippur, ha sido el diseño adecuado de una fuerza para cumplir sus objetivos operativos, entrenamiento riguroso, desarrollo de tecnologías, y liderazgo de calidad. Estos elementos permitieron que una fuerza reducida como la marina israelí, conocedora del concepto del arte operacional, voluntad de lucha, fue capaz de destruir y neutralizar fuerzas muy superiores.

La voluntad del liderazgo naval israelí, logró revertir el papel de la Armada en la estrategia de defensa de Israel, crear un diseño operativo adecuado a sus propios objetivos, gracias a la innovación en materia tecnológica, doctrina y calidad de sus marineros, sirve de ejemplo, lo que implica la aplicación correcta del arte operacional y lo que esto puede lograr.

 

 

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