El Sultanato de Omán Un país árabe poco conocido
Mascate |
Omán es un actor poco conocido fuera del Próximo Oriente, pero por su posición geográfica, tiene un alto valor geopolítico, especialmente por el control de la península de Musendam, que cierra la entrada al Golfo Pérsico. Mantiene vínculos diplomáticos tanto con Israel como con Irán, en el marco de una política exterior pragmática, Aliado tradicional de intereses occidentales, manteniendo estrechos lazos con Gran Bretaña y Estados Unidos. A diferencia de su vecino saudita, es un país tolerante desde el punto de vista religioso. Desde lo político, el sultán retiene una elevada cuota de poder. La historia de Omán es muy rica, y pocos saben que es el estado árabe independiente más antiguo, el país se transformó en una entidad independiente desde el siglo VIII luego de la caída de los Omeyas.
Por Jorge Alejandro Suárez Saponaro
Director Diario El Minuto Argentina
Las costas de Omán eran conocidas desde tiempos
antiguos, como fuente proveedora de cobre y diorita. Entre los siglos VI – IV
a.C., el territorio estuvo influenciado por el imperio persa, que ejerció
control en la franja costera. Los
imperios parto y sasánida, que controlaron Irán, también hicieron acto de
presencia en la zona. La cultura persa influenció en las poblaciones locales,
que le dio una impronta peculiar frente a otros grupos árabes de la región.
El Islam se hizo presente en el siglo VII,
estando en vida el propio Profeta Mahoma. En el año 751, con la caída de los
Califas Omeyas, y la llegada de los abásidas en Bagdad como nuevos Califas, la corriente Ibadí del Islam se extendió
rápidamente en el territorio del actual Omán e implanto el régimen del imanato,
independiente del poder de Bagdad. Los ibadíes, una rama conservadora moderada,
tiene como características la elección de los gobernantes por medio de
consensos y consentimiento popular. En
los siglos X y XII, el territorio fue controlado por la secta de los qármatas, seguido
por los buyíes, y los turcos selyuquíes.
En el siglo XII, más precisamente en el año 1154, tomó el poder la
dinastía Nabhani, que rigió los destinos del país por varios siglos.
En 1515, los portugueses arrebataron Mascate a
los imanes de Omán, y permanecieron allí hasta 1650, cuando fueron expulsados
por los omaníes. El valor estratégico de las costas de Omán, fue rápidamente
identificada por los lusitanos. Esto les permitió utilizar el país como “cabeza
de puente” hacia
El siglo XVIII encontró al país inmerso en
conflictos dinásticos, que favoreció la conquista iraní de los puertos de
Mascate y Sohar. En aquel tiempo, el país era ambicionado por británicos y
holandeses. Una rebelión contra la dinastía pro iraní local, llevó al clan Al
Said hacerse con el poder y con el título de sultán de Mascate en 1748. En
1798, los británicos suscribieron un tratado de amistad con Mascate. Las tribus
del interior, resistieron el poder cosmopolita de Mascate, y a lo largo del siglo
XIX, hubo enfrentamientos para imponer el imanato en todo el país. La prohibición de la esclavitud, arruinó la
economía marítima de Mascate, junto al estallido de conflictos dinásticos. La
decadencia económica afectó el reinado del sultán Said Ibn Sultán entre
1839-1844. Este intentó en vano en alcanzar acuerdos con Turquía, Francia y
Estados Unidos, en un intento de zafar de la influencia británica, pero Londres
contraatacó e impulsó la disolución del imperio marítimo omaní, en 1856, como
consecuencia de las luchas por el trono de Omán. A instancias de los
británicos, una rama de la dinastía se quedó con Zanzíbar y las posesiones de
África Oriental, mientras que la otra rama bajo el título de sultanes de Omán y
Mascate, veían reducidas sus posesiones al territorio actual del país y el
puerto de Guadar en el sur de Pakistán.
En 1891 por medio de un tratado de amistad y
comercio, el sultán Faisal ibn Said, abrió las puertas para establecer el
protectorado británico. Esto generó tensiones con las tribus del interior, que
para principios del siglo XX, no pagaban tributos y en 1915, entraron en rebelión. A pesar del
envío de tropas anglo indias, estas no pudieron contener la revuelta.
El régimen del imanato controló el interior del
país, consolidando su independencia de hecho en 1920, y teniendo como sede de
gobierno la localidad de Nizwa, a pesar que los soberanos ostentaban el título
de Sultán de Mascate y Omán. Los
británicos, en su política de divide y reinarás, reconocieron al imanato, por
medio del Virrey de
En los años 60, fue creado el Frente de
Liberación de Omán, en la región de Dhofar, fronteriza con Yemen del Sur,
entones en manos de un régimen marxista. El crecimiento de la rebelión, puso en
entredicho el control del país por parte de las autoridades omaníes. En 1970,
el impopular sultán Said bin Taymur, fue derrocado y exiliado por su hijo Qabus
bin Said Al Said. Este encontró un país pobre, con altos niveles de
analfabetismo y un creciente descontento social. Rápidamente inició una serie de mejoras
sociales, y lanzo una ofensiva contra los rebeldes de Dhofar con apoyo
británico, y luego de Irán (que estaba en manos del régimen del Sha) que llegó
a desplegar unos 4.000 efectivos. En 1971, los británicos se retiraron del
pais, cesando el régimen de protectorado, convirtiéndose en un estado plenamente
independiente. El sultán Qabus, mantuvo el régimen autocrático heredado de su
padre, pero buscó equilibrios entre las distintas tribus e impulsó mejoras en
salud, educación e infraestructura.
Las guerrillas del Dhofar aparecieron en 1980,
con mayor solidez ideológica, lo que motivó el acercamiento con el régimen de
Yemen del Sur, con el objetivo de encontrar una salida negociada al conflicto.
En estos años,.el país mantuvo una activa política exterior con el claro
objetivo de preserva la estabilidad regional y garantizar su propia libertad de
acción.. Esto llevó a permitir el despliegue de fuerzas de Estados Unidos, y
mantener estrechos lazos con
El sultán retuvo gran parte del poder, asistido
en su gestión por un consejo de ministros y un consejo consultivo, con
funciones de presentar proyectos legislativos. Ambos organismos eran designados
por el sultán. A pesar de ser una
monarquía absoluta, el país, se mantuvo estable y con una política exterior
independiente, sin dejarse influir por el poderoso vecino saudita, como quedó
reflejado en la guerra Irán Irak, donde el sultán Qabus, se mostró favorable a
buscar una salida negociada del conflicto, a diferencia de la mayor parte de
los países árabes que se alinearon con el dictador iraquí Saddam Hussein.
Ejemplo de ello fue el mantenimiento de las relaciones diplomáticas con Egipto,
que se convirtió en un paria con la paz con Israel en 1978. En 1991 participó
en
En 1996, comenzó una tímida apertura política,
con la elección por voto popular del Consejo Consultivo. Asimismo, el sultán
creó un Consejo de Estado, como cámara alta, para balancear poder con la cámara
electa, incluyendo en su composición a cinco mujeres. El país no cuenta con una
constitución, sino está regido por una serie de normas fundamentales,
destacándose el estatuto dictado en su momento por el fallecido sultán Qabus.
Sultan Qabus |
En la llamada Guerra contra el Terrorismo,
impulsada por Estados Unidos desde 2001. Omán apoyó a la coalición que invadió
Afganistán, permitiendo que tropas de Estados Unidos puedan usar bases omaníes.
Una peculiaridad, es que el país ha permanecido ajeno a la violencia
extremista, que azota a los países vecinos. El régimen ha sabido dar respuestas
a los reclamos de la sociedad, como experiencia del conflicto del Dhofar, donde
en su momento, el gobierno respondió no solo con el empleo de la fuerza, sino
con políticas de desarrollo y mejoras sociales.
El sultán Qabus, ha tenido un rol diplomático
importante en la región, fomentando el diálogo. Podemos calificar que su
política exterior ha sido pragmática y realista. Respecto al vecino Irán,
mantuvo relaciones desde el inicio de la misma Revolución Islámica. Incluso
promovió mecanismos de diálogo tripartitos entre Arabia Saudita, Irán y Estados
Unidos. El país fue sede en 2012, de encuentros entre funcionarios iraníes y
estadounidenses, con la finalidad de implementar el llamado Acuerdo nuclear. En
el marco del plan nuclear iraní, con el riesgo de que Teherán se hiciera con el
arma atómica y su impacto en la seguridad regional, el sultán Qabus, ofreció
sus buenos oficios en 2015. En 2018, cuando la torpe política exterior de
Trump, retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán, Qabus, ofreció
servir de canal secundario para reducir la tensión. Omán controla la península de Musandam, un
enclave que “cierra” el Estrecho de Ormuz, y las maniobras militares iraníes,
preocuparon a Mascate, dado que una escalada de conflicto, afecta directamente
a su seguridad e intereses estrechamente vinculados con el tráfico marítimo en
la región.
Fuerte Nizwa. Antiguo bastión del Imanato |
El país se mantuvo al margen de
En enero de 2021, murió el sultán Qabus, que marcó
la política del país por 50 años. Esto despertó muchas suspicacias, dado que no
tenía sucesores directos. Este hábil político, había previsto un mecanismo
ordenado, para evitar luchas intestinas o un golpe. La elección del sucesor recae en la familia,
pero Qabus, había dejado dos sobres escondidos, con los nombres de dos
potenciales candidatos a sucederlos, que eran dos sobrinos suyos. Finalmente en poco tiempo la familia real,
eligió a uno de los candidatos sugeridos por el sultán fallecido, Haitham bin
Tariq al-Sa'id. Un hombre formado en política exterior, egresado de
El clima de tensión entre Irán y Estados
Unidos, afecta la seguridad de Omán. En su momento, con la muerte del
comandante de las fuerzas especiales Quds, general Soleimani, el riesgo de una
operación de represalia iraní contra objetivos militares de Washington en el
área, involucraba a Omán. Las crecientes actividades militares iraníes,
motivaron a Omán, a permitir el despliegue de fuerzas de Estados Unidos, en el
estratégico puerto de Duqm, enviando un claro mensaje disuasivo. No obstante
ello, Mascate, busca generar canales de diálogo y reducir las tensiones
crecientes en el Golfo.
Nuevo Sultán de Omán desde 2021 |
Omán mantiene también estrechos lazos con Gran
Bretaña, que se traducen en el ámbito militar, agregándose que Londres es un
tradicional proveedor de equipo militar a las fuerzas omaníes. También hay
acercamientos con India, potencia de primer orden en el Índico, tanto político
como militar. El país busca desarrollar el vital puerto de Duqm, y ha invitado
a otros actores, ante la lentitud de los trabajos de las empresas chinas para
desarrollar un importante parque industrial, pero es posible, que incorporar
otros actores, tiene como objetivo impedir una influencia china de carácter
preponderante, y de esta manera evitar la dependencia de un actor de peso como
Pekín.. La presencia iraní en Yemen, las crecientes actividades militares de
Teherán en el Estrecho de Ormuz, y el endurecimiento del discurso iraní,
especialmente frente a Israel, país con el cual Omán tiene canales de diálogo,
incluso el ex primer ministro Netanyahu, estuvo de visita en Mascate.
El ibadismo, corriente dominante en el Islam
omaní desde hace centurias, ha sido un verdadero seguro contra la expansión de
ideas radicalizadas que afectan a los países del área. Ningún omaní ha sido
parte de los movimientos terroristas o insurgentes que operan en la región. La
transición ordenada con la muerte del sultán Qabus, pone en evidencia la
estabilidad de las instituciones por el mismo promovidas. Las fuerzas armadas
son políticamente neutrales y tienen un buen nivel de profesionalismo, aunque
por sus capacidades, no están a la altura de lidiar con el desafío iraní. El
nuevo sultán, sabe el peso que tienen las fuerzas armadas en la estabilidad del
país, no en vano, eligió a su hermano Sayyid Shihab bin Tariq para presidir el
Consejo de Defensa, manteniendo este organismo de gran importancia, bajo
control directo de la familia real, acompañado
con la designación de nuevos altos mandos militares, el comandante de
Las limitadas capacidades militares, ha
impulsado la acertada política de neutralidad y promoción del diálogo, además
de estrechar vínculos con Estados Unidos, Gran Bretaña y potencias emergentes
como India o China. En el plano interno, el nuevo sultán, tiene como principal
desafío diversificar la economía, atada al petróleo, a pesar que el país tiene
menores reservas que los otros países del Golfo. El desempleo ha crecido y las tasas de
crecimiento, con un tímido 2.2% en 2020, afectan los proyectos de
diversificación de la economía, y generar suficientes empleos para una
creciente población joven. El país ha buscado por medio de acuerdos con China e
Irán, inversiones y apoyo al desarrollo de un importante parque industrial.
Omán es un país de 309500 km2 y una población 4.5 millones de habitantes (80% musulmanes) con una importante proporción de población extranjera, inmigrantes vinculados a la industria petrolera y servicios asociados. El grado de tolerancia religiosa, dado la visión del Islam ibadí, permite que existan iglesias donde se practique abiertamente su culto. Una política exterior pragmática, le ha permitido maniobrar en una región altamente conflictiva, la solidez de las instituciones ha facilitado una transición ordenada con la llegada del nuevo sultán, que asume el poder en un mundo complejo, afectado por la pandemia COVID, y en el plano regional, una creciente escalada por la competencia por la supremacía regional por parte de Arabia Saudita e Irán. La estabilidad del país y su seguridad, dependerán de mantener la peculiar política exterior del fallecido sultán Qabus, y poder reconvertir la economía, que muestra signos de extrema vulnerabilidad por los altibajos del precio del petróleo, principal recurso del país, y que por cierto en un futuro no muy lejano se agotará
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