Lanchas rápidas en la Segunda Guerra Mundial. Los pequeños guerreros del mar
En
el marco del 75 Aniversario del Fin de
Director DIARIO EL MINUTO para Argentina
Las lanchas rápidas (también conocidas
como FPB por sus siglas en inglés), fueron protagonistas de numerosas acciones
en
El tráfico costero era importante en la
costa oriental británica, como también por Alemania en las costas de los países
ocupados, debido a los sabotajes en tierra, por ende el transporte por mar
ofrecía mayor grado de seguridad. En otros teatros de operaciones el tráfico de
este tipo también era relevante, como en el Mediterráneo para abastecer desde
Italia a las fuerzas del Eje, la costa dálmata; y en el Pacífico, el tráfico
costero era intenso especialmente en Filipinas, Malasia y Birmania, por la
ausencia de rutas terrestres. Esto convirtió a dichas zonas focales en áreas de
interés para operar lanchas rápidas, que no solo cumplieron roles ofensivos
contra las líneas de comunicación marítima, sino que fueron empleadas para
combatir buques similares, apoyar operaciones especiales y acciones de
desembarco, infiltración de agentes, captura de buques mercantes (algo que fue
realizado en el Mediterráneo). Estos medios por sus características, tenían un
radio de acción limitado, y solo estaban destinadas a escenarios costeros,
mares cerrados y semicerrados. Las
lanchas rápidas conformaban una clase de barcos pequeños: torpederos, lanchas
cañoneras, lanchas armadas, y otras con capacidades varias, como los Schnellboote germanos que podían llevar a cabo acciones con
torpedos, minado y hasta escolta del tráfico costero. Los estadounidenses con sus barcos de
patrulla o Patrol Boat, podían llevar
a cabo funciones de lanchas cañoneras y torpederas. El Reino Unido recién hacia 1942, comenzaron
a reunir en una sola embarcación funciones de cañoneras y torpederas.
Italia fue el primer país, posterior a
Los alemanes desarrollaron una potente
fuerza de lanchas rápidas, que mantuvo su superioridad hasta 1942. El
incremento del potencial Aliado en esta materia fue creciendo día a día,
agregándose el despliegue de destructores en apoyo a las flotillas costeras y
la aviación. No obstante ello, las fuerzas alemanas lucharon hasta el final de
la guerra con intensidad.
Las lanchas rápidas eran de construcción
barata, diseño relativamente simple, lo que permitió su producción en serie en
manos de pequeños astilleros. Su concepto, data de fines del siglo XIX. El desarrollo
del torpedo automóvil en Italia en 1877, generó un gran impacto en el
pensamiento naval de la época. Esto llevó a cuestionar al acorazado, estrella
de las flotas de guerra de las principales potencias, a favor de los
torpederos, pero es otra historia. Los
italianos en 1916, emplearon lanchas rápidas, llamadas MAS eficazmente contra
la flota austriaca enviando al fondo del
mar, el crucero ligero Wien en su
base en Trieste, en diciembre de 1917. En junio de 1918, las lanchas italianas
mandaron a pique al acorazado Sentz.
Istvan en los estrechos de
Otranto. Los británicos también hicieron
uso de este tipo de medios en incursiones en las costas belgas y luego en 1919,
contra la flota rusa, que se encontraba bajo el control del régimen de los
soviets en la base de Kronstadt.
El teatro de operaciones del Mar del
Norte
Las limitaciones impuestas por el
Tratado de Versailles, en materia de armamento, llevó a la marina germana a explorar
el valor militar de las lanchas rápidas. Sobre la base de una embarcación de
recreo nacieron las lanchas rápidas o schnellboot
germano (lanchas S), de diferentes versiones que iban desde las
Los británicos construyeron diversas
serias de MTB (Motor Torpedo Boat), como
Los italianos que tenían experiencia en
el empleo de estos medios como vimos anteriormente, contaban en 1940 con un
centenar de lanchas MAS, que se caracterizaban por su velocidad. Su armamento
consistía en tubos lanzatorpedos, ametralladoras y cañones de
En 1939 con el comienzo de la guerra,
los británicos movilizaron su flotilla desplegada en Malta hacia el Canal de
La experiencia demostró la posibilidad
de aproximarse al blanco, de manera silenciosa, empleando motores auxiliares,
hasta alcanzar una distancia que permitiera lanzar con seguridad los torpedos,
para luego evadirse a toda máquina y con cortinas de humo llegado el caso. La navegación alta velocidad delataba muchas
veces la presencia de las lanchas rápidas por la estela que dejaban en el
mar y el ruido de los motores. Las
tácticas variaba según las circunstancias, podrían dividirse fuerzas, con el
objetivo de atraer al enemigo para que la otra parte de la fuerza atacara por
sorpresa, luego de acercarse sigilosamente. Otra posibilidad era esperar con
motor al ralentí, para luego ante el paso del convoy enemigo, acelerar con
rapidez y atacar. El empleo del radar
por parte de los británicos, facilitó en gran medida las respuestas ante las
acciones germanas. En el Mar del Norte,
la iniciativa fue alemana, y generó serios contratiempos a lo largo de 1941. No
solo por los ataques, sino por el minado de aguas costeras que llevaban a cabo
las flotillas germanas. En noviembre de
dicho año, el capitán de corbeta de la reserva naval, Hichens, obtuvo una
importante victoria contra las veloces lanchas S alemanas. Esto elevó la moral de las Fuerzas
Costeras. Los alemanes decidieron ante
una mejor oposición de las flotillas británicas, cambiar de áreas de
operaciones, apelando a la sorpresa.
Entre el verano y otoño de 1942, los
combates entre las flotillas de lanchas rápidas ocurrían prácticamente todas
las noches, al final los británicos obtuvieron una ligera ventaja. Sus
flotillas se vieron reforzadas por las lanchas Fairmile D, de capacidades similares
a las lanchas S germanas. Ello no impidió que las lanchas alemanas sembraran en
esa época más de doscientas minas magnéticas y de otros tipos, en la costa Este
inglesa. Una treintena de mercantes se fueron al fondo por las minas, junto con
un destructor de escolta. Las cifras se incrementaron también con ataques
torpederos. El Canal de
La disponibilidad de lanchas de mayores
prestaciones por parte de los británicos, le permitieron actuar contra el
tráfico costero en aguas noruegas, como también protagonizar acciones en apoyo
a fuerzas de comandos, como el caso de St Nazaire en Francia. En 1943, las fuerzas costeras británicas
habían logrado desarrollar operaciones conjuntas con los Comandos de Caza y
Costero de
Las fuerzas alemanas se refugiaron en
Amberes, donde continuaron operando, especialmente con acciones de minado. Esto
generó serios daños al tráfico mercante aliado. Las operaciones ofensivas de
lanchas S se fue reduciendo, con la pérdida de bases con el avance de los
Aliados hacia Alemania. Ello no impidió que las tripulaciones siguieran
combatiendo con valor y determinación, manteniendo este espíritu
Generando serios contratiempos al
tráfico aliado. El espacio se iba reduciendo con el avance de los Aliados hacia
Alemania, privando de bases seguras, aún así las patrullas de lanchas S
alemanas lucharon con determinación hasta el armisticio.
El Mediterráneo
El Frente Mediterráneo tuvo una gran
importancia. Las potencias Aliadas tenían como objetivo impedir que sea un área
controlada por las potencias del Eje y obtuvieran una victoria decisiva
especialmente en el Norte de África y tomaran la base de Malta, que tenía un
papel vital para la estrategia aliada en la zona. Las fuerzas navales jugaron
un rol relevante, especialmente para mantener abierta las líneas de
comunicaciones, mientras trataban de cortar las del enemigo. En el Mar Mediterráneo jugaron un papel importante las flotillas Aliadas, especialmente de las
marinas británica y países del Commonwealth, y Estados Unidos. En lo referente
al Eje, participaron alemanes e italianos.
En 1940, la superioridad en materia de
lanchas, estaba en manos italianas. Los británicos solo contaban con un puñado
de lanchas torpederas de
La falta de iniciativa por parte de las
potencias del Eje, permitió que Malta fuera reforzada en parte por los Aliados.
Los alemanes desde Libia lanzaron
ataques a convoyes, en junio de 1942, las lanchas S averiaron un crucero ligero
el HMS Newcastle y hundieron un
destructor, además de los daños a los mercantes que acompañaban a estos buques
de escolta. En Alejandría los Aliados
organizaron una flotilla de fuerzas costeras, sus tripulaciones y mandos, eran
de
En el mar Egeo las fuerzas británicas se
ocuparon de hostigar guarniciones alemanas en las islas griegas. Los alemanes
desplegaron medios terrestres, navales y aéreos para reforzar su presencia en
la zona. Los británicos con sus ataques
sorpresa desde el mar y abastecimiento a fuerzas de la resistencia griega,
buscaban que Alemania distrajera recursos humanos y materiales en Grecia. En las aguas del Adriático, las islas de la
costa dálmata ofrecían buenos escondites para las escurridizas lanchas rápidas
aliadas. En diciembre de 1943, fue hundido un crucero alemán, que había
pertenecido a la marina yugoslava. En este escenario, los británicos se
lanzaron a una campaña de capturas de embarcaciones que abastecían a las
fuerzas alemanas en la zona. El capitán de la marina canadiense Fuller, fue
quien lideró estas audaces incursiones. La negativa del Ejército alemán de
ocupar la isla de Vis, donde operaba Fuller, dado las necesidades de otros
frentes, permitió que esta base fuera reforzada. Los alemanes respondieron
construyendo embarcaciones de transporte armados, y con poco calado, lo que
dificultaba los ataques con torpedos., lo que obligó ataques con cañones. Los
ataques requirieron mucho valor, especialmente por el poder de fuego de los
barcos armados germanos que contaban con piezas de
Final
El final de la guerra, significó también
el fin de las Fuerzas Costeras británicas. Estados Unidos también dejó de lado
este tipo de medios. En el caso de los
británicos las pérdidas de estos buques superaron los 200, hundieron 70 buques
de guerra del Eje y más de un cementar de mercantes. En el caso alemán, las
pérdidas de lanchas S y R, llegó a los 300, pero este tipo de medios hundieron
el doble de tonelaje de marina mercante, alcanzando las 230.000 toneladas,
demostrando que los alemanes fueron más eficientes en los ataques al tráfico
marítimo aliado. En las primeras instancias de la guerra, Gran Bretaña tardó en
dar una respuesta a la amenaza en sus aguas costeras, hasta que finalmente
desarrolló potentes fuerzas, que operaban en conjunto con aeronaves basadas en
tierra, una red de radares y operando en más de una ocasión con medios de mayor
porte, como destructores. En dos años de dura lucha, los alemanes perdieron
capacidad para lanzar los audaces ataques que realizaban en aguas del Canal de
Estas fuerzas, llamadas por muchos
como “fuerzas sutiles” evolucionaron y
recobraron valor, con la llegada del misil.
Articulo original en
https://elminuto.cl/episodios-de-la-segunda-guerra-mundial-los-pequenos-guerreros-del-mar/
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