Setenta años de Dien Bien Phu: una derrota épica

 


 

En 1954, en el norte del actual Vietnam, la Fuerza Expedicionaria francesa, sufrió una severa derrota frente a las fuerzas del Vietnminh, alimentando la leyenda del talento estratégico del general vietnamita Giap. Esta batalla, significó el fin del imperio colonial francés en Indochina y el inicio de un nuevo capítulo del largo conflicto de Vietnam, que terminaría con la caída de Saigón en 1975.

 

Por Jorge Alejandro Suárez Saponaro

Director de Diario El Minuto para Argentina

 

La conquista francesa de Indochina, data de mediados del siglo XIX. Este proceso comenzó con la conquista de Cochinchina, la imposición del protectorado en Camboya, para luego extender el domino de París al imperio de Annamita, la región de Tonkín y los reinos laosianos para fines del siglo XIX.  En 1940, Japón ocupó Indochina, lo que dio origen a una guerrilla controlada por comunistas – Vietminh – pero con una presencia limitada en manos de Ho Chi Minh y Vo Nguyen Giap. En 1945, los japoneses se retiraron, y el Vietminh proclamó la independencia de Vietnam. Esto quedó sin efecto, ante el regreso del dominio francés, que desencadenó una guerra que terminó en los Acuerdos de Ginebra de 1954.

 


El retorno del poder francés vino de la mano del general Leclerc, alcanzando en 1946, la ciudad de Hanoi, luego de un acuerdo con el Vietminh para una entrada pacífica, bajo la promesa de reconocer la República de Vietnam, proclamada por Ho Chi Minh. Los comunistas se replegaron al norte a un área conocida como Viet Bac. Su situación, precaria, cambiaría con el triunfo de la Revolución en China, Las armas norteamericanas abandonadas por los nacionalistas, fueron entregadas por Mao a sus aliados vietnamitas después de 1949, lo que permitió incrementar el esfuerzo de guerra.  En 1947, antes de este suceso, los franceses lanzaron la Operación Lea, por un golpe de suerte, impidió que el liderazgo del Vietminh fuera capturado por los comandos franceses. Pero el tipo de guerra que planteaban los comunistas vietnamitas, eran muy diferente a la visión convencional que tenían los mandos franceses.  No había batallas decisivas, no era importante el control del territorio, la estrategia del Vietminh, era librar una guerra de desgaste, con el objetivo de hacer políticamente insostenible la presencia francesa en Indochina. El apoyo del nuevo régimen comunista chino, fue de inestimable valor para las fuerzas del Vietminh, que tuvieron material suficiente para librar una dura lucha por el control de las vías de comunicación del norte, generando importantes pérdidas a los franceses en personal y material.  Razones políticas impidieron a Francia enviara más refuerzos, pedidos por los mandos galos en Indochina.

 

Ho Chi Minh. Artífice de la revolución en Vietnam 

La campaña subversiva del Vietminh se llevó a cabo a lo largo de todo el país, no solo acciones de guerra de guerrillas, sino con la eliminación de jefes políticos locales considerados leales a la presencia francesa. Los castigos eran brutales, incluyendo que más de uno terminara siendo sepultado vivo.  Asimismo, las fuerzas del Vietminh también aplicaban una justicia expeditiva, realizó una intensa campaña de acción política, asistencia social, cobro de impuestos, reparto de tierras entre campesinos pobres y eliminación de la influencia o presencia del gobierno colonial. Este proceso fue denominado por los franceses pourrissement o putrefacción.  Las fuerzas coloniales actuaban con suma dureza contra la población civil sospechosa de colaborar con los comunistas, pero su capacidad de contrarrestar la propaganda revolucionaria fue más bien limitada. Las tropas de la Legión Extranjera, como otras fuerzas coloniales, era frecuente que se dedicaran al saqueo, Soldados franceses, senegaleses y marroquíes, dejaron muy malos recuerdos, especialmente estos últimos.

 

Indochina francesa. 

Los aliados vietnamitas de los franceses pertenecientes a las poderosas sectas Cao Dai y Hoa Hao, llevaron a cabo acciones punitivas de suma violencia contra las fuerzas del Vietnminh. Un ejemplo de ello fue la masacre de la aldea norteña de My Trach, ocurrida en 1948, que les costó la vida a más de doscientos niños y mujeres.  Si al Vietminh, usaba el método de enterrar vivos a jefes políticos, a los milicianos de la secta Hoa Hao, ataban a varios comunistas a un madero y los arrojaban al río, vivos para que murieran ahogados.  

 

El brillante general Giap, quién derrotó a los franceses en Die Bien Phu 

El cuerpo expedicionario francés, a diferencia de los norteamericanos en los 60, al estar nutrido por voluntarios, tenía un fuerte espíritu de cuerpo y fe en la victoria. Gran parte de la Fuerza Expedicionaria, eran tropas de la célebre Legión Extranjera y regimientos coloniales africanos (argelinos, marroquíes, tunecinos y senegaleses),  como voluntarios franceses que servían en las guarniciones a lo largo del imperio colonial, a los que posteriormente se agregaron tropas vietnamitas, laosianos y camboyanos, generalmente atraídos por la paga de los franceses  En la misma Francia, se veía aquel conflicto lejano como una aventura colonial, donde no estaban muy claros los intereses en juego del país, pero si de ciertos sectores beneficiados con dicha gueera, vinculados a la industria, comercio y banca, encontrando en el corrupto emperador Bao Dai un buen socio.

Francia ante el estado de cosas en Indochina, envió  en 1951 a uno de sus mejores soldados, el aristocrático general Lattre de Tassigny que implicó cambios en la estrategia francesa. En ese tiempo ambos bandos atravesaban el mismo problema, no podían ejercer el control efectivo del territorio en disputa. En el norte y la llanura de Anam, el Vietminh, tenía una fuerte presencia. En las montañas las tribus tai, hostiles históricamente a los vietnamitas fueron aliados en la lucha junto a los franceses, y recibieron apoyo de comandos franceses y fuerzas paracaidistas. En este conflicto, el empleo de fuerzas aerotransportadas fue importante y se realizaron numerosos saltos. Pero la situación era desesperante por la escasez de medios, ante una creciente superioridad numérica de los comunistas, especialmente en el norte. En este clima de guerra, la vida de la población era sumamente difícil. Los comunistas impusieron un rígido control ideológico, fueron particularmente desconfiados con sectores medios e intelectuales, que posteriormente sufrieron persecuciones y muerte. Gracias a los asesores chinos, el Vietminh, pudo organizar sus fuerzas armadas e iniciar la construcción de un estado socialista en su bastión del Viet Bac. Las poblaciones sometidas al poder colonial francés, se veían sometidos a los saqueos, violaciones y otros abusos, respirándose en muchas áreas un clima de temor constante.

 

El emperador Bao Dai 

El general Lattre, fue el artífice de impulsar la creación de un ejército vietnamita, en el marco de una política que denominó jaunissment o amarillecimiento. Este comandante dio por terminado el proceso de repliegue del norte, luego de graves reveses militares franceses, que significó las pérdidas de muchos soldados y valioso equipamiento. En Long Son, los franceses revirtieron en parte los fracasos en el norte y ocasionaron miles de bajas del Vietminh. No obstante, Giap reunió varias divisiones y decidió lanzarlas contra el dispositivo defensivo francés en Tonkín. El general Lattre, había organizado grupos móviles de 3.000 efectivos caracterizados por su movilidad táctica y potencia de fuego.  La avalancha comunista, lanzada entre enero y junio de 1951, significó el desarrollo de una serie de batallas convencionales, provocando nada menos la muerte de 9000 soldados del Vietminh. El poder aéreo y la potencia de fuego de los galos en tierra se hicieron sentir. El NAPALM puso en evidencia su devastadora eficacia ante formaciones concentradas en campo abierto. Giap se replegó al Viet Bac, el bastión comunista en el norte, decidiendo que los próximos combates, se llevarían exclusivamente bajo sus propios términos.

El citado general norvietnamita pagó un alto precio, en sus intentos de lanzar una ofensiva general. A pesar de ello el Politburó del Vietminh, siguió respaldando a su líder militar, a diferencia del lado francés, estaban dispuestos a pagar el precio que fuera necesario para obtener la victoria, a sabiendas que la opinión pública francesa, en cambio no toleraría el nivel de pérdidas que estaba teniendo la Fuerza Expedicionaria.

Estados Unidos hizo aparición en escena, la caída del gigante chino en manos comunistas generó alarma en Washington.  La Casa Blanca en vez de instar a entablar un diálogo con el Vietminh para buscar una salida negociada del conflicto, alimentaron la guerra enviando millones de dólares en ayuda material las fuerzas francesas en Indochina. Esto fue en gran parte obra de la gestión el general de Lattre, gracias a la asistencia del Tío Sam, pudo organizar grupos móviles con batallones de tanques livianos Chaffee, aptos para operar en los arrozales indochinos.  

 


Los logros del general de Lattre, fueron la organización de grupos mecanizados dotados de alta movilidad tácitca, el programa de comandos, la creación de milicias conducidas por franceses en áreas rurales, para llevar a cabo operaciones de contrainsurgencia y la fortificación del delta del río Rojo, creando un cinturón de seguridad, que le dio cierta libertad de movimientos a las tropas francesas. Pero de Lattre, era consciente que el control del norte era inviable, siendo más práctico replegarse al sur del paralelo 17, donde la presencia comunista era más débil o por lo menos controlable.  El citado general sufrió un duro golpe con la muerte de su hijo el teniente Bernard en combate en un puesto defensivo en el centro de Vietnam. Esta situación no hizo más que agravar su delicado cuadro de salud y un cáncer fulminante impidió que su obra continuara.

 

Soldados del Vietminh 

Camino a Dien Bien Phu   

El sucesor del general de Lattre como Alto Comisario y comandante en jefe de las fuerzas en Indochina, fue el célebre general Raoul Salan. Lanzó la operación Lorraine con el objetivo de apoyar a los aliados franceses de las montañas del norte, que tuvo sus éxitos, pero en la maniobra de repliegue, una vez más las guerrillas de Giap generaron fuertes pérdidas.  En 1953 el Vietminh, lanzó una audaz operación contra el norte de Laos. Sus fuerzas se acercaron a nada menos que 35 Km. de la capital real, Luang Prabang. Francia respondió enviando vía aérea a 20 batallones rechazando el ataque vietnamita. Las fuerzas de Giap tuvieron serios problemas en materia de abastecimiento de sus fuerzas, lo que limitó el sostén de la fuerza desplegada.

 

Gemeral Lattre de Tassigny. 

En 1953 Salan fue reemplazado por el general Navarre, hombre de los servicios de inteligencia. El Vietminh, gracias a su santuario en el norte, tenía abastecimiento seguro de armas y víveres, a pesar de la precaria vida que llevaban los habitantes del Viet Bac. La mitad de la población del norte estaba en sus manos, tres cuartos del área central, también estaban controlados por las fuerzas de Giap y un cuarto de la población sureña también estaban controlados por los comunistas.  La situación de la Fuerza Expedicionaria se vio comprometida por el boicot de sindicatos comunistas y socialistas franceses, que se negaban a embarcar materiales rumbo al Extremo Oriente. El Partido Socialista censuró abiertamente la aventura militar, dado los escándalos de corrupción. Maniobras especulativas entre el franco francés y la piastra vietnamita, dieron amplios beneficios a especuladores y bancos, mientras que las tropas francesas estaban padeciendo escasez de equipo y alimentos, lo que incitaba muchas veces, que tropas coloniales saquearan aldeas.

Legionarios franceses en Die Bien Phu

El gobierno francés había advertido a Navarre que cualquier acción relevante debía ser tomada por el liderazgo político en París. La superioridad numérica del Vietminuh era una realidad, operaba cinco divisiones, apoyadas por una excelente red de porteadores, además del abastecimiento desde China, que mejoró con la conexión ferroviaria. Los franceses contaban con fuerzas reducidas a ocho grupos móviles y siete batallones paracaidistas. El general Navarre decidió, tomando en cuenta el mandato del Comité de Defensa Nacional francés obligar al enemigo a reconocer que era imposible alcanzar un resultado militar decisivo, con una exhibición del poder militar francés: librar una batalla en el campamento de Dien Bien Phu, a 280 Km. de Hanoi en el norte de país. 

 

Die Bien Phu 

Los éxitos de la Operación Hirondelle contra la base enemiga de Lan Son, donde fueron destruidas miles de toneladas de abastecimientos, como de otras acciones, en las cuáles fuerzas del Vietminh, en más de una ocasión, abandonaba a su suerte a unidades que no podía defender. En base a ello, Navarre hizo una lectura de las intenciones y capacidades del enemigo. Decidió montar una base de bloqueo en el Noroeste del país, para impedir una nueva invasión de Laos por parte del Vietminh y poner en riesgo las rutas de aprovisionamiento que venían desde China, como el acceso a plantaciones de arroz y opio cercanos (fuente de financiamiento del esfuerzo de guerra de los comunistas).  Esta base aero terrestre, además de apoyar a los montañeses tai, aliados de los franceses, obligaría a las fuerzas del Vietminh, a ponerse al descubierto, lo que permitiría a la fuerza aérea atacar con todo su poder.  Lo que no sabía Navarre, que los planes, eran conocidos por Giap, gracias a la complicidad del partido comunista francés que los filtraba y la presencia que tenía en el terreno escogido para la batalla, que sin saberlo Navarre, sería la última de la Guerra de Indochina.

 

General Navarre, derrotado en Die Bien Phu 

En noviembre de 1953, la Operación Castor, se llevó a cabo con la captura del campamento de Dien Bien Phu en manos de los comunistas. Los primeros en instalarse en la base fueron tropas paracaidistas.  Los vietnamitas con ayuda china habían construido carreteras que permitieron el rápido despliegue de gran número de efectivos y artillería. Sin saberlo, Navarre envió a miles de franceses y soldados coloniales a una trampa segura.  Los franceses se vieron pronto en problemas para obtener materiales adecuados para sus posiciones defensivas. Se instalaron en un área rodeada de zonas boscosas – ideal para ocultar los movimientos del Vietminh – y colinas bajas. Los franceses se limitaron a construir una serie de fortines y una pista renovada, dado que se consideraba gracias al poder aéreo, se podrían suplir bajas, recibir materiales y personal de reemplazo. Lo que ignoraban los franceses, era que las fuerzas del Vietminh recibieron de China, obuses de 105 mm. capturados a los nacionalistas, morteros de 120 mm. y cañones antiaéreos de 37 mm. El poder de fuego reunido era suficiente para poner contra las cuerdas a los defensores de Dien Bin Phu. La inteligencia francesa subestimó la capacidad de movilizar porteadores, que de 20.000 que esperaban los galos, pasaron a 60.000. Gracias a ingeniosas maniobras de enmascaramiento, los vietnamitas llevaron la artillería y pertrechos necesarios para el sitio de la base francesa.  Giap hábilmente lanzó ataques de diversión en la Meseta Central y el delta del río Rojo, para evitar que los franceses supieran sus reales intenciones, no obstante de los informes de inteligencia franceses que señalaban del despliegue de cuatro divisiones en el Norte, Los problemas en materia de reconocimiento aéreo, dado los malos mapas y la imposibilidad de ubicar las posiciones del Vietminh, alarmó al alto mando,  agregándose los informes de inteligencia de la concentración de miles de soldados del Vietminh, pero este continuó con la operación, ya de por sí condenada al fracaso.  Miles de soldados franceses, africanos, asiáticos, como de otras nacionalidades – muchos de ellos alemanes – de la Legión Extranjera, esperaron el ataque comunista.

 


En los días previos al asalto comunista, los aviones franceses trajeron piezas de tanques ligeros Chaffee, para ser empleados como artillería móvil. El comandante del campamento, coronel De Castries, cometió un grueso error, no proteger debidamente su artillería, que estaba muy expuesta a fuego de contrabatería. La situación era compleja, las escaramuzas, habían generado bajas equivalentes al 10% de la guarnición. La realidad puso en evidencia que no había suficientes aviones para abastecer y apoyar debidamente la base.

 


En marzo de 1954, comenzó el bombardeo artillero del Vietminh a gran escala.  Los comunistas estaban bien atrincherados y podían hacer frente a la respuesta francesa en mejores condiciones. De los nueve fortines franceses, solo “Isabelle” y “Beatrice” estaban mejor defendidos.  Los asesores militares chinos fueron importantes en el empleo de la artillería del Vietminh, esto permitió golpear con precisión quirúrgica las posiciones francesas. El trabajo de reconocimiento, permitió identificar los puntos vulnerables de las líneas defensivas y puestos de mando franceses. Incluso los soldados del Vietminh pudieron ubicar trincheras a 50 metros de posiciones francesas. Los combates fueron realmente encarnizados. En el sector del fortín “Gabrielle” los defensores generaron unas 3.000 bajas entre los atacantes, a costa de importantes pérdidas propias, para luego sucumbir ante la superioridad enemiga. El coronel De Castries comandante de los defensores sufrió un colapso nervioso.  Los artilleros franceses sin observadores avanzados, luego de la pérdida de las posiciones defensivas del perímetro externo, dependían de fotografías aéreas, imprecisas, por ende, su respuesta los vietnamitas eran de alcance limitado.  El fracaso llevó al jefe de la artillería francesa, el coronel Pirota, a quitarse la vida con una granada.  El asedio de la pista impidió que muchos heridos fuera evacuados y más de 300 murieron esperando atención.  Artilleros e ingenieros sufrían una tasa diaria de cincuenta bajas.  La moral estaba tambaleando. De Castries se apoyó el coronel Langlais para intentar algún tipo de respuesta a la intensa presión del Vietminh y fue su segundo, el comandante Marcel Bigeard, el 27 de marzo al frente de los paracaidistas que lanzaron un contraataque que sorprendió al Vietminh, con enormes pérdidas. Esto insufló algo de moral a la base sitiada.  Vía aérea enviaron nuevos refuerzos, pero a cuenta gotas, formado por aguerridos paracaidistas de la Legión Extranjera. El esfuerzo no podía superar la alta tasa de pérdidas y la superioridad del Vietminh en armas y efectivos.

 


Giap llevó a cabo una serie de operaciones de diversión, que obligó a los franceses a distraer recursos, especialmente para apoyar su presencia en Laos, en la región de Anam y en el sur. La Operación Atalante, llevada a cabo a principios de 1953, una vasta operación de limpieza, aferró a los grupos móviles y medios aéreos, restando medios y efectivos al teatro de operaciones del norte, clave para decidir el destino de la guerra de Indochina. El general norvietnamita, estaba dando muestras de su talento estratégico, al lograr que los franceses se vieran obligados a librar combates a lo largo y ancho de Vietnam.


En las etapas finales de la resistencia de Dien Bien Phu, sobrevivían en condiciones de combate unos 2600 efectivos, rodeados por unos 35000 soldados del Ejército Popular del Vietminh.  Navarre envió 3600 paracaidistas adicionales y 2600 voluntarios de otras fuerzas del ejército francés, también lanzados por aire sin haber recibido preparación, para cubrir distintos puestos en comunicaciones, conductores motoristas, etc. Giap optó en esta etapa librar una batalla de desgaste, dado las pérdidas sufridas en los distintos asaltos a las posiciones francesas. El asedio a Dien Bien Phu, le costó 10.000 muertos y varios miles de heridos, que apenas podían recibir atención, dado que el sistema de salud militar de sus fuerzas era más que precario. Los cargamentos lanzados por la aviación francesa, desde el aire, muchas veces con poca precisión, sirvieron para adquirir medicamentos e insumos para el precario sistema médico de los vietnamitas

 

División de Vietnam como resultado de la derrota franceaa en Indochina. 



Estados Unidos hizo promesas de apoyo, por medio del empleo de aviones bombarderos B 29. Gran Bretaña se opuso a una intervención directa de la Casa Blanca, apoyaban la idea de una salida negociada. Finalmente, las promesas de Estados Unidos no se cumplieron y cayeron en saco roto.  En los primeros días de mayo, la presión del Vietminh fue mayor y pasó al asalto con miles de combatientes, gracias a su abrumadora superioridad numérica, se impusieron a los 4.000 defensores aún en capacidad de resistir.  El general De Castries – ascendido a este rango en el campo de batalla -  fue tomado prisionero en su búnker, dando por finalizada la batalla de Dien Bien Phu, luego de dos meses de asedio.  Ahora comenzaba otro calvario, la larga marcha de 600 km hacia los campos de concentración del Vietminh, donde la mayoría de los soldados heridos murieron en el camino o en el internamiento por las pésimas condiciones de este. En este conflicto, el régimen de los Convenios de Ginebra, era papel mojado. El intento de crear una maniobra de diversión por parte del Alto mando francés, desde Laos fue un fracaso, al no contar con el suficiente apoyo aéreo para desplegar los batallones disponibles y la poca fiabilidad de las unidades de laosianos. Solo intervino una pequeña fuerza, que poco o nada podía hacer para aliviar el sufrimiento de los sitiados.

 

Acuerdos de Ginebra de 1954. Puso fin a la intervención francesa en Indochina 


Dien Bien Phu, fue una victoria moral para el Vietminh, dado que las fuerzas de Giap quedaron agotadas y pagaron un alto precio por su captura, que solo podía ser tolerado por el Politburó y Ho Chi Muh, pero no por los políticos en Francia, al fin de cuentas, no estaban dispuestos a pagar con más sangre una aventura colonial, políticamente inaceptable para la opinión pública.  Estas lecciones no fueron tomadas por los estadounidenses y pagaron alto el precio por ello varios años después. China y la Unión Soviética, para no provocar a Estados Unidos, presionaron al Vietminh para que llegara a un acuerdo. Así el norte hasta el paralelo 17 quedó en manos del régimen comunista liderado por Ho Chi Minh y el sur quedó en manos de un régimen pro occidental en manos – por un tiempo - manos del corrupto emperador vietnamita Bao Dai. Laos y Camboya quedaron como estados neutrales. Francia arrió el pabellón en Hanoi y se retiró de una manera más o menos digna, eso si destruyendo todo lo que pudiera ser útil para el victorioso Vietminh. Pero la precaria paz, entre los dos “Vietnam” pronto quedaría rota, pero eso es otra historia.

 

 

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