Alemanes en África Oriental (1914-1918): El arte de la guerra de guerrillas
Durante
Por el Dr. Jorge
Alejandro Suárez Saponaro
Corresponsal de Diario El Minuto para
Argentina
Los alemanes ocuparon la región de Tanganyka, en 1885 – que forma parte del
estado de Tanzania - como consecuencia
de
Tanganyka era la colonia más rica del
imperio alemán, con 600.000 km2 y ocho millones de habitantes. La administración
alemana había avanzado en la construcción de ferrocarriles, escuelas y una
economía próspera, gracias al fin de las rebeliones y las medidas liberales del
gobernador Schnee. La defensa de la colonia recaía en
Heinrich Schnee. Ültimo gobernador del África Oriental Alemana
Lettow
– Vorbeck: La forja de un brillante oficial
El general Paul Emil von Lettow – Vorbeck,
nació en 1870, en la región alemana de Sarre. Hijo de un militar prusiano,
perteneciente a una familia militar de larga tradición. Sus antepasados lucharon
en
En 1913, partió desde Alemania, rumbo a
Camerún, que era una colonia alemana, para luego ser enviado a Tanganyka, y ser
puesto al frente en 1914 las Ostafrikanische
Schutztruppen. La situación de dichas tropas no era para nada halagüeña, la
artillería disponible era de unas 35 piezas de alcance limitado, fusiles Máuser
Modelo 1871 y 67 ametralladoras Maxim.
Todo ello para hacer frente a extensas
fronteras, rodeadas de posesiones coloniales en manos enemigas. Aunque esto solo
era en teoría, dado que el estado de las unidades africanas de las fuerzas
británicas en Uganda y Kenia, tenían muchas limitaciones, lo que demandó en su
momento la movilización de tropas desde
El comandante alemán, veterano de guerras
coloniales, era un hombre que estaba imbuido en las ideas de la época sobre la
superioridad cultural y racial de los blancos y la misión “civilizadora” que
tenía en las poblaciones nativas. Es por ello que entró en choque con el
gobernador colonial, Dr. Schnee, que no quería luchar, sino hacer valer el
estatus de neutralidad del protectorado. Vorbeck consideraba que había que
defender los intereses alemanes en la región, aún con los recursos disponibles.
Soldado acostumbrado a una vida de privaciones, propias del servicio colonial,
detallista, disciplinado, como parte de esa “misión civilizadora” decidió
imbuir a los soldados nativos de las virtudes militares prusianas, como la
puntualidad, el orden, la disciplina y una dura preparación para el combate. La
facilidad para los idiomas, permitió aprender el suahili, la lengua de las
tropas nativas, esto facilitó su liderazgo, agregándose una personalidad
carismática y una gran habilidad para actuar en situaciones realmente adversas,
le permitió liderar una fuerza de varios millares de nativos, durante cuatro
largos años en el extenso teatro de operaciones del África Oriental.
Lettow Vorbeck, ante la situación
realmente crítica, tomó una serie de medidas, centradas a una reorganización de
las fuerzas coloniales, colocando a las fuerzas militares y la policía
militarizada local, bajo su comando. Los
soldados fueron objeto de un intenso programa de entrenamiento, que permitió
suplir a los europeos en el empleo de las ametralladoras Maxim, por parte de
personal nativo. La experiencia
adquirida en operaciones de contrainsurgencia a lo largo de la geografía del
Protectorado, le dio al soldado nativo, un perfil de un combatiente con
experiencia y adaptado a los rigores de la peculiar geografía y clima africano.
Ante el estallido de las hostilidades,
el gobernador germano quiso hacer valer el estatuto de neutralidad de la
colonia, algo que a todas luces los británicos no respetarían. Incluso, rechazó
la propuesta de Paul Emil de lanzar un ataque a la poca defendida Uganda, en un
vano intento de preservar la paz.
La
guerra es una realidad. Llegan los británicos
El mando alemán conocedor de las vulnerabilidades británicas, especialmente por la dispersión de las fuerzas de los regimientos en África Oriental, agrupados en el Cuerpo Africano de Fusileros del Rey o KAR, y dado la inferioridad numérica propia, decidieron tomar la iniciativa, para obligar aferrar fuerzas, evitando que estas fueran empleadas a escala contra objetivos germanos.
tropas sudanesas bajo mando británico
Las fuerzas alemanas se concentraron en la
región del famoso Monte Kilimanjaro. En octubre, tiempo antes del estallido de
la guerra, la captura de periódicos y correspondencia clasificada británica,
permitió a Lettow Vorbeck, tener un cuadro de las intenciones reales
británicas, algo que el gobernador alemán Dr. Schnee, ignoraba. El hábil
comandante alemán reconoció en persona el área de operaciones, conocer las
fortalezas y debilidades del terreno para su defensa. El capitán von Prince,
desde su base en Moshi, desplegó sus fuerzas y tomó la localidad de Taveta, al
otro lado de la frontera. Una rápida reacción británica, lo expulsó del área. Luego del bombardeo de Dar es Salaam por parte
de buques británicos, se impuso una breve tregua, con la esperanza que los
alemanes, viéndose rodeados de enemigos, cedieran, pero no fue el caso. El alto mando británico, decidió un
desembarco en Tanga. Las necesidades del imperio, impidió el despliegue de
tropas metropolitanas. Fueron empleadas tropas indias, de mala calidad, mal
entrenadas y reunidas con prisa, a tal punto que los oficiales tenían un escaso
conocimiento de sus subordinados. Estos 8000 efectivos, al mando del mayor
general Aitken, fueron enviados a Tanga. En noviembre de 1914, la llamada
Fuerza Expedicionaria B, desembarcó en dicha localidad, sin reconocimiento
previo del área y luego que el comandante del crucero HMS Fox, anunciara formalmente al comando alemán el fin de la tregua
local. Las fuerzas germanas estaban alertadas y preparadas para la dura prueba
que sobrevendría. Las tropas indias,
afectadas por las duras condiciones de navegación, que impactó en su desempeño
en combate, ante los motivados áskaris.
Lettow Vorbeck, avisado de las intenciones británicas, concentró nada menos que
un millar de efectivos en horas en Tanga, explotando hábilmente el factor
sorpresa. Los temores del comandante del crucero Fox sobre la seguridad de su nave, como de la magnitud del
dispositivo alemán de defensa, llevó que las tropas anglo indias realizaran una
aproximación indirecta, que los obligó atravesar un terreno inhóspito, lo que
agravó más el cuadro de los agotados soldados indios. La sorpresa alemana costó
a los británicos más de trescientos muertos, una retirada apresurada y dejar
tras de sí, municiones, ametralladoras, abastecimientos diversos y valiosas
piezas de artillería, que fueron aprovechados por el comando alemán. Las causas del desastre británico residieron
en subestimar la capacidad alemana, la ausencia de coordinación entre las
fuerzas terrestres y navales, y la pérdida del factor sorpresa.
La victoria de Tanga, fue para Lettow
Vorbeck una valiosa lección. La única
manera de llevar a cabo la guerra de manera exitosa con su pequeño ejército,
sería llevar a cabo acciones no convencionales, organizando columnas dotadas de
gran movilidad táctica, que estaban en constante movimiento, evitar combates
frontales, y explotar al máximo el factor sorpresa. Esto permitió, gracias a la red ferroviaria
construida previa a la guerra, concentrar fuerzas en el momento y lugar
oportunos. El intento británico de invadir desde la región del Kilimanjaro,
fracasó. En 1915, en la batalla de
Jassin, las fuerzas alemanas volvieron a triunfar, pero a costa de la pérdida
de oficiales y suboficiales, imposibles de reponer, entre ellos, el excelente
capitán von Prince, dado el aislamiento que tenía el territorio de la
metrópoli. Lettow Vorbeck tuvo que
recurrir a la policía local, ciudadanos austriacos que vivían en África y
militares retirados para engrosar su pequeño ejército. Parte de los voluntarios
fueron empleados en unidades de francotiradores para hostigar a los británicos.
Para 1916, las fuerzas germanas eran unos 14.000 efectivos, de los cuales 3.000
eran europeos.
El general sudafricano Jan Smuts que lideró la guerra contra los alemanes en África
En el puerto de Dar es Salaam, quedó el
crucero ligero SMS Königsberg, que
fue ocultado en aguas del río Rufiji, para luego ser puesta fuera de combate
por monitores británicos, desplegados especialmente para destruir dicho buque,
que significaba una seria amenaza potencial para el tráfico entre 1914 y 1915,
fue el responsable del hundimiento de varios buques aliados, generando serios
problemas a los británicos. Estos se vieron obligados a desplegar nada menos
que seis cruceros para su búsqueda, hasta que finalmente fue localizado oculto
y destruido. Esto benefició,
curiosamente, al ejército de Paul Emil, 300 marineros fueron empleados para
operar las piezas de artillería desmontadas del crucero y empleadas para apoyar
las fuerzas propias. Asimismo, había montado una cadena de 4.000 porteadores
que le permitía a los alemanes, tener un alto nivel de movilidad táctica.
crucero ligero SMS Konigsberg, perdido en el delta del Rufiji
Lettow
Vorbeck, maestro de la guerra no convencional
El fracaso de Tanga, llevó a los
británicos a reorganizar las fuerzas en África Oriental. Fueron creados dos
comandos – Mombasa y Nairobi – bajo los cuáles, fueron distribuidas las fuerzas
de
En la batalla de Jasini o Yasini, los
alemanes pusieron en evidencia su superioridad en materia de organización, doctrina
y entrenamiento. Fuerzas inferiores se impusieron a tropas coloniales
británicas – gran parte indios – donde se observó como rápidamente, los
alemanes eran capaces de concentrar unidades en un solo punto, excelente
reconocimiento previo, uso inteligente del poder de fuego y un planeamiento
acertado. Las pérdidas de cuadros
profesionales, llevó a Lettow Vorbeck, a evitar este tipo de combates. A diferencia de los británicos, no tenía la
posibilidad de recibir reemplazos desde Europa.
Los británicos, estaban empeñados de emplear soldados indios, que
padecían el clima y el entorno que afectaba seriamente su salud. La malaria
provocó que un regimiento con sus batallones quedara fuera de combate. Las garrapatas afectaban a quienes se
atrevían a dormir en chozas nativas, los problemas de alimentación y el clima. Esto no afectaba en cambio al
nivel que los indios, a los nativos, que por desconfianza, los británicos no
querían emplear y reclutar.
Artilleros navales empleados en apoyo a las fuerzas terrestres de Lettow
Los alemanes estaban desde el plano estratégico, a la defensiva, pero en el táctico, llevaban con audacia acciones ofensivas. Las compañías de campaña alemanas, fueron organizadas en patrullas no mayor a diez hombres, con suficientes medios de movilidad para poder actuar en territorio enemigo, golpear la cadena de puestos de seguridad del ferrocarril que conectaba Mombasa con Kampala, en Uganda, con la finalidad de infringir bajas, desinformar al enemigo, sobre la real ubicación de la fuerza germana y sus intenciones, capturar armas, abastecimientos y caballos. Estas patrullas estaban bien adaptadas y recorrían importantes distancias en áreas hostiles por el clima y falta de recursos. Las patrullas llevaron a descarrilar 30 formaciones ferroviarias, destruir puentes y señalizaciones. Incluso en una de las incursiones, los alemanes se llevaron 57 caballos, que fueron de utilidad para crear una compañía montada, incrementando sustancialmente la movilidad táctica.
El gobernador alemán Dr. Schnee, movilizó
la economía colonial en apoyo al esfuerzo de guerra. Dado el aislamiento por el
bloque británico, fueron empleados con suma inteligencia los recursos locales
para poder producir alimentos, construir infraestructuras, reparar vehículos y
bicicletas, uniformes, calzado y desarrollo de un laboratorio de quinina, con
suficiente capacidad para la población europea y los soldados de
tropas alemanas abriendo fuego a los británicos |
Las fuerzas británicas crecieron en número,
incluyendo voluntarios metropolitanos y hasta gente proveniente de Estados
Unidos. La comisión de defensa imperial, amplió el número de efectivos
destinados hacia el Este africano, como del envío de materiales, incluyendo
autos blindados. Los británicos para mayo de 1915 pasaron a la ofensiva y
tomaron la base alemana de Bukoba, en el Lago Victoria. Los alemanes,
combatieron y ante la superioridad, simplemente se replegaron. Las fuerzas del Reino Unido contaban con 27000
efectivos, setenta piezas de artillería, siendo potenciado por el empleo de
aeronaves del Servicio Aéreo de
Lettow con su pequeña fuerza, logró uno de
los objetivos que buscaba, obligar a los aliados a distraer recursos hacia el
teatro de operaciones africano. A pesar que no logró sacar del teatro europeo
personal y medios, si generó una pesada carga a los mandos coloniales británicos,
impidiendo que tropas africanas pudieran ser enviadas al frente occidental. El
esfuerzo está en evidencia, con las operaciones contra los medios navales
alemanes en el lago Tanganica, que hostigaban a los belgas. Fueron enviadas
desde el Reino Unido dos cañoneras, hasta El Cabo y desde allí, por medio del
tren, vías fluviales y por tierra, las lanchas recorrieron más de
Smuts decidió atacar a los alemanes desde diversos frentes y adentrarse dentro del África Oriental Alemana, gracias a su superioridad numérica. Desde el norte, el este y el sur, británicos, sudafricanos y belgas, ingresaron a territorio alemán, capturando, no sin sufrir serias pérdidas, distintas localidades. Lettow sabía que era imposible defender el norte, como otros puntos importantes, ante la superioridad enemiga, optó por eludir el combate y seguir golpeando con fuerza, cuando la oportunidad le era favorable. Pero sus pérdidas en hombres eran graves, e imposible de reponer. El cerco aliado, limitaba sus líneas de abastecimiento, pero los aliados también padecían los mismos problemas. El esfuerzo de reparar lo destruido por los alemanes insumía tiempo y hombres, ya de por sí agotarlos por las penurias de la guerra. La mosca tse tse hacía estragos con la caballería sudafricana, lo que afectaba la movilidad de las unidades de infantería montada.
Patrulla británica del 4 Regimiento de Fusileros del Rey
En la costa las fuerzas británicas, desplegaron una importante fuerza para tomar objetivos, por su magnitud, atentaba contra el concepto de “economía de fuerzas”. El pequeño puerto de Bagamoyo, defendido por una compañía alemana, requirió el desembarco de 300 Royal marines, con apoyo de un regimiento del ejército, y un escuadrón naval formado por un acorazado y dos cruceros ligeros. Los británicos encontraron instalaciones destruidas, lo que demandaba mayores esfuerzos y gastos. La moral en las fuerzas de Smuts, entraron en crisis nuevamente, al ver su enorme esfuerzo, era para buscar un verdadero fantasma. En un área conocida como Kisaki, los alemanes aprovecharon el agotamiento británico y dieron un golpe demoledor. La idea de Smuts de dar una batalla decisiva, se esfumaba, y las operaciones de búsqueda, generaban serias penalidades. Los belgas por su parte, por diferencias políticas, se contentaron con tomar los actuales territorios de Ruanda y Burundi, protectorados alemanes. Objetivos difíciles de defender y que fueron abandonados a su suerte por los germanos.
El avance británico, provocó problemas de
abastecimiento de alimentos para los alemanes. La táctica sufrió algunos
cambios. Lettow, movió sus fuerzas con suma habilidad, para abastecerse del
vital mijo, alimento básico de sus soldados. De manera ingeniosa, sus
movimientos estaban ligados a los campos de cultivo de este producto, lejos de
la amenaza enemiga. Pero el aislamiento y la necesidad de procurarse otros
víveres y vestuario, llevó al comandante alemán, a marchar hacia el sur, hacia
Mozambique, en manos de Portugal, a
pesar de estar en guerra con Alemania, carecía de una defensa eficaz en dicho
territorio. Este movimiento nunca fue
detectado por la inteligencia británica. Una muestra más de la habilidad de
Lettow para engañar a sus enemigos. Smuts en 1917, fue relevado del cargo, fue
convocado a
Berlín decidió socorrer a su fiel general
en África, con un zeppelín con 13 toneladas de ayuda médica y alimentos. La
operación fracasó, luego de haber recorrido
Soldado "Askari" de las fuerzas alemanas en África Oriental.
El fin de una gran aventura
El entrenamiento de los alemanes le
permitía recorrer 24/30 km diarios, con caminatas de seis horas, descansos de
media hora cada dos o tres horas. En la zona controlada por los portugueses,
tomaron un puesto militar, que luego de un violento, pero corto combate, los
alemanes se apoderaron de armas, municiones, caballos, uniformes y medicinas.
Durante varios meses, los alemanes recorrieron el norte de Mozambique,
eludieron con habilidad a los británicos y generaron serios contratiempos a los
portugueses. Finalmente, las fuerzas de Lettow, ante el desembarco británico en
Punta Delgada y el avance de columnas desde el actual Malawi, con el temor que
su repliegue fuera bloqueado, regresaron al antiguo territorio alemán. El 9 de
noviembre de 1918, los alemanes libaron la batalla de Kasama con éxito, pero su
situación en materia de recursos humanos era realmente crítica. En un
reconocimiento llevado personalmente por el general Lettow Vorbeck, en su
bicicleta, cuando se aprestaba para tomar su próximo objetivo militar. El 25 de noviembre de 1918, enterado del
Armisticio, Lettow se rindió formalmente en Abercorn, Rhodesia del Norte, con
una fuerza de 20 oficiales, 6 oficiales médicos, un veterinario, 125 europeos,
1156 askaris, 1.598 portadores y un
número no identificado de mujeres y
niños (se estima unos 3.000). El comandante alemán solicitó la paga a los
británicos de los salarios atrasados por un millón y medio de rupias, estos se
negaron (los prisioneros, según el derecho humanitario, reciben paga, y esto
corre a cargo de la potencia que los detenta).
Los alemanes fueron internados de manera separada de los nativos. El trato hacia los germanos fue caballeresco
por parte de los británicos, pero los nativos africanos fueron encerrados en
precarias condiciones, casi sin alimentación y atención médica. Lettow Vorbeck protestó airadamente por dicho
trato a los comandantes británicos, que hasta cierto punto se ocuparon de los
reclamos. Los alemanes regresaron a su
patria en 1919, Lettow Vorbeck, fue recibido como héroe por multitudes jubilosas
en las calles de Hamburgo. En aquella ciudad, pronto estalló un motín
comunista, el general Lettow al mando de un cuerpo franco (freikorps) o de voluntarios derrotó la intentona. Excluido en 1920
de las fuerzas armadas, por estar implicado en el llamado Golpe de Kapp, se
dedicó a la política, ingresando al Parlamento como diputado del Partido
Nacional Alemán, de filiación monarquista. Oscurecido por los nazis, con los
cuáles no tenía ninguna simpatía.
En tiempos de posguerra, la situación del general Lettow, no era para nada buena. Su viejo enemigo, el general sudafricano Jan Smuts, creó una fundación para ayudar a su antiguo rival, pagando una pensión hasta la muerte de von Lettow Vorbeck en 1964. En ese mismo año, el gobierno federal alemán pagó las deudas por salarios impagos a los viejos soldados nativos y sus familias que lucharon del lado alemán, en la actual Tanzania
La genialidad este comandante alemán, pone
en evidencia la eficacia de la combinación de liderazgo, disciplina, valor,
adecuado planeamiento y tácticas no convencionales, que permitió que las
pequeñas fuerzas germano africanas, nunca fuera derrotadas, mantuviera su
cohesión durante cuatro años de conflicto, en condiciones de aislamiento y
rodeados de territorios enemigos, que demandó la movilización de enormes
recursos humanos y materiales, agregándose las pérdidas de los aliados para
lidiar con la peculiar guerra de
guerrillas librada por el general Paul Emil von Lettow Vorbeck, sus cuadros y
sus abnegados askaris.
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