Defensa Nacional Desafíos y Futuro. Conferencia Rodriguez – Suarez Saponaro Octubre 2020

Las Fuerzas Armadas desde hace décadas han dejado de ser una prioridad para la política en Argentina. La sanción de la ley 23.554 de Defensa Nacional, en 1987, pareció poner una base de partida para una política de defensa en el marco de la democracia. Desde hace más de tres décadas, que el país espera que el Sistema previsto por la ley sea puesto en marcha.

En 1998, una vez más el tema de la defensa naciona volvió a la escena del debate público,donde la dirigencia reconoció que algo había que hacer, fue sancionada la Ley 24.948 de Reestructuración   de las Fuerzas Armadas, con un fondo especial para su modernización. Las crisis políticas y económicas fueron excusa para mirar para otro lado.

En 2003 se inició un ciclo político abiertamente hostil a todo lo militar, lo que postergó el tema, a pesar que el país tenía crecimiento económico y superávit fiscal. Pero no se hizo nada por cambiar la situación, sino más bien el tema quedó en manos de sectores que sesgados por la ideologíam así aparecieron teorías como la Defensa No Provocativa, que no hicieron un aporte positivo para la Defensa argentina. La Escuela de Defensa Nacional,

centro destinado a formar expertos en la materia, nunca logró materializarse como un organismo para formar funcionarios y expertos del área no solo dentro del Estado Nacional, sino en otros ámbitos del quehacer nacional. Años perdidos, se dictaron normas en contrario a la ley 23.554 de Defensa Nacional, haciendo el Estado Mayor Conjunto un organismo de carácter operativo cuando no lo es. 

Las estructuras burocráticas crecieron, las industrias de defensa se llenaron de militancia y de declaraciones voluntaristas. Mientras que países vecinos recuperaban capacidades, como el exitoso programa Peace Puma, de Chile con la llegada de modernos F 16 Block 50/52, los aviones de combate de primera línea de la Fuerza Aérea languidecían. La perniciosa política de los noventa de ajuste, continuó, la pérdida de capacidades condicionó seriamente la seguridad de la Nación. 

No en vano el  expansionismo británico en el Atlántico Sur se consolidó e impunemente llevó a cabo tareas de exploración petrolera.

En 2015, vino una nueva gestion, menos hostil desde el discurso, pero no hizo cambios sustanciales. La agonía presupuestaria costó la pérdida del submarino ARA San Juan con sus 44 tripulantes. Una tragedia, consecuencias de décadas de desidia, que por incapacidad manifiesta de los titulares del área de Defensa, recortaron gastos, en donde era necesario garantizarlos para la seguridad de las tripulaciones de aeronaves., buques y submarinos. Un precio demasiado alto, que esperemos se haga Justicia. La ausencia de reformas

estructurales, mantuvo las cosas como estaban, la degradación de capacidades llegó a su punto máximo. La Argentina no cuenta con aviación de combate moderna y la Armada se ha convertido en un guardacostas de hecho, dado que el Arma submarina se ha perdido de hecho y los  principales medios de combate no han sido modernizados. En este contexto se dictó la Directiva de Defensa Nacional de 2018, siendo los aspectos más destacables, las amenazas asimétricas, la ciberdefensa, la creación de un sistema de vigilancia del espacio marítimo, pero deja de lado el conflicto Malvinas y los intereses marítimos. La Directiva se dictó sin apoyo del Consejo de Defensa Nacional, organismo que nunca fue convocado. 

Llegamos al 2020 sin Sistema de Defensa Nacional, sin un Sistema de Inteligencia acorde a los tiempos que corren, en el marco de un mundo donde los organismos internacionales,como Naciones Unidas, han perdido lugar, la ilegalidad es creciente, unido al  unilateralismo. Los campos de batalla como Siria, han puesto en evidencia nuevas maneras de llevar la guerra. Actores estatales y no estatales operan, llevando a cabo acciones convecionales y no convencionales, pero en combinación con escenarios donde operan elementos terroristas, criminales, operaciones de subversión política, acción psicológica, ciberataques. Esto impactan en las estructuras de seguridad, y existen cambios destinados a lidiar con estos desafíos. La Argentina en cambio permanece aferrada, por cuestiones políticas a escenarios pasados. Las Fuerzas Armadas se encuentran con equipamiento obsoleto, un despliegue que data de otras realidades geopolíticas, agregándose que el Sistema de Defensa Nacional nunca fue puesto en marcha. Dadas las circunstancias ha llegado la hora de plantear soluciones diferentes, que se adapten a los recursos existentes, objetivo de este trabajo, de sentar las bases de un Instrumento Militar con vista a los conflictos presentes y futuros.

 

Dejamos el enlace de la Conferencia dada por el Lic en Seguridad, Felipe Rodriguez y el Mg. En Defensa Nacional Jorge Alejandro Suarez Saponaro

 

Enlace para descargar la propuesta sobre Reforma de las Fuerzas Armadas en tiempos de ajuste fiscal

https://www.academia.edu/44404556/DEFENSA_NACIONAL_PRESENTE_Y_FUTURO_en_ARGENTINA