La protección de las fronteras ¿competencia de la defensa o la seguridad?







En el medio de una polémica pública, la gestión del presidente Mauricio Macri, en su momento, ordenó el despliegue de elementos del Ejército Argentino en la vulnerable frontera norte, como paliativo ante el retiro de fuerzas de Gendarmería, dado que dicha fuerza estaba siendo empleada en apoyo a la seguridad en grandes ciudades, especialmente en Rosario y el llamado Gran Buenos Aires.  A ello se une un marco normativo, donde lo relacionado con las fronteras queda como competencia exclusiva del Ministerio de Seguridad.  Esto entra en colisión con lo fijado por la Ley de Defensa Nacional. En esta nota hacemos algunos aportes para este interesante debate


Por Jorge Alejandro Suárez Saponaro

Director de Diario El Minuto para Argentina 


La complejidad de los problemas fronterizos, indican claramente que la división existente entre defensa y seguridad, como plantea nuestra ley – aprobada en un contexto político especial – merece un profundo debate o por lo menos encontrar mecanismos de coordinación entre los organismos involucrados. Pero  por la naturaleza y realidad de las fronteras, no cabe duda que es un área que debe ser considerada de interés de la Defensa Nacional. El geógrafo político Martin Ira Glassner define a la frontera como el área político geográfica que se encuentra mas allá de la región integrada de la unidad política  y hasta la cual podría tener alguna expansión (….) las fronteras son áreas de transición.  Sin ninguna duda son espacios donde interactúan intereses ubicados en ambos lados de los límites internacionales, que pueden generar escenarios de tensión como de cooperación.  Aquí entran en escena las llamadas amenazas transfronterizas (organizaciones criminales, terroristas, tráfico ilícito de drogas, trata de personas, contrabando), que pueden derivar en las dos posibles situaciones señaladas.  Es de público conocimientos las tensiones generadas entre países de la región por este tipo de problemas. 


Las fuerzas de seguridad fronterizas en Argentina. 


La Argentina cuenta para la seguridad de sus fronteras de dos fuerzas: la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval, que actúan con otros organismos, como la Dirección Nacional de Migraciones, Aduanas, la Administración Federal de Ingresos Públicos, organismos sanitarios, etc.  Dichas fuerzas están regidas por la Ley de Seguridad Interior y una legislación obsoleta, que son las leyes orgánicas y un amplio número de decretos, resoluciones, muchas veces que son contradictorios y que demandan una profunda revisión. Asimismo muchos organismos que operan en las fronteras como el Departamento de Policía Aduanera, un organismo civil, con su propio sistema de inteligencia pero que no forma parte del sistema de seguridad interior y está también desconectado del sistema nacional de inteligencia. 

Además de las responsabilidades en materia policial, las fuerzas de seguridad, por mandato de la Ley de Defensa Nacional, forma parte del sistema creado por dicha ley y tienen la competencia de la vigilancia y control de fronteras, aguas jurisdiccionales y objetivos estratégicos. Esto lleva a pensar en la necesidad de una integración con las FFAA.


Las fronteras, espacio de competencia del sistema de defensa nacional.


En atención que las fronteras son espacios que pueden ser parte de escenarios de conflicto que puedan afectar los intereses nacionales, consideramos que deben estar en la órbita del sistema de defensa nacional. Existen áreas particularmente vulnerables, por su escasa demografía, aislamiento, pero que por otro lado son poseedoras de importantes recursos vitales o por su posición geográfica, reviste particular importancia estratégica.  Es por ello que su control, se vincula con la seguridad y la viabilidad del país. 

Entre las acciones a tomar consideramos pertinente la “zonificación geoestratégica” en el marco de un ordenamiento territorial, deuda pendiente del sistema de defensa nacional y que el fallido decreto 727 de reglamentación de la ley 23.554 no contempló. Las diferentes zonas geoestratégicas serán organizadas según diferentes factores, que irían desde el desarrollo demográfico, comunicaciones, características geográficas, etc. Según las características encontraremos una zona o región central, de sellado nacional, de mayor interés para la Defensa y distintas zonas que tendrán su importancia desde el punto de vista no solo de la defensa, sino también para la seguridad interior.  Las regiones de mayor valor estratégico, después del área Central, podríamos identificar las  siguientes:

1. Noreste, limítrofe con el Paraguay y Brasil. Espacio con vegetación subtropical, gran número de cursos de agua; forma parte del llamado “Acuífero Guaraní”; serios problemas de subdesarrollo e importantes bolsones de pobreza que afecta especialmente a los pueblos originarios; la central hidroeléctrica Yaciretá, intenso tráfico vecinal en ambos lados de la frontera como también de una creciente actividad criminal y la cercanía de la Triple Frontera; 

2. Noroeste, caracterizada por la diversidad geográfica y climática, poseedora de importantes recursos naturales de alto valor estratégico, dicha región por su posición esta conectada con el Norte de Chile y Bolivia. Esta región como el NE se caracteriza por un intenso tráfico fronterizo, migraciones y la presencia creciente de actividades ilegales, especialmente ligados al narcotráfico, como también de constantes violaciones al espacio aéreo. Existen denuncias desde la propia Justicia Federal de la presencia de organizaciones criminales extranjeras que están consolidando su poder territorial;

3. Cuyo. Su riqueza lo transforma en una región de importancia política y económica para el país. Su cercanía con la Región Central o Área central chilena, potencia el valor de esta zona, dado que conecta la Región Central argentina con Santiago de Chile. El creciente tráfico fronterizo, implica una serie de desafíos por haberse convertido en uno de los caminos empleados por el narcotráfico; 

4. Comahue. Más precisamente, la provincia de Neuquén y parte de Río Negro, que linda con Chile. Zona también de alto valor estratégico por ubicarse una importante cuenca petrolera, ahora potenciada por la presencia de yacimientos no convencionales, la principal cuenca de gas del pais, centrales hidroeléctricas que alimentan centros de consumo como el Gran Buenos Aires. La proximidad con el sur del Área central chilena, le da también relevancia estratégica, al existir numerosos pasos, que incrementa su vinculación de esta región con el país trasandino, tendencia que puede incrementarse si no se toman acciones tendientes a mejorar las conexiones con puertos atlánticos y centros poblados de la región central argentina;

5. región patagónica central, con centro en Comodoro Rivadavia, gran centro poblado que hoy está afectado por la falta de seguridad y otros graves problemas, especialmente por cordones de pobreza, la creciente presencia del narcotráfico, mientras que por otra parte es el centro de la industria petrolera en la región. Hasta hace un tiempo más del 60% del petróleo producido en el país venía de esta zona, asimismo se ubican importantes puertos pesqueros;

6. Patagonia Austral. Podríamos ubicarla en la provincia de Santa Cruz, incluyendo Tierra del Fuego. Esta zona tiene  gran relevancia estratégica no solo por la presencia de los estrechos australes, riquezas energéticas, pesca, sino por la cercania de las Islas Malvinas, ocupadas por Gran Bretaña y por su proyección hacia la Antártida.  



Las regiones podrían implementarse vía reglamentaria, adoptándose las medidas concernientes para readecuaciones y cambios de despliegue de FFAA y FFSS, respetando las peculiaridades de dichas fuerzas y las necesidades en otros ámbitos de la defensa y seguridad.  

En atención a las responsabilidades de las fuerzas de seguridad en el ámbito de defensa nacional implicará readecuaciones, con el objeto de promover un uso racional de capacidades. Tengamos en cuenta que las FFSS han crecido – desnaturalizando en gran parte su cometido -  dando origen a estructuras que dado la coyuntura actual, significa que son difíciles de sostener. Por ejemplo el parque aéreo de dichas fuerzas, con pequeñas flotillas modernas, pero costosas en el largo plazo. Esto se traslada a los ámbitos de armamento, sistemas logísticos, infraestructura, educación, sanidad, comunicaciones, etc. 

Asimismo deberán adoptarse medidas activas destinadas a fortalecer la presencia del Estado nacional en zonas de frontera. Ello demandará obras de infraestructura que faciliten la conexión con otros puntos del país, facilitando llegado el caso el sostén logístico de un despliegue militar y medidas de promoción del desarrollo y poblamiento de dichas áreas.  En este marco de “expansión” del Estado hacia las fronteras, debemos tener en cuenta la necesidad de una política de ordenamiento territorial, dado que la Constitución Nacional que instituyó la regionalización, mecanismo por el cual el país puede promover la creación de polos de desarrollo y reducir acusados desequilibrios existentes. 


La puesta en marcha de un Sistema Integral de Vigilancia del Espacio Fronterizo 


Los distintos operativos con la idea de reforzar la presencia fronteriza, han tenido un alcance limitado, por diversas razones, entre ellas problemas de coordinación, falta de medios adecuados, competencias interfuerzas, falta de recursos (que afecta la puesta en marcha de estaciones radar, instalaciones de apoyo al despliegue de aeronaves, etc.) impactan de manera negativa dichos operativos.  Nosotros consideramos – como dijimos en Defensa y Seguridad – la puesta en marcha de una estructura permanente, bajo el liderazgo del Ministerio de Defensa, dado que las fronteras son de su competencia. La estructura propuesta sería:

1. Centro de comando, dotado de recursos tecnológicos punteros, para facilitar la coordinación de las fuerzas de interceptación terrestres, anfibias, y aéreas. Las infraestructuras existentes en la localidad bonaerense de Merlo, pueden servir de base para la creación del citado centro de mando. Ello ni impedirá la constitución de centros de mandos locales;

2. Subsistema de Alerta Temprana y Detección: formado por una flotilla de aeronaves militares desplegadas en hangares de alta seguridad, radares del sistema SINVICA, vehículos aéreos no tripulados. Las  aeronaves deberán contar con capacidad de alerta temprana (AEW/C), guerra electrónica, modernos sistemas de vigilancia todo tiempo,  sistemas fijos con globos aerostáticos, radares móviles, etc. 

3. Fuerzas de Interceptación: formadas por medios aéreos para interceptar y disuadir vuelos ilegales (aviones IA-63 Pampa e IA-58 Pucará), y transporte de grupos móviles especiales de las fuerzas policiales y de seguridad. Las FFAA cuentan con recursos proveer la movilidad terrestre, aérea y fluvial para dichos grupos.  Las FFAA a través de sus medios aéreos podrán brindar un eficaz apoyo a las FFSS, incluyendo la posibilidad que los cuerpos aéreos de dichas fuerzas queden bajo control operativo militar.


Además de estos cambios, consideramos pertinente la creación de zonas de defensa aérea, con sus centros de detección y control, que aunque la información esté centralizada en Merlo, deberán estar en capacidad  de operar en forma autónoma.  La construcción de las estaciones radares deberá ser responsabilidad de una unidad militar especializada, dado la sensibilidad de la temática, como también la red de comunicaciones y transmisión de datos deberá estar en manos militares, con medidas de alta seguridad. 

En este marco de “integración” las FFAA podrán apoyar a las FFSS, como dice la legislación en materia de transporte, comunicaciones, ingenieros, servicios logísticos y de sanidad, asimismo podrán compartir instalaciones y bases, como también recibir instrucción y adiestramiento. Una estrecha cooperación en tiempo de paz, facilitará la interoperabilidad en tiempos de guerra/crisis. 

El algunas zonas, por la presencia de grupos criminales y por las características que impone su lucha, el personal siempre estará en constante rotación, que por cierto tendrá su impacto en el adiestramiento del personal militar, dado que permitirá el conocimiento de distintos puntos de la geografía nacional, requerirá esfuerzos adicionales, dado la complejidad de apoyar el despliegue de medios en puntos distantes y generalmente aislados con serios problemas de infraestructura. 

Las FFSS gracias a la experiencia de las FFAA en materia logística de brindar apoyo a unidades ubicadas a puntos distantes, podrán desplegar medios de mayor magnitud, además de poder emplear infraestructura ociosa, dado que muchos cuartales y bases pueden alojar medios de mayor magnitud. El uso racional de recursos, permitirá por ejemplo aprovechar la importante flota de helicópteros militares en beneficio. 

El objetivo de poner en marcha de un Sistema de Vigilancia Integral, es alcanzar un elevado grado de control de sus espacios marítimos, terrestres, aéreos y fluviales. El factor información es clave no solo para contrarrestar actividades ilegales, sino también para la defensa nacional y contribuir a la disuasión, más en un contexto de incertidumbre estratégica.

La necesidad de incrementar la presencia del Estado en las fronteras, tendrá sus exigencias en materia de equipamiento militar, especialmente en materia de vigilancia, reconocimiento, patrulla, seguridad, movilidad táctica, comunicaciones, etc. Esto tendrá su impacto también en la industria nacional, dado las capacidades existentes, en alianza con buenos socios estratégicos. 


Foto INFOBAE





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