Mensaje de Navidad de 2025 del Dr. Jorge A Suárez Saponaro
Estimados amigos, como hace años venimos haciéndolo, les dejo una serie de reflexiones sobre la Navidad de 2025. Finaliza un año difícil para nuestro país y el mundo azotado por la violencia y la intolerancia. En Navidad los cristianos conmemoramos la venida de nuestro Señor Jesucristo quien vino en tiempo de zozobra, de opresión, corrupción e injustica. En palabras del Papa Francisco referente a la Nochebuena: se ha renovado el misterio que no cesa de asombrarnos y conmovernos: la Virgen María dio a luz a Jesús, el Hijo de Dios, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre. Así lo encontraron los pastores de Belén, llenos de alegría, mientras los ángeles cantaban: “Gloria a Dios y paz a los hombres” (cf. Lc 2,6-14). Paz a los hombres.
Jesús vino a este mundo a traer
el Mensaje de Salvación, en un tiempo oscuro. Quiénes decidieron seguirlo,
debieron renunciar a muchas cosas. La liberación no pasaba por la espada contra
un poder político, sino era liberar las almas.
A través del Mensaje, Dios
inició un diálogo con el hombre, a mostrarle el camino a su encuentro. Navidad
es una invitación a liberar nuestras almas del pecado y encontrarnos con
nuestra Fe, la Iglesia y sobre todo con Dios.
Este es un tiempo, donde
celebramos la venida del Salvador al Mundo. Navidad no son regalos, reunión
social o materialismo, es el momento que Dios nos da una nueva oportunidad para
encontrar el camino a la Salvación, para reflexionar sobre el Mensaje del Hijo,
de sus enseñanzas, ejemplos y sacrificio. La Puerta del corazón de Dios está
abierta y aprovechemos este tiempo para volver a Él.
Es hora de volver a las fuentes,
a la esencia de ser cristianos. “Lo que
se ve es transitorio, lo que no se ve es eterno”. San Pablo con estas
palabras nos dice que lo material es algo pasajero, que lo verdadero pasa por
otro lado. Debemos acercarnos aquellos más vulnerables, no solo en lo material,
sino también en lo espiritual. Las personas
no valen por sus posesiones terrenales, por su aspecto sino por sus valores,
por su calidad humana. Jesús eligió a quienes lo seguía por sus cualidades
morales. El Hijo de Dios estaba junto a los desheredados, los olvidados, los
pobres y los puros de corazón. Tomemos nota de ello.
Estimados amigos, recibamos Navidad
con alegría: ¡Jesús ha nacido! Feliz Navidad, con Fe, Esperanza y Salud.
Les dejo estas palabras del
eminente teólogo Bruno Forte:
Buscaba
una tierra, muy bella,
donde
no falta el pan y el trabajo ¡la tierra del cielo!
Buscaba
una tierra, una tierra muy bella,
donde
no hay dolor y miseria
¡la
tierra del Cielo!
Buscando
esta tierra, esta tierra muy bella fui a golpear,
rogando
y llorando, a la puerta del cielo…
Una
voz me dijo, detrás de esa puerta
“Vete,
vete,
Porque
ya me escondí en los pobres”
Buscando
esta tierra, esta tierra muy bella,
Junto
a los pobres,
Hemos
encontrado la puerta del Cielo
Oremos por aquellos, que por diversas
circunstancias puedan tener una Navidad digna.
Felicidades.
Dr.
Jorge Alejandro Suárez Saponaro

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