Fuerzas de Defensa de Timor Oriental: de la guerrilla a fuerzas armadas convencionales
En
2002. Timor Oriental alanzaba la independencia, luego de más de un cuarto de
siglo de ocupación indonesia. Una misión de Naciones Unidas se hizo cargo del
país en 1999 e inició un proceso de reconstrucción y preparación de Timor para
ser un estado independiente. Entre las instituciones por crearse, estaban las
Fuerzas de Defensa, denominación oficial de las fuerzas armadas del nuevo
estado.
Por Jorge
Alejandro Suárez Saponaro
Director de Diario
El Minuto para Argentina
La lucha anticolonial en
Timor Oriental estuvo en manos de la Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de
Timor Este o FALINTIL. Estas nacieron como brazo armado del partido
nacionalista FRETILIN, en su lucha contra partidos contrarios a la
independencia. El 20 de agosto de 1975, esta organización militar fue
establecida formalmente, reforzada por personal timorense que había sido parte
de las guarniciones portuguesas en la isla. En el momento de la invasión
indonesia, en noviembre de 1975, se estimaba que el FALINTIL tenían 2500
efectivos regulares, apoyados por 7000 milicianos que habían recibido algún
tipo de entrenamiento militar, y unos 10.000 irregulares con algún conocimiento
de uso de armas. Nicolau Lobato, en calidad de presidente de la República
Democrática de Timor, proclamada en 1975, era además el comandante de las
fuerzas de las FALINTIL, muerto en combate en 1978. Fue sucedido por Xanana
Gusmao. Este líder político militar, buscó distanciar las FALINTIL, en 1983, de
la dirección del FRETILIN, con el objetivo de atraer otros grupos
nacionalistas. La resistencia frente a la invasión indonesia, llevó al gobierno
de Yakarta a movilizar 30.000 efectivos, incluyendo tropas de elite
paracaidistas y fuerzas de operaciones especiales, apoyados por aviación
táctica (aviones A4 Skyhawk y OV 10 Bronco).
Las actividades militares
del FALINTIL, se caracterizaron por la ausencia de apoyo externo, dado el
aislamiento impuesto por el bloqueo de Indonesia. Este ambiente sumamente
adverso, con un país con una creciente presencia militar de tropas indonesias,
obligaron a los combatientes de las FALINTIL a proveerse de armas capturadas. En
los años 80, se estimaban que había una fuerza de unos 200 efectivos que eran
parte de las FALINTIL. Este reducido número se debía a la intensa represión
indonesia, que derivó en prácticas genocidas. Se estima que la ocupación
indonesia, tuvo como saldo, más de cien mil muertes. En 1992, Indonesia movilizó nada menos que
40.000 efectivos para capturar al jefe militar de las FALINTIL, Xanana Gumao,
condenado a muerte y luego conmutada su pena por 20 años de prisión. En 1993,
fue designado jefe de las FALINTIL, Taur Matan Ruak. Fue luego de la
independencia en 2002, primer ministro y presidente de su país.
blindados anfibios PT 76 utilizados por Indonesia en la invasión de 1975
En 1999, cuando el
presidente indonesio Habibie, anunció el referéndum en Timor, las fuerzas
militares indonesias, distribuyeron armas entre milicias pro indonesias, para
generar el caos e impedir que la votación resultara contraria a la permanencia
de Timor como provincia indonesia. El
alto mando de las FALINTIL, ordenó a sus combatientes que permanecieran en sus
bases y evitar caer en provocaciones. El resultado favorable a la
independencia, generó mayor violencia. Esto fue un verdadero escándalo
internacional, lo que motivó la intervención internacional. La INTERFET, bajo
bandera de Naciones Unidas pero liderada por las fuerzas de Australia, se
hicieron presente en Timor Este y restablecieron la seguridad.
Jsoé Ramos Horta. Actual presdiente de Timor Este. Década del 70
El 1 de febrero las
FALINTIL, se disolvieron formalmente, dando inicio a un complejo y hasta
conflicto proceso de integración en las Fuerzas de Defensa de Timor Oriental. En el marco de un acuerdo verbal entre el jefe
militar de la misión de Naciones Unidas, Peter Cosgrove y el jefe de las
FALINTIL, Taur Matan Ruak, dicha fuerza se acantonó en Aileu. Problemas
sanitarios severos, mala alimentación y la situación precaria de los
combatientes timorenses, hizo que las relaciones entre las FALINTIL y Naciones
Unidas fueran tensas. En marzo de 2000, el Consejo Nacional de Resistencia
Timorense, UNTAET – la misión de Naciones Unidas para Timor – y las FALINITIL,
sostuvieron una serie de conversaciones sobre el destino de esta organización.
En una primera etapa, 55 ex combatientes fueron integrados a la vida civil.
presidente Lobato. Muerto en combate en 1978
En dicho año, el King´s
College, realizo una investigación, sobre las opciones sobre el futuro
instrumento militar para Timor Oriental:
1. Fuerza de defensa de unos 3.000- 5.000
efectivos, con reclutamiento obligatorio, incluyendo antiguos miembros de las
FALINITIL, con capacidad para actuar en operaciones de orden público. Estaba
previsto la creación de un componente naval y aéreo.
2. Fuerza
de defensa de 3.000 efectivos, la mitad ex FALINTIL, con reclutamiento
obligatorio Los componentes aéreos y naval, estaban previstos para un futuro a
definir.
3. Fuerza de defensa, formado por 3.000
efectivos, todos voluntarios, sin componente aéreo y naval.
En febrero de 2001, fue
puesta en funciones formalmente la Fuerza de Defensa de Timor Este o F- FDTL en
sus siglas en portugués. En una etapa se reclutaron 600 efectivos, lo que
generó tensiones con grupos. Fue adoptada la propuesta 3, realizada por el
King´s College, sobre el modelo de fuerzas armadas para Timor. Las tensiones estuvieron presentes desde el
principio. En una primera etapa se fue convocado personal menor de 21 años,
cuando la mayor parte de los soldados de las FALINITIL, superada esa edad. El
procedimiento era confidencial, y las tropas acantonadas en Aeileu, poco sabían
sobre su destino. En el proceso el alto mando de las FALINTIL, seleccionó a los
futuros cuadros militares sobre la base de lealtades políticas, sin supervisión
externa, lo que sin ninguna duda generó problemas de disciplina.
Soldados timorenses en operaciones de apoyo a la seguridad
El proceso de crear fuerza
armadas para Timor estuvo marcado por un vacío legal sobre las facultades de
Naciones Unidas para desarmar las FALINTIL, el destino de los antiguos
combatientes y el sistema de selección de personal para las nuevas fuerzas
armadas, sobre criterios, equitativos, donde estuvieran representados los
distintos grupos nacionales que conforman Timor. La reinserción social de ex
combatientes es complicada, requiere tiempo y recursos, algo que la misión de
Naciones Unidas, carecía. La conversión
de las FALINTIL, en F- FDTL, significaba un cambio de identidad, dado que la
citada fuerza, con un fuerte componente político, debía dar paso a una
institución profesional, sin ideología. El proceso de transferencia del control de las
fuerzas de Naciones Unidas a las nuevas Fuerzas de Defensa fue gradual, que
terminó en 2004, cuando finalmente esta fuerza militar se hizo cargo del
control de la seguridad de todo el país.
En 2003, un batallón del ejército, tuvo que lidiar con una crisis de
seguridad, en el distrito de Ermera, donde actuó con profesionalismo para
desarticular bandas armadas que asolaban el área. Ello no impidió que hubiera
críticas por un centenar de arrestos, carente de argumentos legales sólidos,
que llevó a su liberación a los diez días.
En la conferencia de
donantes, Portugal tuvo un rol de gran importancia, en la construcción de las
Fuerzas Armadas de Timor. Fueron donados
600 uniformes, dos patrulleras costeras y programas de entrenamiento 650 efectivos
seleccionados entre 1700 voluntarios de las FALINTIL. Quienes no fueron seleccionados, fueron
insertados en la vida civil con un subsidio de US$ 200. Muchos de ellos luego
se transformaron en un problema para la seguridad interna del país. Portugal supervisó el proceso de formación de
los nuevos militares timorenses, con apoyo de Corea del Sur, Nueva Zelanda,
Australia y Estados Unidos. En Aileu, donde fue organizado el primer centro de
capacitación, antiguos cuadros de una edad promedio de 40 años, fueron formados
como oficiales y suboficiales. Un proceso para nada fácil, dado que era
personal que había combatido en operaciones de guerrilla, ahora pasaban a ser
un ejército de tipo convencional. El resultado fue crear un cuerpo de 66
oficiales y 124 suboficiales, núcleo de mando de la F-FDTL. El proceso respeto
la cadena de mando de las antiguas FALINTIL. Una segunda fase en la localidad
de Metinaro, los portugueses activaron el Cuartel General de las F-FDTL, la
creación de la base naval de Hera con 60 ex guerrilleros bajo la tutela de oficiales
navales portugueses. Las dificultades eran muchas, por la falta de fondos
adecuados, temas lingüísticos – en Timor se hablan decenas de lenguas – y
culturales. El portugués fue la lengua de trabajo y de la educación militar. El 6 de diciembre de 2001, el primer batallón
de la Fuerza de Defensa de Timor estaba operativo y desfiló ante líderes de
Timor y autoridades de Naciones Unidas, que todavía ejercían el gobierno del
país. Luego de un año de intenso trabajo, los portugueses se retiraban.
patrulleros de costa Clase Albatroz. Cedidos por Portugal a Timor Este
En 2002, Portugal envió
personal para seguir con el proceso de formación de cuadros militares. Por
medio de un acuerdo entre Timor y el gobierno portugués, 300 militares
lusitanos hasta 2014, llevaron a cabo programas de entrenamiento, capacitación
y formación de militares de Timor. En 2011, ambos países suscriben acuerdos de
cooperación, que habilitaron a que personal timorense, participe integrado a
unidades portuguesas, en misiones de paz bajo mandato de la ONU. En 2012,
personal de Timor participó en un batallón portugués en la misión de paz de
Naciones Unidas en Líbano o UNFIL.
La
crisis de 2006 y volver a reconstruir las fuerzas armadas.
Las tensiones entre las
fuerzas militares y la Policía Nacional, no solo eran por la superposición de
funciones o competencia por los escasos recursos, sino que muchos efectivos
policiales, habían sido parte de las fuerzas de policía durante la ocupación. Esto
generó tensiones con el gobierno, agregándose que soldados de la región
occidental, consideraban que estaban siendo discriminados por aquellos del
oriente del país, que históricamente formaron el grueso de las fuerzas de las
extintas FALANTIL. En febrero de 2006,
400 militares dejaron los cuarteles, a los que al poco tiempo se agregaron
otros 177 de 1700 efectivos de la reducida fuerza militar de Timor. El gobierno exigió su reincorporación, ante
la negativa fueron dados de baja, junto a elementos policiales también
rebeldes. El entonces ministro de exteriores, José Ramos Horta – Premio Nobel y
actual presidente – convocó a una mesa de diálogo, pero dejó en claro que los
rebeldes no serían reincorporados. El 24
de abril, los ex soldados marcharon junto a jóvenes desempleados por las calles
de Dili, haciendo saber reclamos sobre la situación social del país, además de
exigir respuestas a su reclamo, pero al toparse con comercios en manos de
timorenses del oriente del país, estalló la violencia. Los choques entre las fuerzas militares y los
manifestantes, resultaron en varias muertes y la salida de más de 20.000
personas de la capital Dili. En mayo, el mayor Alfredo Reinado desertó con un
pelotón de policía militar y la unidad antidisturbios de la policía. Se
hicieron fuertes en Aileu, junto con el teniente Salsinha, que hizo saber sobre
una proclama donde pedía al presidente Xanana Gusmao, la renuncia del primer
ministro del FRETILIN, Mari Alkatiri.
La capital Dili fue un caos en manos de bandas de delincuentes que asaltaban casas y cometían vandalismo. El primer ministro Alkatiri denunció que la violencia encubría un golpe de estado. En junio de 2006, el gobierno de Timor solicitó, por medio de su ministro de exteriores, Ramos Horta, a las Naciones Unidas el envío de una misión internacional, dando origen a la Misión Integrada de las Naciones Unidas en Timor-Leste (UNMIT), con un fuerte protagonismo de Australia, además de la participación de Nueva Zelanda y Portugal. País que tenía interés en la estabilidad de Timor por la cuestión de la delimitación de los espacios marítimos y la explotación petrolera, del Mar de Timor.
La Operación Astute, liderada por Australia, incluyó fuerzas de: Malasia, con unos 220 paracaidistas y comandos, además del envío de 250 policías; Nueva Zelanda: 160 soldados que se integraron bajo el mando australiano; Portugal: 120 efectivos de la Guardia Nacional Republicaba, comandos policiales y la Fuerza Aérea, evacuó 600 portugueses residentes en Dili.
Las fuerzas australianas
con gran profesionalismo pudieron lidiar con las pandillas que estaban en Dili
y dieron seguridad a miles de civiles que huían de la violencia. El presidente
Gusmao, decretó el estado de emergencia. Gracias a la intervención
internacional, la violencia fue reduciéndose gradualmente. La crisis política
era una realidad, dado que Gusmao exigía la renuncia de su primer ministro.
Este se negó, apoyado por el FRETILIN. Ramos Horta, ante esta situación
renunció, ante la parálisis institucional. Alkatiri, finalmente renunció. Ramos
Horta retiró la renuncia y finalmente fue electo primer ministro en julio de
2006 por el presidente Gusmao. Las fuerzas armadas estaban desmanteladas, con
apenas 1400 efectivos. Naciones Unidas apoyó el esfuerzo de mejorar las estructuras
de seguridad de Timor. En 2004, el
gobierno había contratado una serie de expertos, que presentaron el Documento
Fuerza 2020, considerado muy ambicioso, dado los recursos del país, y con
algunos aspectos controvertidos, como el servicio militar obligatorio. En su
momento el King´s College, desestimó un modelo de fuerza con buques
lanzamisiles, blindados y de reclutamiento obligatorio por razones económicas y
culturales del país. Estados Unidos y Australia se unieron a las voces
críticas, pero el actual gobierno de Ramos Horta, lo considera viable y
adecuado a las necesidades del país. En
2008 elementos rebeldes de la crisis de 2006, intentaron secuestrar al
presidente Ramos Horta y su primer ministro Gusmao. Fue creado un comando
conjunto policial militar para dar con los rebeldes y tuvo éxito en su cometido
en la captura y desarticulación de estos.
Soldados de Timor en Operaciones de Mantenimiento de paz bajo bandera de la ONU
En 2009 fue reiniciada la
campaña de reclutamiento, con criterios más equitativos respecto a los orígenes
geográficos de los aspirantes. En 2010, fuerzas militares participaron junto a
la Policía en operaciones contra la banda criminal “Ninja” y fueron desplegados
pelotones de control fronterizo, además de mayor presencia en áreas rurales, en
tareas de apoyo comunitario. En 2016 el Concepto Estratégico definió los
objetivos de la Defensa Nacional y sus fuerzas armadas, centrándose en
vigilancia de los espacios marítimos, apoyo a la seguridad interior contra
grupos violentos, seguridad de fronteras. En 2020 el Consejo de Ministros
aprobó un programa para un servicio nacional para los mayores de 18 años.
Las
Fuerzas de Defensa propiamente dichas
El instrumento militar de
Timor, bajo la autoridad del presidente, que es el Comandante en jefe, cuenta
con un Jefe de Estado Mayor, del cual dependen los componentes terrestre, naval
y aéreo. En el caso de las fuerzas
terrestres, cuentan con solo dos batallones de infantería ligera, además de
elementos al nivel subunidad de policía militar, comunicaciones, ingenieros –
en 2020 trascendió la formación de dos escuadrones de esta arma – y apoyo
logístico. No cuentan con elementos de artillería. El armamento es de tipo
ligero, destacándose fusiles M16, ametralladoras Minimi, lanzacohetes M203. El armamento de origen occidental es en
gran parte donado o cedido. El Componente
Naval, cumple funciones propias de un servicio de guardacostas. Opera dos
patrulleros costeros chinos – Clase Jaco
– de 132 toneladas, que actúan junto a tres patrulleras Clase Chamsuri, donadas por Corea del Sur. En
2020, al parecer Timor aceptó una oferta por patrulleros de costa Guardian, de origen australiano. Cabe señalar que la Policía Nacional cuenta
con una Unidad Marítima. Se habla de un
componente de infantería de marina de unos 60 efectivos. El pariente más pobre de las fuerzas armadas,
es el Componente Aéreo, compuesto por solo dos aviones Cessna 172 y 206, uno de
ellos donado recientemente por Estados Unidos. La compra de helicópteros a
China, quedó frustrada. El conjunto de las fuerzas armadas, tienen 2200
efectivos y un costo de US$ 31 millones.
Soldado de Timor desfila en el Día de la Independenciia en 2002
Estados Unidos anunció la
intención de apoyar a las Fuerzas de Defensa, especialmente en materia de
capacidad para actuar ante emergencias nacionales, como desastres naturales y
control de espacios marítimos.
Patrulleros de fabricación china, en servicio en Timor Este en su Componente Naval
Los militares de Timor Este
han participado en misiones de Paz de Naciones Unidas, generalmente
integrándose con fuerzas de países como Portugal, en Líbano. También personal
de Timor estuvo desplegado en Sudán. Las
relaciones con Indonesia son cordiales y ambos países han acordado cooperar en
materia de seguridad fronteriza.
Australia tiene un rol creciente en materia de seguridad, sin ninguna
duda para evitar que China, pueda desembarcar en Timor y establecer una base. Situación
que fue rechazada de plazo por el presidente Ramos Horta. Una base china le
traería un conflicto con dos actores regionales de peso, como Indonesia y
Australia, que sería un suicidio geopolítico.
Personal militar de Estados Unidos junto a militares de Timor en la base naval de este pais, Hera. 2018 |
Los
desafíos para la seguridad estratégica de Timor Este.
El país ha hecho importantes avances en lucha contra la corrupción, en quince años del puesto 111, el país pasó al 77, con 42 puntos, superando a muchos países de América Latina. Igual queda un largo camino por recorrer. La confianza en la Policía ha mejorado sustancialmente, como los niveles de seguridad, como quedó demostrada en una encuesta de 2019, por ejemplo, el 95% de la población, señalo claramente que la situación había mejorado sustancialmente.
personal militar d TImor en un intercambio en la Marina Australiana
El país está inserto en una región, donde hay dos actores de peso: Australia e Indonesia. Ambos países están embarcados en procesos de modernización militar, con importantes contratos, ante el creciente poder de Pekín en el área. El control de rutas marítimas, acceso a recursos naturales, bases de valor estratégico, son los objetivos tanto de China como de sus adversarios. El rol de organismos internacionales como Naciones Unidas, está decayendo, como observamos en la guerra de Ucrania. El Sudeste de Asia es testigo de un proceso de mayores inversiones en materia militar. El control de actores que pueden ser de utilidad para las estrategias de los jugadores geopolíticos en la región, se puede llevar a cabo de diversas maneras, a través del soft power, por medio de la diplomacia económica, especialmente para países necesitados de inversiones y con acusados índices de subdesarrollo, o por acciones desestabilizadoras, directas o indirectas, empleado actores internos o externos.
En el plano de la defensa nacional, Timor requiere, ampliar los programas de cooperación, fuera de la región, mejorar su sistema nacional de inteligencia, y un adecuado andamiaje institucional para gestión de crisis. En lo referente a las F- FDTL, consideramos mantener un componente profesional, complementado con una defensa territorial compuesta por personal del servicio nacional. A nivel conjunto es preciso invertir en ciberseguridad/ciberdefensa, comunicaciones, servicio de salud, mando y control, un comando conjunto de operaciones especiales. En lo referente al componente terrestre, este requiere contar con un batallón de artillería, mayor poder de fuego y movilidad táctica, donde el planeamiento prevea formar una unidad aeromóvil de rápido despliegue, de la entidad de compañía. En lo que respecta a la seguridad marítima, es preciso contar con medios que conecten el enclave de Ocussi con el resto del país, siendo una oportunidad los buques logísticos Frank Besson del US Army, que también está dando de baja lanchas LCU, acompañado de medios navales de mayores prestaciones para patrulla. El componente aéreo requiere de medios más capaces, como plataformas multimisión, para transporte, lucha contra la contaminación, vigilancia marítima, búsqueda y rescate (por ejemplo, aviones como el Basler BT67 o similares, como también helicópteros). Los medios citados, pueden ser adquiridos a costos más que razonables y en el marco de acuerdos de cooperación.
La pesca ilegal, el tráfico
de drogas, las organizaciones criminales trasnacionales, son riesgos a la
seguridad. Es por ello que el país requiere de inversiones para un adecuado
control de los espacios aéreos, marítimos y terrestres. Por lo tanto, el valor
de las Fuerzas de Defensa, cobran mayor importancia en un mundo cada vez más
inseguro.
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