Propuesta de creación del COMPLEJO INDUSTRIAL NAVAL “BUENOS AIRES”

 


El decreto 336/1978 aprobó los contratos celebrados entre la Armada Argentina con las firmas germanas THYSSEN RHEINSTAHL TECHNIK G.m.b.H." y "THYSSEN NORDSEEWERKE G.m.b.H." para la provisión de servicios y bienes para la construcción de submarinos TR 1700 en un astillero especializado en Argentina. Se constituyó una empresa destinada a ejecutar el proyecto: Astilleros Ministro Domecq García SA en Dársena Sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sus instalaciones fueron construidas entre los años 1978-1981. Por razones políticas y de presupuesto, el proyecto quedó paralizado. La citada firma fue liquidada, las herramientas y maquinarias transferidas a la Armada y las instalaciones quedaron cerradas, hasta ser parcialmente utilizadas por el astillero TANDANOR.

Por el Dr. Jorge Alejandro Suárez Saponaro

Las instalaciones constan de un edificio de construcción de 35.000 m2, con una nave central de 200 metros de longitud, con dos líneas horizontales y paralelas de construcción. Gracias a un transbordador sobre una playa de transferencia se comunica con el Syncrolift, posibilitando la botadura de submarinos o su ingreso al taller para reparaciones.  La obra contempla edificios administrativos y hasta la para fabricación de torpedos en un área de 12 hectáreas.  Existen tres naves, dos de 206 metros y otra de 110 metros de largo, más otras once naves auxiliares que van desde los 500 a 2.500 m2. Estas instalaciones pueden procesar 15.000 toneladas de acero por año. Junto a estas capacidades está la empresa TANDANOR, especializada en reparaciones, con una importante capacidad instalada y mano de obra altamente calificada.



Estamos frente un valioso patrimonio, con un gran potencial. La Industria Naval se caracteriza por ser una “industria concurrente”, dado el gran número de relaciones interindustriales que moviliza como consecuencia de demandar numerosos componentes como insumos, equipos e instalaciones. En Argentina este sector es provisto por unos 62 sectores diferentes.[1] Asimismo requiere mano de obra altamente calificada y con diferentes niveles de calificación.

Las instalaciones conforman el Complejo Industrial Naval Argentino o CINAR, creado por la Resolución 1103/2008. Más allá que no crea una persona jurídica, sino que promueve aprovechar capacidades de las instalaciones de TANDANOR y el Astillero Almirante Storni, nueva denominación de las instalaciones que pertenecieron a la empresa desaparecida, Astilleros Ministro Manuel Domecq García SA.

El CINAR está en un área donde se ubica la denominada “Isla Demarchi” donde funcionan la ex Dirección de Vías Navegables (hoy en la Agencia Nacional de Puertos y Navegación), la Escuela Nacional Fluvial, Observatorio Naval, Museo de los Calcos, helipuerto de la Policía Federal, talleres de la Prefectura Naval, la Central Termoeléctrica Costanera, y un muelle de Hidrovía SA.  En dicha “isla” existen una serie de edificaciones fuera de uso, que podrían ser de utilidad para actividades productivas vinculadas con el sector naval.

En los últimos años el área de Isla Demarchi ha sido objeto de intereses inmobiliarios. Creemos que las capacidades existentes, desde el punto de vista del interés nacional, lo más conveniente es su transformación en un polo industrial y tecnológico vinculado a la industria naval.



Descripción General. La creación de un complejo industrial naval en el marco de un régimen de compensaciones industriales.

En el marco del posible régimen de compensaciones industriales – off set – resultado del contrato de adquisición de submarinos destinados a la Armada Argentina, consideramos de valor estratégico, adoptar previsiones para la transferencia de tecnología y el impulso a la industria naval y sectores asociados con ella. En primer lugar, definiremos como off set como un sistema asociado a compras de gran volumen en el exterior, especialmente sistemas de armas, que busca compensar al país que hace la compra, con beneficios tales como inversión extranjera, compra de bienes y transferencia tecnológica.

Los acuerdos de compensaciones industriales en el sector industrial de defensa, se han convertido en un aspecto clave de en los grandes contratos de adquisiciones de sistemas de armas. Estos acuerdos están diseñados para extraer valor económico, tecnológico o industrial adicional de las grandes compras de defensa y van mucho más allá del simple suministro de equipos.

Ampliando lo señalado en el primer párrafo, un programa de programa de participación o cooperación industrial (también conocido como acuerdo de compensación) es un compromiso del gobierno extranjero proveedor de reinvertir en el país comprador. Es cada vez más frecuente, la obligatoriedad de los contratos de defensa de alto valor, ofreciendo beneficios que van más allá de los sistemas de armas entregados. Los países están avanzando en legislaciones nacionales que regulan este aspecto.  Existen dos categorías principales:

Ø  Compensaciones Directas: Actividades directamente relacionadas con el valor del contrato (fabricación local, montaje, coproducción o mantenimiento de la propia plataforma de defensa).

Ø  Compensaciones indirectas: Las iniciativas más amplias incluyen transferencia de tecnología, inversiones locales en industrias no relacionadas, asociaciones de Investigación y Desarrollo, capacitación de habilidades o desarrollo de infraestructura.

La importancia de las compensaciones industriales, impactan en los objetivos estratégicos para el Estado comprador:

Ø  Desarrollo económico: Las compensaciones promueven la creación de empleo nacional, aumentan las contribuciones al PIB y estimulan nuevos sectores industriales.

Ø  Adquisición de tecnología: Las naciones se ven obligadas a adquirir las últimas tecnologías que de otro modo no podrían desarrollar.

Ø  Desarrollar capacidad soberana: Al promover la diversificación y la localización de la cadena de suministro de defensa, los requisitos de compensación ayudan a mitigar los riesgos asociados con la dependencia excesiva de proveedores extranjeros para componentes y materiales críticos. Esto mejora la resiliencia de la cadena de suministro y reduce la vulnerabilidad a las interrupciones.

Ø  Crecimiento de las exportaciones y el comercio: Las compensaciones indirectas a menudo conducen a una diversificación económica más amplia, lo que a su vez impulsa el crecimiento de las exportaciones y el comercio.

Ø  Mantenimiento de la Base Industrial Estratégica: Las estrategias de compensación contribuyen a mantener y expandir la base industrial estratégica de un país, garantizando la disponibilidad de capacidades e infraestructura esenciales para la defensa. Esto es crucial para preservar la soberanía y la resiliencia nacionales en medio de la incertidumbre geopolítica.

Ø  Difusión tecnológica e innovación: La colaboración con las industrias nacionales mediante programas de compensación puede facilitar la difusión tecnológica y promover la innovación en diferentes sectores de la economía. La colaboración entre contratistas de defensa y empresas locales suele conducir al desarrollo de nuevos productos, procesos y tecnologías con aplicaciones civiles, lo que genera beneficios económicos más amplios más allá del sector de defensa.

Las empresas de defensa pueden abordar los acuerdos de compensación de manera estratégica para insertarse más profundamente en nuevos mercados, desarrollar empresas conjuntas duraderas y aumentar los flujos de ingresos futuros.

La India es un ejemplo de empleo exitoso del régimen de compensaciones para fortalecer capacidades industriales e impulsar alianzas estratégicas. Por ejemplo, las normas indias prevén que un 30% del valor de los contratos, sean destinados en el desarrollo de sectores tales como el aeroespacial y de defensa. Un ejemplo gráfico fue el acuerdo entre Francia e Indiapara la adquisición del avión de combate Rafale. El gigante aeroespacial francés Dassault Aviation acordó invertir en la industria aeroespacial y de defensa de India como parte de los requisitos de compensación del contrato. Esto incluye proyectos como la creación de empresas conjuntas para fabricar componentes en India, la transferencia de tecnología a empresas indias y la financiación de proyectos nacionales de I+D en defensa.

Los acuerdos de compensación se pueden transformar en una ventaja estratégica para las partes involucradas. En el caso argentino, a nuestro entender significará la modernización de la industria naval, impulso a la innovación y la inserción del sector en cadenas de valor global, de la empresa o grupo de empresas responsables de llevar a cabo el offset, impulsando la creación de empresas conjuntas, generando valor agregado a la economía local.



Las empresas líderes del sector de producción para la defensa, consideran como una ventaja competitiva ofrecer acuerdos de compensación. Esto abre un abanico de oportunidades para la Argentina y lograr que un contrato de la magnitud por los montos y el nivel de complejidad industrial y tecnológico, para concretar un acuerdo de compensación, que impacte en el desarrollo de capacidades industriales estratégicas, beneficiando tanto al campo militar como civil.

A los fines de poder implementar un acuerdo de compensación industrial, derivada de la adquisición de nuevos submarinos para la Armada (hablamos de una cifra de más de US$ 2000 millones), consideramos pertinente las siguientes líneas de acción:

Ø  Creación del Ente Autárquico “Complejo Industrial Naval Buenos Aires” (CINBAIRES) responsable de la administración y gestión del polo tecnológico naval que incluya a TANDANOR – Astilleros Almirante Storni y la isla Demarchi.

Ø  El Astillero Almirante Storni, dependerá del CINBAIRES y operará como “astillero de segundo piso”. Limitándose el Ente al mantenimiento y administración de las instalaciones del Storni. Esto facilitará celebrar contratos asociativos, como la modalidad “joint venture” que permita un uso flexible de las capacidades existentes.

Ø  Organización de una instancia técnica responsable a cargo de la evaluación de los proyectos de compensación industrial ofrecidos por los potenciales proveedores. Asimismo, deberá desarrollarse un banco de proyectos.[2]

Ø  Establecer como condición que TANDANOR – Almirante Storni sea subcontratista en el proyecto de construcción de los nuevos submarinos.

Ø  Alcanzar un acuerdo con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para la puesta en valor de instalaciones y espacios de la isla Demarchi y facilitar la radicación de empresas en el marco de la creación de un clúster marítimo – fluvial, agrupando además asociaciones profesionales, sindicatos, instituciones educativas vinculadas con la economía marítima.

Ø  Estudio de las instalaciones y espacios de la Isla Demarchi para facilitar la radicación de empresas vinculadas al polo industrial propuesto.

Ø  La creación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de una Zona Franca, a los fines de facilitar la importación de insumos y bienes para el Complejo Industrial Naval propuesto. Esto derivará de acuerdos entre Nación y la Ciudad, que demandará un decreto que reglamente el vacío dejado por la ley 24331, respecto al gobierno de la Ciudad.

Ø  Promover la adhesión de la Ciudad Autónoma al régimen de Grandes Inversiones previsto por la ley 27.742.

El CINBAIRES tendrá como objeto la radicación de establecimientos industriales y productivos dentro del “Complejo” sus competencias abarcarán:

Ø  Administrar los servicios de infraestructura existentes en el predio y los que en el futuro puedan construirse, instalarse o contratarse.

Ø  Celebrar convenios con organismo locales, nacionales e internacionales, como entidades privadas.

Ø  Concesión, arrendar con opción a compra, ceder en comodato u otra modalidad contractual destinado a otorgar a terceros la tenencia y/o posesión de bienes, con el objetivo de impulsar la radicación industrial.

Ø  Gestionar, administrar y mantener las instalaciones del Astillero Almirante Storni.

Ø  Realizar operaciones de crédito con el objetivo de mejorar las instalaciones y servicios del polo industrial.

Ø  Brindar servicios de Outsoursing.[3]

Ø  Servicios de Project Managment [4] y actuar como incubadora de empresas en cooperación con entidades privadas, universidades, etc.

La creación del CINBAIRES, permitirá contar con una estructura que permitirá implementar/supervisar las inversiones resultantes de los acuerdos de compensación, además de ser un organismo con amplias facultades para desarrollar infraestructuras, brindar servicios e impulsar el uso racional de las capacidades instaladas y coordinar los organismos presentes en el espacio administrado por el Complejo.



El Astillero Almirante Storni y el concepto “astillero de segundo piso”

El Astillero mencionado, operará como señalamos anteriormente como “astillero de segundo piso” bajo el concepto “PIFLO” (Paquetes Importados con Financiamiento Local).  Esto le permitirá operar junto a TANDANOR o no, según el tipo de proyecto. Recordemos que en su momento Astilleros Domecq García funcionó como una empresa separada de TANDANOR.

Nos dicen los ingenieros Podetti sobre un nuevo concepto productivo de las instalaciones de TANDANOR y Astilleros Almirante Storni: Usando un ejemplo del sistema financiero, la idea es que CINAR se posicione como un “astillero de segundo piso” asociándose “proyecto a proyecto” con los astilleros privados, que deben ser los principales gestores efectivos de las operaciones industriales navales. Los privados tendrán a cargo el proyecto, la planificación y la producción en sí, contratando personal, talleres y los navalpartistas necesarios para cumplir en calidad, plazo y presupuesto acordados con sus clientes. CINAR aportará el uso de instalaciones necesarias durante el plazo acordado y eventualmente podría ejercer de apoyo en las gestiones ante los organismos estatales en relación al comercio exterior, la obtención de garantías y de financiamiento. Su dotación de personal, fija y contratada, no deberá crecer y podrá ser reorientada a tareas de mejoras, mantenimiento y operación de la infraestructura, al apoyo administrativo de las UTE y, en tercer lugar, a tareas productivas puntuales que el privado le contrate.[5]

La ley 27.328 de Contratos de Participación Público – Privada, contiene las regulaciones que permitirían la modalidad propuesta. Esto habilitaría tanto a grupos privados locales como extranjeros para llevar a cabo proyectos tanto de construcción como también reparaciones importantes.

El concepto señalado fue brillantemente expuesto por los ingenieros Podetti en su obra Industria Naval Argentina.[6] Las instalaciones del Almirante Storni serán empleadas bajo las siguientes modalidades, aplicando un régimen contractual basado en el concepto Unión Transitoria de Empresas. Sobre su propuesta podemos definir lo siguiente:[7]

Ø  Opción 1: Se conforma por “Storni+ Astillero 1”, al que se suma un grupo externo en el esquema PIFLO, aportando los equipos importados más el financiamiento total incluido el que la UTE debe comprar en el mercado interno. En este caso, la UTE tiene un contrato con un ente oficial nacional (por ej., patrulleras para la Prefectura Naval o submarinos para la Armada) generando una venta interna al Estado.

Ø  Opción 2: Se conforma una UTE formada por “Storni + Astillero 2” y adquieren insumos en el mercado nacional y exterior. La venta sería una exportación financiado por un organismo internacional para una agencia oficial u organismo estatal de un tercer país. 

Ø  Opción 3:  Una UTE formada por “Storni + Astillero 3” y adquiere los insumos tanto en el mercado nacional como internacional. La venta es para un armador privado.

En el caso de llevarse a cabo la adquisición de submarinos, podría implementarse los mecanismos previstos por la Opción 1.

La aplicación del modelo “UTE” es un cambio en la gobernanza de los astilleros Tandanor – Storni, significará el acceso a nuevos mercados, la oportunidad de compartir costos y riesgos, la posibilidad de aprovechar recursos y conocimientos complementarios, la mejora de la competitividad a través de sinergias y economías de escala y una estructura flexible que permite la colaboración en proyectos específicos.

En el modelo propuesto, los costos operativos del Estado en la gestión del astillero Storni se verán reducidos drásticamente, asimismo se abre la posibilidad que las PYMES puedan participar en proyectos de envergadura bajo las modalidades propuestas.


La necesidad de incentivos a la industria naval

La Argentina precisa revisar la legislación en materia de marina mercante e industria naval. El veto parcial impuesto de la ley 27.418, sin ninguna convirtió un régimen de fomento a un sector de alto valor estratégico en letra muerta.  El sector tiene unas 300 empresas que dan trabajo a 10.000 personas.  El daño por la competencia de Paraguay en la Hidrovía, y en menor medida por Bolivia y Uruguay, genera pérdidas de US$ 600 millones en flete para Argentina, mientras que en fletes marítimos nuestro país gasta US$ 3.000 millones aproximadamente.

El potencial en materia de producción de petróleo y gas natural en la cuenca de Vaca Muerta, ofrece una oportunidad para el desarrollo de la industria naval. En los años 70, Noruega ante el boom petrolero, la estatal Statoil, promovió el desarrollo de una cadena de valor, fomentando el uso de bienes producidos en el país. Esto se extendió a operadores extranjeros, priorizando en la concesión de licencias de explotación de hidrocarburos, aquellas empresas que contrataran bienes y servicios de instituciones noruegas. En treinta años el régimen de fomento noruego, creó una importante industria naval y navalpartista vinculada con la explotación offshore, generando más de 100.000 empleos directos e indirectos.  Nuestro vecino brasileño aplicó un régimen de fomento similar, permitiendo que casi dos mil empleados que había en astilleros brasileños en el año 2.000, en quince años, el sector empleaba a más de 80.000. [8]



En 2019 un relevamiento del gobierno nacional puso en evidencia que la mitad de la flota pesquera posee una antigüedad superior a los 40 años. En dicho año era necesario reemplazar el 40% de la flota pesquera (unos 240 buques) por un volumen de US$ 1595 millones. Un mercado más que prometedor para la industria naval, que puede también beneficiar el Complejo Industrial propuesto en este trabajo. [9] La empresa o grupo contratista del proyecto de submarinos y que deba cumplir con los acuerdos de compensación, podría verse beneficiado ampliamente por la existencia de un régimen de fomento de la industria naval, como proveedor para el mercado local, como también en materia de exportación.



El régimen de fomento deberá contemplar un régimen especial impositivo, similar al aplicado en la región para impulsar la construcción nacional y la expansión de la flota mercante nacional:

Ø  Deducción en el impuesto de ganancias por inversiones y programas de investigación.

Ø  Fondo fiduciario para financiar la compra de insumos y de buques construidos en el país.

Ø  Reducción de gravámenes para la importación de bienes e insumos para la producción de buques en el país.

Ø  Créditos fiscales para la generación de nuevos empleos en el sector.

Ø  Reintegro del IVA, exención del pago de impuestos por ingresos brutos y municipales.

Ø  Empleo del Fondo Nacional de Defensa y del Fondo Nacional de Pesca para financiar la compra de buques construidos en el país.



El programa de renovación de la Fuerza de Submarinos como herramienta para el impulso de industrias de valor estratégico.

En julio de 2025, Indonesia alcanzó un acuerdo con los astilleros franceses Naval Group para la construcción en los astilleros PT PAL de dicho país, de dos submarinos Scorpène Envolved, tiene como resultado la capacitación de 400 ingenieros y técnicos indonesios y la transferencia de tecnología para la fabricar los citados buques en astilleros indonesios, en el marco de una alianza estratégica entre Francia e Indonesia. Naval Group abrió una filial en el país asiático.  La India, con su programa de seis submarinos para su Marina, alcanzó un acuerdo con Thyssen para la transferencia de tecnología necesaria para que los buques fueran construidos en astilleros indios, con su impacto en la mejora de las capacidades productivas del astillero seleccionado, ya sea para el desarrollo de submarinos de diseño nacional como también mejoras para las construcciones navales civiles.  Un ejemplo, ha sido Turquía, que gracias a programas de transferencia de tecnología en la construcción de los submarinos U209, hoy el país tiene la posibilidad de producir buques de este tipo de diseño propio, además de tener de una competitiva industria naval, que se vio beneficiada por acuerdos de compensación suscriptos en su momento.

En el caso argentino, debemos retomar el camino perdido, que se intentó con los TR 1700. En una primera instancia la presente propuesta prevé crear un complejo industrial, en manos de un ente autárquico, agregándose la necesidad de adecuar la legislación, un régimen de incentivos fiscales. Dicho organismo responsable de gestionar el Complejo, tendrá la participación de la Ciudad (por la ubicación de los terrenos) además de la Nación (propietaria de los astilleros TANDANOR, Almirante Storni y de los edificios de organismos nacionales ubicados en isla Demarchi). 

La situación del actual CINAR (TANDANOR – Astillero Almirante Storni) plantean la necesidad de un nuevo modelo de gestión, utilizando las herramientas legales existentes en materia de creación de Uniones Transitorias de Empresas y del régimen de contratos público - privados. En una primera instancia, la transferencia de tecnología residirá en la capacidad de montaje de submarinos, para abrir una segunda etapa, donde la industria nacional pueda proveer de insumos y componentes de mayor grado de complejidad tecnológica, con el objetivo de alcanzar cierto nivel de nacionalización de los componentes de los submarinos que sean operados por la Armada Argentina.

La capacitación de profesionales y técnicos, la innovación en métodos productivos, la incorporación de herramientas, bienes de capital y nuevas tecnologías en la construcción naval, permitirán que las capacidades industriales del CINBAIRES tengan un perfil competitivo que impacte no solo en la defensa nacional, sino en el ámbito civil.

El esfuerzo realizado por el país, en la adquisición de los nuevos submarinos para la Armada, deberá volver en inversiones, transferencia de tecnología y en el fortalecimiento de la base industrial de defensa, con su beneficio para la industria civil, generando miles de empleos calificados y un entramado de proveedores, impulsando el desarrollo de un sector de alto valor estratégico, como es la industria naval.



Nota del Autor: En atención que muchos de mis trabajos han sido copiados textualmente en proyectos de ley, trabajos académicos, artículos. Solicito, por lo menos citen la fuente. Estos trabajos tienen como objeto plantear que hay posibilidades de sacar a la Argentina del subdesarrollo, dependencia y subordinación.

 

 

 



[1]Lucía Mauro y Fernando Graña:“Clusters navales argentinos: situación actual y lineamientos de política para su desarrollo” Disponible: https://nulan.mdp.edu.ar/id/eprint/2501/1/mauro.grana.2011.pdf. Consultado el 29 de septiembre de 2025.

[2] Un banco de proyectos es un sistema o registro donde se documentan, analizan y organizan iniciativas de inversión, tanto públicas como privadas, para su posterior evaluación de viabilidad y financiamiento. Estos instrumentos de planificación son fundamentales para la toma de decisiones, permitiendo a las entidades públicas y empresas identificar, seleccionar y ejecutar proyectos que alinean con sus objetivos de desarrollo y crecimiento económico, asegurando un uso eficiente de los recursos disponibles. En el caso de Chile, en el marco del Proyecto Tridente (construcción de nuevas fragatas) el organismo responsable de la evaluación de proyectos fue creada una Gerencia especializada para desarrollar un banco de proyecto. Nota del Autor.

[3] El outsourcing, también conocido como subcontratación, se utiliza en diversas situaciones en las que una empresa decide externalizar ciertas funciones, procesos o servicios a terceros especializados. Nota del Autor.

[4] “Gestión de Proyectos” o “Gerenciamiento de Proyectos”, y es una disciplina que se encarga de mejorar los procesos para llegar a resultados exitosos. Entonces, la Gestión de Proyectos o Project Management es toda metodología tendiente a ordenar procesos para maximizar los beneficios en los resultados obtenidos. Asimismo, dicha disciplina incluye el planeamiento, la organización, la estrategia, y el control de los recursos disponibles, con el propósito de conseguir uno o varios objetivos. Consultado en: https://www.capacitarte.org/blog/nota/que-es-el-project-management.

[5] PODETTI, Raúl Rafael y Raúl Eugenio. Industria Naval Argentina – 100 años. Edición del Autor. Buenos Aires, 2018, páginas 302-303.

[6] Ídem.

[7] En las diferentes opciones podría integrarse TANDANOR. Nota del Autor.

[8] LUGARINI, Fabián: “EXPLOTACIÓN PETROLERA OFFSHORE: ¿CON O SIN LA INDUSTRIA NACIONAL?” Disponible en https://cesarlerena.com.ar/2023/09/01/explotacion-petrolera-offshore-con-o-sin-la-industria-nacional-fabian-lugarini/. Consultado el 21 de septiembre de 2025

[9] LERENA, César: “EL GOBIERNO FEDERAL DEBE AVALAR LOS CREDITOS PARA RENOVAR LA FLOTA PESQUERA NACIONAL.” Disponible en https://cesarlerena.com.ar/2019/05/09/el-gobierno-federal-debe-avalar-los-creditos-para-renovar-la-flota-pesquera-nacional/. Consultado el 21 de septiembre de 2025. 




 




 





 

 




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