El martirio de Bassiri. El nacimiento del movimiento nacionalista saharaui

 

El entonces Sahara Español, era una colonia olvidada, ocupada efectivamente recién en 1936. La retirada española de Marruecos,  la guerra de Sidi Ifni, impulsó al gobierno español a tomar medidas sobre su colonia olvidada. En aquellos tiempos, la población era en gran parte pastores trashumantes, con escasos recursos, colonos pobres. Un lugar para nada prometedor. Asimismo era la “escuela” para la célebre Legión Española, donde se forjaron mandos y tropas en la dura vida del desierto.  En los años 50, aquellos súbditos olvidados se transformaron el españoles, ahora eran una provincia española de pleno derecho y con representación en las Cortes Generales.

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El descubrimiento de los fosfatos –una bendición que luego se transformó en la maldición del territorio saharaui– generó importantes cambios en la sociedad saharaui. La sedentarización, la pérdida de la influencia social de los chej o jefes tribales, y la construcción de la “identidad saharaui”. Los jóvenes influenciados por los procesos de descolonización, por la “legendaria” Revolución argelina, clamaron por cambios. Los “chej” estaban corrompidos por el régimen español, solo defendían intereses de clanes y sus negocios particulares.  Será la fuerza de la juventud, la que impulsará los reclamos por cambios en el Sahara Español.

La cesión de Sidi Ifni a Marruecos, llevó al Sahara Español al Comité de Descolonización, donde abiertamente se exigió a España que adoptara medidas conducentes a permitir la autodeterminación del pueblo saharaui. Desde 1964, Naciones Unidas estableció que sería un referéndum, el mecanismo por el cual los saharauis decidirían su destino.  En aquellos momentos las diferencias entre el presidente del gobierno español, almirante Carrero Blanco y el ministerio de Asuntos Exteriores español (favorable a descolonizar), llevaron a una parálisis del proceso.

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La idea de conservar el Sahara para sectores españoles tenía su lógica, desde la perspectiva económica (pesca y fosfatos) y estratégica (seguridad de las Canarias, mantener bases en la retaguardia del incómodo vecino marroquí), ello llevo al gobernador español, con la idea de mostrar la existencia de una corriente local favorable a mantener la presencia española una manifestación orquestada por las autoridades españolas. En aquellos momentos, el movimiento nacionalista saharaui, de carácter moderado, buscaba una salida negociada, sin romper con España, debido a la amenaza marroquí.

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La entonces Organización Avanzada para la Liberación del Sahara, liderada por el carismático y moderado Mohamed Bachir Ulad Sidi Brahim, conocido como Bassiri, promovieron una manifestación para hacerle saber al mundo que los saharauis querían ser una nación y decidir sus propio destino.  Los independentistas movilizaron 3.000 personas, frente a no más de 200 que se manifestaron a favor del gobierno español.  El general Salazar, gobernador del Sahara, ordenó dispersar a los manifestantes con tropas de La Legión.  Muchos fueron detenidos, otros heridos por el fuego real de los legionarios y Bassiri, detenido y desaparecido. Esta situación trágica abrió un abismo entre saharauis y autoridades españolas, el camino hacia la lucha armada estaba abierto. Todo ello fue un fatídico 17 de junio de 1970.

General Gómez Salazar 

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La pérdida del moderado y carismático Bassiri, favorable al diálogo, que reclamaba cambios que demandaban los sectores más jóvenes, de reforma, modernización y mayor participación de la población saharaui, llevó a muchos a considerar a tomar medidas más drásticas. Tiempo después nacía el Frente Polisario.

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La lucha de Bassiri, los hechos lamentables del 17 de junio de 1970, son pruebas irrefutables de la firme voluntad del pueblo saharaui de decidir sobre su propio destino. 

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