Fronteras argentinas ¿El nuevo teatro de operaciones para las Fuerzas Armadas?
Publicado en Defensa y Seguridad nº 73. Enero 2014.
De Jorge
Alejandro Suárez Saponaro
Introducción
En
noviembre de 2013, la Iglesia Católica, más precisamente la Pastoral Social del
Episcopado emitió un documento en el cual alertaba sobre el crecimiento
desmesurado del poder de las organizaciones vinculadas al narcotráfico y
solicitaba el documento medidas urgentes dado que “Estamos muy cerca de una peor Argentina”. Los integrantes de la
Pastoral Social señalaron sobre los problemas de coordinación entre las fuerzas
policiales, complicidad del poder político y una clara carencia de medios
adecuados para enfrentar el creciente flagelo, además de la existencia de un
contexto social para el desarrollo de organizaciones criminales en barriadas
pobres y/o marginales. En este cuadro di
situación se inserta el problema de control de las fronteras, no solo está
vinculado al combate al narcotráfico, sino a una serie de otros graves problemas:
trata de personas, migraciones ilegales, contrabando, cuestiones sanitarias y
ambientales, tráfico de armas y posibles infiltraciones terroristas.
El
perímetro del país en lo referente a su dimensión continental es de unos 14.500
km. Dos tercios de esta extensión, lo forman fronteras terrestres con cinco
países
- Bolivia: Su extensión es
de 740 km.
- Brasil: Alcanza 1130 km.,
la mayor parte fluvial.
- Chile: Es el más extenso.
Tiene alrededor de 5300 km. y representa el 37% del total.
- Paraguay: Es netamente
fluvial, y con sus 1700 km. le sigue en longitud a la frontera con Chile.
- Uruguay: Es mayormente
fluvial, con una longitud de 885 km., de los cuales 495 corresponden al
Río Uruguay y 390 al Río de la Plata.
Estas
extensas fronteras serán el “Teatro de Operaciones” en el cual la Argentina tendrá
que librar su próxima “guerra”, esta vez
no será con actores estatales, sino contra
organizaciones criminales de diverso tipos, a los que en un futuro no
muy lejano, podrían agregarse otros actores estratégicos no estatales, lo que
no impide descartar la idea que ello pueda acarrear escenarios de tensión con
otros Estados.
La frágil frontera norte
En
el diario La Nación del domingo 17 de noviembre de 2013 señalaba
lo siguiente en relación a la frontera norte: La vulnerabilidad de las fronteras y aduanas argentinas, hacen de
nuestro país uno de los destinos preferidos por las redes internacionales de
narcotráfico como país intermediario a través del cual exportar al resto del
mundo. Las provincias del norte son la puerta de entrada.
El
ingreso de las drogas ilegales, como también del contrabando, se materializan
por medio de diferentes maneras. Por la vía terrestre tanto drogas como
productos contrabandeados vienen por camión escondidos en el cargamento, en
ómnibus de larga distancia que surcan las rutas nacionales 11, 12, 14 y 34. En
estos casos los cargamentos ilegales son traspasados en puntos determinados
para su distribución. Incluso en algunos casos se ha observado el cruce de
drogas con caballos sin jinete. Por vía aérea las organizaciones criminales
distribuyen la droga (cocaína y marihuana) por medio de aviones ligeros, que
con base desde Paraguay y Bolivia, generalmente aterrizan en pistas
clandestinas donde descargan la “mercadería”. En solo media hora realizan el
procedimiento, recargan el combustible para volver a sus bases. Otra opción vía
aérea es el lanzamiento de cargas, sin necesidad de aterrizar en puntos
determinados donde camionetas los esperan en campos ubicados en Salta (cocaína),
Rosario (marihuana) y el norte de la Provincia de Buenos Aires (marihuana). Finalmente
por vía fluvial y marítima, existe una estructura de transporte y distribución
que se lleva a cabo por medio de containers hasta canoas o pequeñas
embarcaciones, algo muy habitual en la frontera con Paraguay.
La
Argentina tiene el límite más extenso con Chile: 5300 km. En materia de
narcotráfico el principal problema reside el tráfico de marihuana. Existen 36
pasos fronterizos, de los cuales hay uno solo “integrado” (zona donde
autoridades de los dos países realizan verificaciones) el de Cristo
Redentor. La vulnerable frontera norte y
la frontera este tienen las siguientes características (Fuente: La Nación, 17 de noviembre de 2013):
- 2 pasos fronterizos con
Bolivia, país que tiene 742 km de límites (3 áreas de control integrado:
Salvador Mazza, La Quiaca, Aguas Blanco).
- 37 pasos fronterizos con
Paraguay, con 1699 km (2 áreas de control integrado, Posadas y Clorinda).
- 17 pasos fronterizos, con
1132 km de lìmites con Brasil (5 áreas de control integrado: Paso de los
Libres, Santo Tomé, B. Irigoyen, Cerqueira, Andresito e Iguazú).
- 11 pasos fronterizos con
Uruguay, que tiene 495 km (3 áreas integradas de control de frontera:
Gualeguaychú, Colón, Concordia).
- Río de la Plata: 290 km.,
utilizado para el tráfico ilegal de mercadería.
- Mar Argentino: sus puertos
son utilizados para embarques de droga hacia otros destinos extranjeros.
A
pesar del esfuerzo para controlar la frontera norte, con el despliegue de
cuatro radares con alcances de 200 km, que al no funcionar las 24 horas genera
dificultades entre otras cosas para vigilar el espacio aéreo, que fue
vulnerado, según fuentes periodísticas en 2011 por 800 aeronaves. A todo ello
cabe agregar la existencia de corredores que cruzan las provincias de Salta y
Catamarca por los cuales los aviones “narco” escapan al control del Estado. A
pesar de la atención puesta en la frontera norte, se puede observar que existen
vulnerabilidades en las fronteras oriental y occidental que deben ser tomadas
en cuenta. El mecanismo de intercepción de los aviones que ingresan ilegalmente
es realizado por medio de viejos aviones de las FFAA, que solo pueden
fotografiarlo y no derribarlo. A diferencia de los países vecinos que tienen en
su legislación la facultad de derribar las aeronaves intrusas que se nieguen a
aterrizar con el fin de ser identificadas.
La
estructura judicial destinada a actuar en los delitos en zonas de frontera,
tiene escasos medios, reconocidos abiertamente por magistrados federales. Se
precisa infraestructura, personal adicional especializado, recursos
tecnológicos, incrementar el número de juzgados y dependencias del ministerio
público fiscal; además de instalaciones del servicio penitenciario para alojar
detenidos y procesados. ¿Y que tiene que ver esto con la Defensa Nacional?
Tiene relación, el creciente delito en zonas de frontera puede ser (y será)
motor de conflictos interestatales. Ejemplos de ello lo tenemos en el caso de
Colombia y Venezuela, con sus diferencias por las actividades de organizaciones
armadas ilegales y criminales, que ha llevado a dichos países a situaciones de
crisis grave, con movilización de fuerzas militares. México es otro caso de
frontera “caliente” donde la actividad de las organizaciones criminales llevó
algunos a sectores políticos de Estados Unidos con apoyo de influyentes “think
thank” promovieron la posibilidad de una intervención militar, dado las
limitaciones que tenía el gobierno mexicano para enfrentar su “guerra” contra
las drogas.
La
incapacidad de controlar las propias fronteras, puede generar serios problemas
para países vecinos, llevando a la posibilidad de escaladas de tensión.
Recordemos que los países vecinos no cuentan con fuerzas de seguridad de
fronteras, y llegado el caso que se sientan amenazados pueden desplegar
directamente fuerzas militares para responder a los actores que consideren que
sean un riesgo para su seguridad. Lo
que nosotros no hagamos en la lucha contra las amenazas fronterizas, otros lo
harán.
En
su momento el ministro de defensa ruso Serguei Ivanov (1) señaló la importancia
de las llamadas amenazas transfronterizas para los sistemas de seguridad, al
definirlos como factores que conspiran contra la estabilidad interna de los
estados y en las relaciones pacíficas entre Estados. Estas amenazas están formadas por organizaciones criminales,
terroristas, tráfico ilícito de drogas, demandan que no se puede luchar frente
a ellas de manera aislada, es indispensable la cooperación.
En
medios periodísticos trascendió un duro informe presentado por el presidente de
la Cámara Federal de Apelaciones de Salta, con el fin de solicitar soluciones
urgentes dado el creciente problema del narcotráfico en la frontera norte. No
solo habla de las clásicas modalidades citadas para transportar droga, sino
también de la presencia de millares de inmigrantes de origen colombiano y
mexicano que se han radicado en zonas de frontera (en zonas “calientes”).El creciente
poder de las organizaciones criminales, no solo está determinado por la
compleja logística y organización, sino por su poder de fuego. El citado
presidente de la Cámara Federal salteña señaló en medios periodísticos “En una oportunidad se secuestraron 150.000
proyectiles”. Las organizaciones criminales cuentan con armamento que en
más de una ocasión es de mejor calidad que el utilizado por fuerzas policiales.
Por otro lado se observa la presencia de miles de ciudadanos extranjeros,
principalmente colombianos, mexicanos, y rusos, que ha generado la alarma de
medios judiciales. (Fuente: Perfil
del 16 de noviembre de 2013).
El
río Paraná es otra vía para el tráfico de drogas y contrabando, donde son
utilizadas de manea profusa barcazas para trasladar marihuana (en un
procedimiento se interceptaron un cargamento con 4 toneladas de marihuana). Es
frecuente en determinadas, según medios periodísticas, que en zonas de la
Provincia de Santa Fe y Entre Ríos, además de puertos fluviales bonaerenses que
los traficantes arrojen bolsas con droga, que son recogidas en determinados
puntos por otros grupos de delincuentes. Sin ninguna duda la “Hidrovía” precisa
de controles más eficientes.
El crimen
organizado ¿factor de desestabilización de un Estado?
Es
de público conocimiento el creciente número de delitos de diverso tipo, donde
la droga está involucrada. Lamentablemente el acceso a estadísticas oficiales
es restringido, lo que obliga apelar a fuentes independientes, que salvando las
distancias, permiten percibir que el narcotráfico se está transformando en un
factor de desestabilización. Cabe
destacar en este contexto la desactivación del Sistema Nacional de Información
Criminal en 2005. Un informe del Departamento de Estado, señalaba en su momento
que el tráfico de narcóticos colombianos hacia la Argentina se había
incrementado y para el jefe de la DEA en Argentina (reza el informe) el tráfico
de drogas vía marítima también se había incrementado (2).
La
Argentina se ha transformado en un país de tránsito en un país consumidor y
exportador de cocaína elaborada. Según un reporte de la ONU en 2008 señalaba en
su momento que el Paraguay produce unas
5.900 toneladas de marihuana por año. El valor de ese volumen en los mercados
de consumo en la región es de alrededor de 3.600 millones de dólares, lo que
equivale al valor de todas las exportaciones anuales del Paraguay. Aproximadamente
el 70% de la marihuana paraguaya se va al Brasil, el 20% a la Argentina y
Uruguay, y el 10% a Chile. Ello sin contar con la producción local. En el año
2008 la Argentina era el segundo consumidor de marihuana “per cápita” de toda
América. Se estima que el 8% de su población adulta lo consume.
El
accionar del crimen organizado puede dividirse en etapas bien definidas
- Penetración: seleccionado
un país, por su ubicación geográfica, centros de consumo, situación social,
calidad institucional, niveles de corrupción, fronteras. Las
organizaciones criminales comienzan a establecer las primeras redes.
- Consolidación: comienza la
lucha entre los distintos grupos por la preeminencia, comienza el control
territorial de poblaciones enteras.
- Estado “narco”: la
sociedad es infiltrada, las organizaciones criminales controlan
estructuras estatales y las corrompen totalmente. La mafia es el gobierno.
La
Argentina está en la llamada “etapa de consolidación” y esto es palpable por
los duros informes internacionales, el llamado de la Corte Suprema de Justicia
de la Nación a tomar medidas urgentes para frenar la expansión de la
criminalidad. La ciudad de Rosario es un ejemplo claro de este proceso, que
está llegando a niveles alarmantes, dado que los grupos criminales desafían
abiertamente al Estado, como paso con el atentado a la casa del actual
gobernador provincial, Bonfatti, tiroteada por una banda de narcos.
El
especialista Horacio Calderón (3) al hablarnos sobre la realidad de la
narcocriminalidad en el país es categórico: “El Estado argentino, o lo que queda en pie de sus instituciones,
refleja el modelo de una entidad reguladora del negocio de las drogas ilegales,
al estilo del México de décadas atrás. En cuanto al perfil que tiene en
relación a la narcocriminalidad, el especialista citado señala lo siguiente:
- País de tránsito hacia
Europa y Estados Unidos de la cocaína elaborada en Bolivia, Perú y
Colombia.
- País de tránsito de la
heroína colombiana hacia Estados Unidos.
- País de consumo y tránsito
de marihuana producida en Bolivia y Paraguay.
- País de producción,
control de calidad y tránsito de precursores químicos con destino al
mercado doméstico, México y Estados Unidos.
- País productor de
clorhidrato de cocaína. En los últimos tiempos se ha transformado en un
importante exportador mundial.
- País sujeto a sospechas
por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) que lo colocó en la
llamada lista gris por dificultades para luchar contra el lavado de
activos.
- País de operaciones, de
tránsito y descanso y hasta escondrijo de altos jefes de Organizaciones
narcotraficantes.
Horacio
Calderón señala que el éxito de ubicar numerosos laboratorios dedicados al
procesamiento de cocaína, deja reflejado el crecimiento de este tipo de
actividades, prueba no solo el incremento de la demanda externa y ciertas
facilidades para la “exportación” por problemas de control de fronteras, sino
por el crecimiento de la demanda interna de cocaína y su residuo, el paco. La
situación alarmante que vive la Argentina fue reiterada por la ONU por
intermedio de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
(UNODC). Sobre el tema recomendamos ver el artículo del periodista mencionado
en DEYSEG nro. 56., que a pesar de haber sido publicado en 2010, tiene plena
actualidad.
El
combate al crimen organizado no es solo con armas y llenar las calles de
uniformados, es algo complejo y debe ser encarado por estrategias integrales
que luchen contra la marginalidad. Horacio Calderón es contundente que
el negocio del narcotráfico y toda la gama de delitos que de él emanan o lo
acompañan, está gobernado por una red criminosa doméstica que ningún gobierno
ha intentado seriamente perforar y neutralizar durante las últimas décadas (4).
La promoción de la familia, los valores, la educación, la generación de empleo
genuino, la erradicación de barriadas marginales sin servicios públicos,
mejoras sanitarias y largo etc. En el campo de la seguridad, es preciso la
coordinación y el uso racional de los recursos disponibles, lo que no quita la
necesidad de reformas legales y de estructuras existentes, en el marco de la
llamada interdicción estratégica del
narcotráfico. Que como define el
vicepresidente del Centro Aeronáutico de Estudios Estratégicos en un brillante
trabajo es la acción de negar el uso del
espacio aéreo, fluvial, marítimo y terrestre tanto para el ingreso al
territorio nacional de sustancias ilícitas, como para su exportación a terceros
países.(5).
Los organismos
responsables de la seguridad de fronteras
La
legislación en materia de seguridad tiene su eje la Ley 24.059 de Seguridad
Interior, que convive con la legislación obsoleta de las leyes orgánicas de las
fuerzas de seguridad y de la Policía Federal, particularmente la ley 18.711,
que mantiene una serie de falencias:
- falta de definición clara
del concepto “fuerza de seguridad” en relación al concepto de “policía de
seguridad”;
- falta de una definición de
la naturaleza de la Policía Federal, el marco legal, solo se limita a
señalar sus funciones;
- la ley 18.711 mantiene la
dependencia de GN y PNA de los comandos del Ejército y Armada (la ley
orgánica de PNA señala que ésta depende del ministerio de defensa);
- no inclusión de la Policía
de Seguridad Aeroportuaria;
- superposición en materia
de competencia y jurisdicción;
A
todo ello cabe agregar que las fuerzas de seguridad forman parte del sistema de
defensa nacional. Lamentablemente no se ha regulado su vinculación con la
defensa nacional, una falencia del decreto que reglamenta la ley de defensa,
unido a un crecimiento exponencial de medios y recursos destinados a cumplir funciones
policiales en áreas para donde no fueron capacitados.
En
materia de seguridad de fronteras interviene la llamada Policía Aduanera que
según surge de la normativa vigente, tiene atribuciones propias de policía de
seguridad y judicial (6). Curiosamente a pesar de tener dichas facultades,
carece de elementos de coacción, como de
armamento. Es más, la Policía Aduanera cuenta con su propia estructura de
inteligencia, que según el marco legal vigente no prevé su integración en la
dirección nacional de inteligencia criminal. Una seria falencia de la
legislación, circunstancia que limita seriamente la coordinación del esfuerzo
destinado a luchar contra delitos económicos, que en más de una ocasión pueden
estar vinculados al narcotráfico y/o la financiación de otras actividades
delictivas. Cabe agregar que las
funciones de la policía aduanera recaen aproximadamente en 173 funcionarios, de
los cuáles 80 son operativos (7).
El
creciente poder de fuego de las organizaciones criminales, la complejidad de la
amenaza a enfrentar demanda reflexionar sobre las instituciones destinadas a
enfrentarlas, pensar en una reforma integral, incluyendo la legislación vigente
y un presupuesto adecuado. En lo
referente a ello, observamos que mientras se observa una creciente demanda de emplear efectivos de
Prefectura Naval y particularmente de la Gendarmería Nacional, debe enfrentar
el hecho que el presupuesto de seguridad previsto para el 2014 solo crecerá un
6,6% ($22.282,6 millones: Fuente La
Nación del 15 de septiembre de 2013), frente a una inflación superior. Ello demanda la necesidad de hacer cambios, y
buscar soluciones que consideren un uso racional de los recursos y medios
existentes. En este contexto se inserta el presente trabajo, en el cual
señalaremos el aporte que pueden realizar las FFAA en materia de requerimientos
para las FFSS.
La necesidad de
un sistema integral de vigilancia y control de los espacios fronterizos.
La
responsabilidad de llevar a cabo la interdicción estratégica del narcotráfico
recae en las Fuerzas de Seguridad – Gendarmería Nacional y Prefectura Naval –
responsables de las fronteras terrestres, fluviales y marítimas. En cuanto al
espacio aéreo, esto es responsabilidad del Comando Operacional del Estado Mayor
Conjunto, que cuenta con medios aptos para la detección, interceptación,
identificación, y eventual derribo (si hubiera una ley habilitante) de
aeronaves en actividades ilícitas y que violen la soberanía del espacio aéreo
nacional; operaciones estas que son
similares tanto para la seguridad como para la defensa nacional como señala
el brigadier mayor (R) Horacio
Rodríguez. Un ejemplo de ello es fue la creación de la Zona de Área Defensa Noreste, bajo control operacional del Estado Mayor Conjunto se enmarca en la
demanda originada en la ley de Defensa Nacional, independiente del tipo o fin
de todo tránsito aéreo irregular (TAI) que pueda ser detectado bajo la sospecha
de estar violando la soberanía del espacio aéreo nacional; siendo la Fuerza
Aérea Argentina la responsable de
adiestrar y alistar los medios antes mencionados para realizar esa tarea.
La vulnerabilidad de la
frontera norte demanda acciones concretas, que deben ir más allá del Operativo Escudo
Norte (8). La idea es armar una estructura permanente, que dado la magnitud del
teatro de operaciones, esto supera ampliamente la capacidad de las FFSS, lo que
indica la necesidad de participación de las FFAA a través de sistemas de
vigilancia, comunicaciones, transporte aéreo, aviación táctica, transporte y
patrulla fluvial. El objetivo es reducir el nivel de “porosidad de las
fronteras”. Dado el amplio espacio geográfico a controlar que supera la
capacidad de las FFSS, demandan hacer un control en profundidad, teniendo en
cuenta las incursiones de las aeronaves que violan el espacio aéreo nacional,
para la comisión de actividades ilícitas. En diversos medios periodísticos se
ha señalado la existencia de campos de aterrizaje clandestinos en los límites
interprovinciales de Santa Fe y Santiago del Estero. Esta realidad indica la
necesidad del empleo de determinados recursos disponibles en las FFAA en apoyo
a las operaciones de interdicción y “blindar” las fronteras.
Nuestro principal socio y
aliado en la región es un ejemplo a seguir, de manera gradual está
implementando el sistema SIVAM para vigilar y controlar la región Amazónica,
con fuerte presencia de la industria nacional de defensa. Asimismo, desde el 16
de septiembre de 2011 la actual gestión de la presidente Dilma Rousseff, lanzó
la Operación Ágata II que incluye 30 aeronaves, 10.000 militares, vehículos
aéreos no tripulados (UAVs), patrulleros de la Marina, vigilancia satelital a lo largo de las fronteras
nacionales. En dicho operativo participan fuerzas policiales estatales y la
agencia brasileña de inteligencia. Medios especializados señalan el grado de
integración conjunta entre las FFAA y el empleo eficiente de nuevos recursos
tecnológicos, como la aeronave no tripulada Hermes. No cabe duda que todo ello
es consecuencia de la experiencia adquirida en operativos similares.
La Argentina cuenta con recursos económicos para seguir el ejemplo de Brasil (9), así como de una estructura mínima dentro de las FFAA y de capacidades industriales para llevar a cabo un sistema similar la SIVAM brasileño. El operativo “Escudo Norte” puede servir la base de partida para la puesta en marcha del “SIVAM argentino”. Desde el punto de vista jurídico es indispensable modificar algunos puntos de la ley de seguridad interior, que habiliten el empleo flexible de los recursos del Estado para proveer seguridad a las fronteras. En lo que respecta al aspecto operativo, proponemos la creación de un “sistema integrado de vigilancia” compuesto por:
§ Centro de comando, dotado de recursos tecnológicos punteros, para facilitar la coordinación de las fuerzas de interceptación terrestres, anfibias, y aéreas. Las infraestructuras existentes en la localidad bonaerense de Merlo, pueden servir de base para la creación del citado centro de mando.
§ Subsistema de Alerta temprana y detección: formado por una flotilla de aeronaves militares desplegadas en hangares de alta seguridad, radares del sistema SINVICA, vehículos aéreos no tripulados. Las aeronaves deberán contar con capacidad de alerta temprana (AEW/C), guerra electrónica, modernos sistemas de vigilancia todo tiempo, etc.
§ Fuerzas de Interceptación: formadas por medios aéreos para interceptar y disuadir vuelos ilegales (aviones IA-63 Pampa e IA-58 Pucará), y transporte de grupos móviles especiales de las fuerzas policiales y de seguridad. Las FFAA cuentan con recursos proveer la movilidad terrestre, aérea y fluvial para dichos grupos.
Nuestra propuesta deja de lado cualquier intervención de unidades militares en operaciones netamente policiales o de lucha contra el delito – como el caso mexicano o colombiano – como también en acciones de restablecimiento del orden público. Salvo en situaciones de conmoción interior como señala la propia Constitución Nacional y la legislación vigente.
El objetivo es proponer un uso racional de los recursos que tiene el Estado, empleando las FFAA en apoyo a las FFSS en determinadas áreas puntuales. La inversión destinada a las FFAA significará para el país lo siguiente:
§ Incremento de la presencia del Estado en áreas de frontera, contribuyendo a la seguridad interna y externa de la Nación. Asimismo podrá servir de punta de lanza para que otras agencias del Estado hagan acto de presencia en dichas áreas promoviendo su desarrollo e integración;
§ Uso racional de recursos humanos y económicos, con el consiguiente ahorro para los contribuyentes;
§ Impulso al desarrollo de operaciones conjuntas entre las FFAA;
§ Incremento de las horas de vuelo para los pilotos de las FFAA;
§ Modernización de los sistemas de vigilancia y control del espacio aéreo, aviación táctica, comunicaciones, transporte, comando y control, guerra electrónica;
§ Mejora en materia de capacidades e incremento de la operatividad;
§ Impulso al área de producción para la defensa, particularmente en materia de radares, aeronaves, UAVs, vehículos livianos, embarcaciones, modernización de sistemas en servicio, etc.
Las FFSS y Policiales también se verán beneficiadas con la puesta en marcha de nuevos mecanismos de cooperación/coordinación con las FFAA:
§ Aprovechamiento de capacidades instaladas de las FFAA en materia de infraestructura;
§ Apoyo logístico a través de las distintas bases militares en todo el país, lo que facilita el despliegue de contingentes importantes en diversos puntos de la geografía nacional;
§ Unificación de insumos de uso común. Implementar un mecanismo de adquisiciones conjuntas (uniformes, armamento portátil, vehículos administrativos, medios de transporte, etc.) con el consiguiente ahorro de costos.
§ Incremento de capacidades en materia de transporte y vigilancia de fronteras;
§ Uso racional de los recursos del presupuesto de seguridad.
Seguridad
Interior: oportunidad para modernizar la flota militar argentina. La
experiencia internacional aplicado al caso argentino.
La situación de la flota aérea militar es de público conocimiento. En los casos de la Fuerza Aérea y la Aviación Naval la situación es complicada, dado la edad de las aeronaves, que en más de un caso está al final de su vida útil. En el caso particular del Ejército, su importante parque de helicópteros, están inmersos en un programa de modernización, no obstante ello, el grueso de las aeronaves están cargadas de años y precisan ser reemplazadas. En cambio, en las FFSS la realidad es diferente, se observa a pequeña escala un crecimiento y/o mejora de su parque aéreo, especialmente Gendarmería con la incorporación de nuevos helicópteros y aviones de enlace rápido. En cuanto a la Prefectura Naval, mantiene aeronaves con capacidades SAR y patrulla marítima –relativamente modernos - pero el número de aeronaves es limitado para cubrir el extenso espacio marítimo argentino. Esta situación merece las siguientes observaciones:
§ Existencia de múltiples modelos, situación que complica la logística;
§ Aeronaves con capacidades limitadas en materia de uso dual (solo satisfacen requerimientos de la seguridad interior);
§ Adquisiciones de un limitado número restringido de aeronaves, cubriendo en parte las necesidades de las FFSS en la materia.
A nuestro modesto juicio consideramos que los limitados recursos deben centrarse en la flota aérea militar principalmente. Esto permitiría que los programas de modernización, satisfacer tanto requerimientos de la defensa nacional como del sistema de seguridad interior; la recuperación de la flota aérea militar beneficiará a las FFAA, al incrementar su nivel de operatividad; el despliegue de bases de la flota aérea de las FFAA, permite a las FFSS disponer con medios de apoyo a sus misiones a lo largo y ancho de la geografía nacional; aprovechamiento racional de recursos económicos, infraestructura, medios y personal; y ahorros en materia de recursos materiales y humanos.
Nuestra propuesta toma como referencia la experiencia internacional. Un ejemplo de ello es el Cuerpo Aéreo Irlandés. Esta fuerza cuenta con una escuadrón de helicópteros especializado en apoyo a la Policía y otro especializado en tareas de patrulla marítima y SAR (8)4). Los limitados recursos en materia aérea del Estado irlandés se centran en una sola institución, con el consiguiente ahorro de gastos. Existen en Europa otros ejemplos – sin ir al extremo irlandés - en los cuales las fuerzas aéreas participan en acciones vinculadas a la seguridad interna, particularmente en las tareas de vigilancia y control de fronteras y espacios marítimos. Un caso, a título de ejemplo es la Real Fuerza Aérea británica que realiza distintas operaciones en el ámbito doméstico (búsqueda y rescate, apoyo a la vigilancia y aplicación de normas pesqueras, etc.).
En el ámbito de América Latina, distintos Estados a raíz de la dura realidad en materia de seguridad interna, ha motivado la realización de fuertes inversiones de sus FFAA, que en el caso de sus fuerzas aéreas, citamos los siguientes ejemplos:
§ México: las inversiones en su fuerza aérea se orientaron a incrementar especialmente su parque de alas rotatorias para apoyar unidades especiales y de despliegue rápido tanto del ejército como de las fuerzas policiales (10);
§ Perú: emplea los reactores tácticos Cessna A-37B/OA-37B y los turbohélices T-27 Tucano en operaciones contrainsurgencia, y lucha contra el narcotráfico. En 2010 el gobierno se mostró interesado en adquirir A-29 A Super Tucano para reemplazar los modelos citados. Asimismo ha modernizado helicópteros Mi-8/17/25, que según fuentes internacionales señalan que serán utilizados en la lucha contra los restos de Sendero Luminoso y organizaciones criminales que operan en las selvas.
§ Brasil: el Sistema de Vigilancia de la Amazonía (SIVAM) incluye la adquisición de aviones de alerta temprana, guerra electrónica, ataque liviano y helicópteros de transporte.(11)
§ Colombia: los esfuerzos se centran en modernizar la aviación táctica, especialmente con la adquisición de los A-29 A Super Tucano y la modernización de A-37B/OA-37B, además de continuar con la modernización de la aviación de transporte y la flota de helicópteros. La gravedad del conflicto armado interno, así como la presencia de poderosas organizaciones criminales vinculadas al tráfico de drogas, demandan un gran esfuerzo en el control del espacio territorial. En el caso de la FAC, sus aeronaves tienen misiones centradas en la interdicción de drogas, detección de laboratorios, y destrucción de pistas clandestinas.
§ Guatemala: en 2010 el país incorporó 10 A-29 A Super Tucano destinados a combatir el tráfico de drogas y patrullar las fronteras. Por otro lado se han realizado inversiones para recuperar los aviones A-37B y helicópteros UH-1H, también para afrontar el drama de la seguridad interna. Cabe señalar que los dos principales candidatos presidenciales promueven una mayor participación de las FFAA del país en la lucha contra el delito y seguridad en las fronteras.
En los casos señalados, particularmente en Colombia, Perú y Brasil, se observa que dado la situación de seguridad interna los gobiernos han realizado inversiones que no solo impactan en la seguridad interior, sino también en el ámbito de la defensa, por haber permitido mejoras en los ámbitos de transporte táctico, guerra electrónica, ataque liviano, reconocimiento, comunicaciones, vigilancia y control del espacio aéreo.
La experiencia internacional puede servir de ejemplo para revitalizar la flota aérea militar argentina. Desde la perspectiva de las necesidades del sistema de seguridad interior, las inversiones en la flota militar deberían centrarse en:
1. Nivel Conjunto: flota de helicópteros de las tres fuerzas;
2. Armada: aviones P-3 Orión, B-200M, y helicópteros Sea King;
3. Fuerza Aérea: aviación de transporte táctico, enlace y aviación táctica (IA-58 Pucará y IA-63 Pampa), y continuación de la modernización de los sistemas de vigilancia radar;
4. Ejército: aviones OV-1D Mohawk;
Las organizaciones criminales
cuentan cada día con recursos técnicos cada vez más avanzados, un poder de
fuego creciente y una aceitada red de inteligencia, además de una sólida
logística. En más de un caso la respuesta rápida, es clave para caer sobre las
bandas criminales que operan en zonas de frontera o en el interior del país. El
Ejército cuenta con un parque de helicópteros importante, capaz de transportar
grupos de gendarmes para arribar de manera oportuna y con celeridad a objetivos
pre -determinados. A ello se une la posibilidad de poner a disposición de las
FFSS radares de vigilancia terrestre (recordemos el sistema RATRAS),
comunicaciones y guerra electrónica, además de medios de transporte.
La Armada y Fuerza Aérea pueden
complementarse con las FFSS al poner a disposición medios de transporte aéreo y
fluvial, además de radares y medios de vigilancia.
Fuerzas federales junto a
medios militares podrán integrarse en fuerzas conjuntas bajo la conducción del
centro de comando, propuesto en este trabajo.
Estas fuerzas conjuntas se caracterizaran por la rotación permanente de
personal, que no tengan contacto con la población civil, dado la inserción de
las organizaciones criminales que pueda tener con esta. Estas fuerzas se
caracterizarán por la flexibilidad para poder adaptarse a una realidad siempre
cambiante.
En esta “guerra” será clave
contar con servicios de inteligencia de primer nivel, bien organizados y con
eficientes mecanismos de coordinación. La cooperación será clave no solo a
nivel nacional sino con los Estados de la región y fuera de ella.
La idea de militarizar las
fuerzas de seguridad, no debe ser mal vista, todo lo contrario, ello facilitará
la interoperabilidad y comunicación con las FFAA en caso de conflicto. La idea
de militarización tendrá su impacto en el adiestramiento y equipamiento (es
necesario incrementar el poder de fuego de estas y formar unidades
especializadas en combate andino, fluvial, jungla/monte). Por otro lado, dado
su despliegue constituyen elementos de suma utilidad para garantizar cierto
grado de disuasión creíble. Es más consideramos pertinente en la modernización
de las FFSS, se deberá priorizar lo cualitativo sobre lo cuantitativo,
transformándose en una elite. (12).
El
control del espacio aéreo. La polémica de la Ley de Derribos y nuestra
propuesta: Ley de Defensa de la Soberanía del Espacio Aéreo.
En el marco regional un número
creciente de Estados adoptaron la llamada “Ley de Derribos” el último
recientemente que la adoptó ha sido Venezuela. La aprobación de dicha
legislación va mas allá de cuestiones político – ideológicas, ejemplo de ello
lo tenemos países con signos políticos opuestos: Colombia, Venezuela, Brasil y
al otro lado del mar, España que bajo un gobierno liderado por Zapatero aprobó también una ley
de derribos. En otros casos se observa un importante esfuerzo financiero para
adquirir medios adecuados para contar con herramientas para la defensa del
espacio aéreo, un caso es Bolivia con la llegada de los reactores chinos
K-8. En los países donde rige la ley de
derribos, responde al requisito de contar con una herramienta legal para la
defensa de su soberanía sobre el espacio aéreo. La legislación de dichos países
considera que aquellas aeronaves que sobrevuelen el espacio aéreo de manera
ilegal, evadan los mecanismos de control (previstos por protocolos
internacionales), como última instancia, fracasados los diversos medios
persuasivos, se puede, llegado el caso a derribar la aeronave. Insistimos el
derribo es la última instancia y es un mecanismo de defensa contra quienes
violan el espacio aéreo de un Estado.
En su momento, la Argentina por
medio de la ley 21.521, tenía claramente definido el rol de la FAA en la
seguridad interior, la citada norma en su art 10 decía: “La Policía Aeronáutica Nacional ejercerá sus funciones en el
aeroespacio con medios de la Fuerza Aérea y el servicio de policía de seguridad
y judicial con sus propios medios”. Lamentablemente la creación de la Policía de
Seguridad Aeroportuaria, quedó un vacío legal que organismo ejercerá las
facultades de policía en el ámbito aeroespacial. Esto es una deuda pendiente de la legislación
de seguridad interior.
Curiosamente a pesar de lo que
creen muchos, la “ley de derribos” existe en nuestro país. Mediante el decreto 1345/2005, con el objeto
de preservar la seguridad de la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, el
Poder ejecutivo facultó a la FAA a derribar aeronaves que fueran una amenaza al
citado evento. Es más el decreto fue puesto en vigencia en otras cumbres. Una
verdadera contradicción en el marco de la legislación vigente.
La solución a nuestro modesto
juicio, es debatir una ley de defensa del espacio aéreo. Toda aeronave que
proveniente del extranjero, sin plan de vuelo, que no se comunica con las
autoridades de aviación del país, y pese a las advertencias, comunicaciones
radioeléctricas, señales visuales, maniobras intimidatorias – la aeronave en
cuestión continúa con su trayectoria
desacatando la orden de aterrizaje o de abandonar el espacio aéreo nacional de
inmediato, podría decirse que el Estado estaría siendo violado en su soberanía
y, por lo tanto, ante la presencia de un acontecimiento hostil. (13). La soberanía es un concepto político Hay
un dominio de la política y otro del derecho que no coinciden. Cuando el
problema es excepcional y está en peligro el Estado, su naturaleza es política,
no jurídica. Sin embargo cabe aclarar que la finalidad de la política, no es el
uso de la fuerza – que debe ser gradual - sino preservar o restablecer el orden
(14). La
soberanía tiene directa relación con la capacidad de decisión. El derecho
internacional es claro, un Estado que está privado de su capacidad de decisión,
no es un Estado soberano. En el marco de la maraña de leyes y reglamentos, el
Estado argentino de manera unilateral ha coartado su capacidad de decisión para
responder a un conjunto de amenazas no convencionales.
Nuestra propuesta es
simplemente hacer algunas modificaciones a nuestras leyes, con el objeto de
considerar aquella aeronave que ingrese ilegalmente al espacio aéreo, y se
niegue a cumplir con los mecanismos de persuasión para aterrizar en un
aeropuerto y ser debidamente identificada, debe ser considerada como aeronave
hostil y sujeta a ser destruida.
La puesta en marcha de esta
“ley de defensa de la soberanía del espacio aéreo” deberá estar acompañada con
el Plan de radarización. Vale la pena recordar que el 80% del espacio aéreo
sigue sin cobertura radar. Algo que afecta a la seguridad del transporte aéreo,
además de tener sus consecuencias para la seguridad interior y la defensa
nacional.
Reflexión
Final
La falta de inversión en
sistemas de vigilancia y control de fronteras están teniendo sus consecuencias.
La gravedad es tal que llevó al gobierno federal a reconocer formalmente el
problema de control de las fronteras con el llamado “Escudo Norte”. Problemas
de índole legal, heredado de cuestiones políticas del pasado, impiden el uso
óptimo de los recursos existentes, a pesar del estado precario de muchos medios
militares. Estos medios con una modesta inversión pueden ser modernizados y/o
reemplazados y pueden ser de suma utilidad para “sellar” las fronteras.
Las falencias en el control de
las fronteras han permitido el crecimiento, expansión y fortalecimiento de
organizaciones criminales, que ya son una amenaza real a las instituciones del
Estado. El caso de la provincia de Santa
Fe es una prueba más que evidente de cómo las organizaciones criminales están
dispuestas a desafiar el poder estatal. El crecimiento de las actividades
ilegales en zonas de frontera, pueden y generalmente derivan en tensiones
interestatales. En la región un ejemplo
de ello ha sido Colombia y Venezuela. Brasil es otro ejemplo, ha desplegado
importantes fuerzas militares en zonas de frontera, no solo para contribuir a
luchar contra actividades ilegales, sino para incrementar la presencia estatal
en zonas sensibles.
En Europa también se observa un esfuerzo conjunto de organismos de seguridad y fuerzas militares para proteger las fronteras. Ejemplos de ello son España e Italia. El uso racional de los recursos disponibles, sin redundancias, les permite a dichos Estados hacer un uso óptimo de los siempre limitados fondos financieros para garantizar la seguridad de sus fronteras nacionales.
La Argentina ha dado varios pasos importantes, se ha reconocido el problema de seguridad de fronteras, la necesidad de coordinar organismos y emplear los recursos disponibles (Operativo Escudo Norte), pero todavía queda un largo camino. Es preciso continuar con las inversiones y realizar cambios legales para permitir el aprovechamiento de determinados medios de las FFAA para apoyar el esfuerzo de garantizar la seguridad.
La presente propuesta permitirá a las FFAA recuperar ciertos niveles de operatividad; incrementar en parte de las capacidades existentes; facilitar el adiestramiento conjunto; elevado nivel de alistamiento de determinadas unidades; y modernizar sus medios, especialmente en materia de vigilancia, transporte, ataque liviano, SAR, comunicaciones, y guerra electrónica. Por otro lado el Estado contará con medios para materializar su presencia en áreas sensibles, garantizar la seguridad de la Nación. La mejora de la capacidad del control de fronteras permitirá combatir eficazmente numerosos flagelos y garantizar una relación correcta con los vecinos. Cabe señalar que la existencia de organizaciones criminales transfronterizas es factor de desestabilización entre Estados vecinos (casos de Colombia en relación con Ecuador y Venezuela, en menor medida Brasil y Paraguay).
Por último, nuestra
propuesta implica el empleo coordinado y el aprovechamiento óptimo de los
recursos de los contribuyentes en pos de garantizar la vida y la libertad de
estos. Objetivos consagrados en la misma Constitución Nacional.
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Fuentes
periodísticas
Diario La Nación.
Diario Perfil.
Legislación
Ley 23.554 de Defensa Nacional
Ley 24.059 de Seguridad Interior.
Ley 24.948 de reestructuración de las FFAA.
Decreto 1273/92. Reglamentación de la Ley de Seguridad Interior.
Decreto 1691/2006 de Funcionamiento y Organización de las FFAA
Decreto 727/2007 de reglamentación de la ley de Defensa Nacional.
Decreto 1091/2011 “Operativo Escudo Norte”
Notas.
1. IVANOV, Seguei: “Las Fuerzas
Armadas de Rusia y sus prioridades geopolíticas”, revista Defensa, Madrid,
n°323, marzo 2005.
2. citado en los fundamentos
del “Proyecto de Ley de Creación del Cordón Marítimo y Aéreo de Seguridad para
el control del tráfico de Estupefacientes”, proyecto 5081-D-2005 de los
diputados Olinda Montenegro, Marta Teresa Ferrin, Fernando Montoya, Beatriz
Leyba de Martí. Honorable Cámara de Diputados de la Nación.
3. CALDERON, Horacio: “El
“cartel de la Gran Aldea” del narcotráfico argentino” en Defensa y Seguridad nro. 56 (Buenos Aires, julio – agosto 2010).
4. CALDERON, Horacio, op.cit,
pág. 20.
5. RODRIGUEZ Horacio:
“Interdicción Estratégica al Narcotráfico”. Documento
de Trabajo. Centro Aeronáutico de Estudios Estratégicos. Buenos Aires, 2013.
6. Las disposiciones de la
AFIP/DGA establecen que entre las facultades del Departamento de Policía
Aduanera se encuentran la realización de investigaciones sobre ilícitos, realizar
allanamientos; investigaciones vinculadas a la lucha contra el narcotráfico;
facultades de fuerza pública en materia de prevención y represión de ilícitos
en el tráfico internacional de mercaderías; etc. Ver GARIBALDI Daniel: La Seguridad Interior y sus Ausencias.
En http://www.rebelion.org/docs/89091.pdf.
7. Si algún día se decide
reformar el sistema de seguridad interior, las funciones de la Policía Aduanera
debería ser asignadas a unidades especiales de las fuerzas de seguridad,
transformando la dirección de policía aduanera en un organismo de coordinación.
8. ver Decreto 1091/2011 “Operativo Escudo Norte”.
9. En la Sección de Economía y Negocios del diario La Nación, Martín Kanenguiser en “La oposición intentará limitar el gasto discrecional del gobierno” 10/9/2011 señala que según el diputado porteño Claudio Lozano, el gobierno federal ha manejado, fondos extra presupuestarios desde el 2003 hasta el presente año una suma de $ 220.345 millones. Dicha situación – la disponibilidad de importantes fondos fuera de presupuesto – permitió al gobierno en el presupuesto de 2012 disponer de un abultado fondo. Esta realidad haría factible financiar la modernización propuesta.
10. La realidad en materia de seguridad interna ha incrementado las misiones de la FAM: interdicción de vuelos ilegales, detección de cultivos de enervantes, transporte y enlace de unidades especiales, lucha contra insurgencia. Ello motivó que el gobierno de México realice en estos años fuertes inversiones en su fuerza aérea, destacándose la incorporación de helicópteros medios y pesados (Mi-17/UH-60L/Mi-26T), aviones de transporte táctico medio (CN 235M y C-130 de segunda mano), licitación para adquirir un sistema AEW/C (la idea es implementar algo similar al SIVAM brasileño).
11. El Sistema de Vigilancia de la Amazonia es un proyecto liderado por la Fuerza Aérea de Brasil destinado a vigilar y controlar el espacio aéreo a través de una red de radares terrestres, centros de comando, aviones alerta temprana y guerra electrónica, helicópteros, aviones de ataque liviano. El objetivo es combatir los vuelos ilegales, vigilar las fronteras, disuadir a organizaciones criminales y terroristas con bases en países vecinos, proteger los recursos de la región e incrementar la presencia del Estado brasileño en el área.
12. Se ha observado en fuerzas de seguridad fronterizas, tanto de Europa, Rusia y Asia. En todos los casos se observa sus características militarizadas, especialmente para aquellas fuerzas que operan en fronteras “calientes” donde tienen que hacer frente a organizaciones criminales y terroristas caracterizadas por su poder de fuego, beneficiados en muchos casos por contar con santuarios, facilitados por gobiernos corruptos, como de Estados incapaces de controlar sus propios espacios geográficos.
13. RODRIGUEZ, Horacio, op. Cit.
14. Idem. Op.cit.
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